Impulsada por los resultados que obtuvo tras las primeras fiscalizaciones electrónicas que encaró en los últimos dos meses, la AFIP avanzará esta semana con otra tanda de notificaciones a unas 10.000 personas humanas que incurrieron en irregularidades al presentar sus declaraciones juradas de Bienes Personales.
Fuentes del organismo precisaron a Infobae que durante esta semana corta se enviarán los correos electrónicos con el objetivo de lograr, mediante rectificaciones de los contribuyentes señalados, sumar ingresos en un contexto todavía crítico en materia de recaudación producto de la pandemia, la fuerte caída en el nivel de actividad y las medidas que se tomaron desde el Estado para ayudar a los sectores afectados por la crisis.
Las fiscalizaciones electrónicas arrancaron hace casi tres meses. En 80 días, se enviaron unas 36.000 notificaciones a personas humanas cuyas declaraciones juradas de Bienes Personales tenían inconsistencias, tales como la subdeclaración de inmuebles en el exterior, el uso indebido de crédito fiscal (mediante facturas apócrifas) y las tenencias de participaciones en fondos comunes de inversión u Obligaciones Negociables (ON) declaradas como exentas, cuando no lo están.
“Todo eso se detectó a partir del cruzamiento de datos y declaraciones juradas de los contribuyentes. En el caso de los inmuebles, se declaran en pesos, y se detectó que se declaraba la propiedad por el mismo monto cuando el dólar subió 100% en un año”, dijeron desde el organismo recaudador.
Por la irregularidad de la subdeclaración de los inmuebles en el exterior de los últimos años, la AFIP notificó a 18.000 contribuyentes y logró recaudar más de $ 330 millones. En el caso de las facturas apócrifas, los notificados fueron 8.000 y los ingresos obtenidos, alrededor de $ 170 millones. Y en tenencias exteriorizadas como exentas, se realizaron 3.000 fiscalizaciones electrónicas y la recaudación alcanzó los $ 100 millones. En total, suman $ 600 millones. Si bien son números bajos frente a los casi $ 20.000 millones que el Estado obtuvo en noviembre por Bienes Personales, es una estrategia que suma y que tiene muy bajos costos operativos, indicaron las fuentes.
Las primeras notificaciones fueron enviadas hace dos meses. A mediados de septiembre, se había realizado una prueba piloto y los primeros correos salieron en octubre. Otras en noviembre y este mes habrá una tercera tanda, pero exclusivamente por irregularidades en materia de facturas apócrifas y las tenencias en FCI y ONs.
El objetivo de la AFIP, explicaron cerca de Marcó del Pont, “es mejorar los ingresos tributarios garantizando que la mayor recaudación provenga de los sectores con mayor poder contributivo; una idea que también quedó clara con la sancionada ley del impuesto a la riqueza”. Con estas fiscalizaciones, no se está mirando a un solo contribuyente, sino que se hace un envío masivo para buscar que las propias personas rectifiquen la declaración jurada. Si se resiste a pagar, el organismo le inicia otra fiscalización y arranca otro proceso más largo y más exhaustivo.
Este tipo de operativos fue creado durante la gestión del ex titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, pero luego dejaron de utilizarse. Sin embargo, son consideradas por los expertos como un buen medio para incrementar los ingresos tributarios. “Las fiscalizaciones electrónicas están facultadas por la ley de Procedimiento Tributario, con idéntica eficacia jurídica y valor probatorio que las fiscalizaciones convencionales. Es una magnífica herramienta para detectar inconsistencias en las declaraciones juradas y transitar de manera ágil una verificación fiscal”, afirmó el tributarista César Litvin, ante la consulta de este medio.
Las inconsistencias más habituales son la subdeclaración de inmuebles en el exterior, el uso indebido de crédito fiscal mediante facturas apócrifas y las tenencias de participaciones en fondos comunes de inversión u Obligaciones Negociables (ON) declaradas como exentas, cuando no lo están
En ese marco, agregó que “es importante que el contribuyente tenga bien resguardado su derecho de defensa, para lo cual debe estar debidamente asesorado por profesionales competentes antes de responder de manera errónea”. A su vez, el contador Sebastián Domínguez afirmó que “el objetivo de estas fiscalizaciones electrónicas es mandarlas masivamente y luego ver qué porcentaje de contribuyentes rectifica. Eso facilita las tareas de recaudación del fisco porque no necesita abrirles fiscalizaciones a todos”.
Respecto de las irregularidades que impulsan estas notificaciones, Domínguez explicó que en el caso de las facturas apócrifas, “puede suceder que el que compró la mercadería y recibió ese documento haya hecho una operación real y luego el proveedor se convirtió en apócrifo”. En ese caso, explicó, “empieza una carga probatoria porque la AFIP ajusta cuando no corresponde y el contribuyente debe comenzar a demostrar”. También puede suceder, dijo Domínguez, que alguien que provee la mercadería le dé a la empresa una factura apócrifa y el cliente no controle, por lo que en ese caso estará en un problema.
A su turno, Iván Sasovsky, del estudio que lleva su nombre, aseguró que “las fiscalizaciones por utilización de facturas apócrifas es algo que puede directamente iniciarse por cruces sistémicos, dado que todo el proceso está bajo conocimiento de la AFIP” y ayudan a “desalentar el uso de esa maniobra tan perjudicial para todo el sistema”.
“Todavía hay una creencia de que este tipo de delitos ´funcionan´ y eso muchas veces se cree porque la AFIP demora en iniciar fiscalizaciones al respecto”, recalcó el tributarista.
Respecto de los inmuebles subvalorizados, Sasovsky afirmó que “claramente hay un hilo conductor entre Bienes Personales y el Impuesto a la Riqueza”, y “la estrategia busca persuadir a que no se siga con ese criterio frente al flamante impuesto”.
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