Puja por los dólares: con un superávit comercial deteriorado, empresarios advierten que el Gobierno restringió más la importación

Los productos finales, los más afectados. Desde el Ministerio de Desarrollo Productivo aseguran, sin embargo, que están autorizando más licencias que en los meses previos

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La balanza comercial acumula un excedente de casi USD 16.000 millones hasta octubre, pero en los últimos meses el superávit cayó fuertemente
La balanza comercial acumula un excedente de casi USD 16.000 millones hasta octubre, pero en los últimos meses el superávit cayó fuertemente

La balanza comercial durante los primeros diez meses del año fue superavitaria en casi USD 16.000 millones y es uno de los argumentos de los que se aferra el ministro de Economía, Martín Guzmán, para descartar una devaluación. Pero los números de los últimos meses reflejaron que la tendencia de superávit creciente respecto del año pasado no pudo sostenerse y que la brecha cambiaria, que en octubre trepó al 150%, le jugó muy en contra al Gobierno. Frente a la expectativa de una suba del tipo de cambio oficial, que continúa ante las fragilidades macroeconómicas existentes, los exportadores demoran ventas y los importadores buscan acelerar las compras.

“El superávit acumulado es elevado, pero frente a la tendencia de los últimos meses, veo a un gobierno tomando más medidas. Obligando a exportar o poniendo más restricciones a las importaciones, siempre y cuando la brecha no se reduzca”, afirmó la directora de Operaciones de la consultora Abeceb, Soledad Pérez Duhalde. Y las empresas ya están percibiendo que en el último mes y medio las aprobaciones respecto de los pedidos para importar se redujeron sustancialmente. En algunos casos, podrá deberse a mayores pedidos por parte del sector privado; pero lo cierto es que los dólares no aparecen y el Gobierno debe administrar la escasez.

De acuerdo con un relevamiento realizado entre varios sectores, los problemas para importar son generalizados. Hay por parte de la cartera que dirige Matías Kulfas un intento por preservar la producción nacional y no perjudicar el abastecimiento de insumos, pero también en estos casos se producen mayores demoras a las deseadas. Los sectores más afectados son los que compran bienes finales, pero la preocupación por la manta corta se extiende a la totalidad del arco empresario.

El sector automotriz es uno de los más afectados. En varias terminales consultadas aseguraron que la autorización de las licencias no automáticas se complicó a partir de noviembre. Frente a un nivel de aprobación que hasta el mes pasado rondaba el 70/80%, ahora se redujo al 40%. “Hay una reducción gradual de las aprobaciones en noviembre y la tendencia va a venir igual. Vienen cerrando la canilla. Es un problema porque no podés prever”, dijeron en una firma del sector.

Con el objetivo de buscar previsibilidad para lo que restaba del año, representantes de la Asociación de Fábricas de Terminales Automotrices (Adefa) se reunieron en agosto con el secretario de Industria, Ariel Schale, y le dijeron que la industria necesitaría importar unas 96.000 unidades hasta diciembre, pero “no está claro cuánto le toca a cada uno” y “el escenario es muy incierto”, dijeron en esa terminal.

Otro rubro perjudicado con la demora en las aprobaciones es el retail. En los supermercados aseguran que todo lo que tiene que ver con la importación de electrodomésticos y productos de decoración y bazar está con problemas desde hace tiempo. Según dijeron en una cadena, “ya en septiembre el nivel de aprobaciones fue muy malo. Sólo agilizaron el ingreso de alimentos, como bananas, ananá, paltas o atún, por ejemplo, pero son operaciones de USD 700.000 FOB, cuando el nivel de importaciones promedio de un supermercado rondaba entre los USD 3 y USD 4 millones”. La preocupación es el consumo de fin de año. Las ventas del último trimestre del año representan el 40% del total anual, y “se está llegando sin surtido, complicado en lo textil y en electro”, agregó la fuente.

Los directivos de la UIA debatieron al respecto ayer en la reunión del comité ejecutivo y frente a las quejas de varios sectores -entre ellos, el textil y de indumentaria- se resolvió volver a plantearle al Gobierno la necesidad de constituir una mesa de diálogo de la que también participe el Banco Central, ya que “muchas veces la Secretaría de Industria aprueba la licencia y luego el BCRA no libera los dólares”, dijo un miembro de la central fabril.

Varias terminales automotrices consultadas reconocieron que en noviembre comenzó a frenarse más la aprobación de licencias no automáticas para importar
Varias terminales automotrices consultadas reconocieron que en noviembre comenzó a frenarse más la aprobación de licencias no automáticas para importar

El tema también es motivo de debate al interior de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham), que reúne a socios de todos los sectores. Según sus números, el promedio de aprobaciones de las ultimas cinco semanas de las licencias respecto de lo solicitado fue del 32,4% cuando en los primeros tres meses de la pandemia el numero era el 79,7 por ciento. Fuentes de la entidad afirmaron que los bienes más afectados son los productos terminados (línea blanca pequeña, textil, automotriz, neumáticos, agroquímicos), mientras que en lo que respecta a insumos intermedios o materias primas, depende de cada rubro y empresa.

En el sector de neumáticos reconocieron que noviembre fue el más bajo de los últimos meses en materia de importaciones y aún las empresas que producen en el país necesitan importar para suplir la demanda. Si bien los cupos fijados a comienzos de año se venían respetando, en noviembre en muchos casos no se cumplió. “Ellos -por el Gobierno- van analizando el mercado y no ven el crecimiento del consumo que uno ve, sino que creen que hay mucho de actitud precautoria, adelantamiento de compras”, explicaron fuentes del sector, al tiempo que agregaron que “hay algunas medidas cautelares de la industria dando vueltas”.

“Algunas mercaderías, como algunos hilados manufacturados, están teniendo problemas para conseguir licencias. En algún momento había producción local, pero hoy no tiene la suficiente cantidad como para abastecer el mercado interno. Además, también el sector necesita poder girar al exterior divisas para inversiones que ya se hicieron y que uno necesita pagar los anticipos para que las maquinarias puedan ser producidas”, dijeron en la industria textil.

Qué dice el Gobierno

Contra lo que advierten los empresarios, fuentes oficiales aseguraron a Infobae que “en los últimos 45 días se están autorizando un 25% más de solicitudes de importación que en los meses previos” y que el 92% de las solicitudes de importación se autorizan en menos de 48 o 72 horas hábiles desde su presentación. “Únicamente un saldo del 6% aproximadamente de las solicitudes queda pendiente al contar con errores de carga, inconsistencias y faltantes de información solicitada o por no superar los controles específicos que existen para garantizar esa previsibilidad y seguridad en el mercado”, agregaron desde la cartera productiva.

Además, agregaron que el objetivo es asegurar que el bien que se está importando resulte seguro para el medio ambiente y las personas, que se cumplan los reglamentos técnicos que establece la legislación nacional y que no existan indicios de actitudes desleales, tales como desviaciones de comercio o subfacturación de importaciones. En este contexto, remarcaron, no se están realizando exigencias o imponiendo criterios adicionales a los importadores. “Sí se solicitan proyecciones complementarias, que apuntan a acercar la gestión comercial a las necesidades de los productores e importadores, así como también para brindar un marco de previsibilidad y de seguridad a empresas y consumidores”, precisaron.

Los datos del Intercambio Comercial Argentino (ICA) que publica mensualmente el Indec dieron cuenta del deterioro que sufrió la balanza comercial en los últimos dos meses. De registrar, hasta agosto, un excedente en torno a los USD 1.400 millones, en septiembre el superávit bajó a USD 582 millones, y en octubre, a USD 612 millones. Ambos números representaron cerca de un tercio de lo alcanzado en los mismos períodos de 2019.

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