Primer año de gestión de Alberto Fernández: la dirigencia rural valoró el diálogo, pero sigue esperando soluciones a los problemas de los productores

A poco de cumplirse doce meses de gobierno, Infobae habló con dirigentes agropecuarios y agroindustriales para conocer su análisis sobre las políticas hacia el sector. Muchas palabras, pocos frutos, varias medidas en contra, “matriz kirchnerista” y bajas expectativas

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A pocos días de la
A pocos días de la asunción, Alberto Fernández se reunió con la Mesa de Enlace

A un año de que Alberto Fernández sucediera a Mauricio Macri en la Presidencia de la Nación, la política agropecuaria llevada a cabo por el Gobierno no parece muy clara, que ha recibido numerosas críticas por parte de productores y dirigentes.

Si bien hubo durante todo este tiempo un diálogo fluido y constante entre los funcionarios y los representantes de las entidades, el mismo no tuvo correlato en los hechos. Si a eso se suma el incremento de la presión impositiva y otras iniciativas legislativas que afectan a la producción, el balance de la gestión presidencial por parte de los ruralistas no es el mejor.

Infobae consultó a referentes del sector agropecuario y agroindustrial sobre su análisis de la gestión de Fernández y las perspectivas a futuro. Para el sector primario, entre los problemas que el Gobierno no solucionó, o incluso empeoró, están la presión fiscal, la falta de crédito y el desdoblamiento cambiario. De seguirse en esta senda, indicaron, las perspectivas no son buenas.

El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), Carlos Iannizzotto, marcó como puntos positivos del gobierno el trabajo en medio de la pandemia para que el sector siguiera funcionando y el diálogo, pero criticó que ese diálogo no se haya “volcado a medidas” y dijo que las políticas implementadas en los “ámbitos impositivo y financiero” no satisficieron a la actividad.

“Las medidas que se tomaron en el ámbito impositivo y financiero no respondieron a las expectativas que teníamos en el sector. No hubo ese vuelco al sector productivo como esperábamos, al sector del trabajo y el empleo”, indicó Iannizzotto.

Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro

Y agregó: “No obstante hay que marcar como positivo que en el inicio de la pandemia se dio la posibilidad de llevar adelante todos los trabajos vinculados a sustentar la alimentación y llevar adelante las cosechas, como así también el diálogo con muchos sectores del gobierno, como los ministerios de Agricultura y Producción, aunque luego no se volcó a medidas concretas para que exista una mayor competitividad o producción al igual que en las economías regionales, que no tuvieron el apoyo que pensábamos”.

Entre otros puntos, también marcó que “el sector financiero sigue sin tener una resolución de apoyar a la producción. También hay una preocupación muy grande por la política cambiaria y que el tema del déficit fiscal no se haya corregido en absoluto, ni haya intención de hacerlo” y consideró que “hay una gran falencia en que no haya una política económica, ni para el sector, tanto en el mercado interno y externo”.

Bajo este parámetro, Iannizzotto cree que las perspectivas a futuro son “contradictorias y no muy alentadoras, ya que pasaron los meses y se ha dialogado mucho pero con muy poca instrumentación. Entendemos la situación de pandemia, pero también entendemos que el Gobierno tenía que distinguir en muchos aspectos de nuestras producciones como las economías regionales o locales” y cerró diciendo que “lo peor es que no se transmite que hay confianza, que hay una conducción que va hacia un objetivo concreto”.

Más opiniones

Para el Tesorero de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), Horacio Salaverri, la gestión de Alberto Fernández para con el sector no difiere de las presidencias kirchneristas, que más allá del diálogo abierto, lo conversado “no dio sus frutos” y no ve perspectivas “halagüeñas” debido a las contradicciones existentes en el accionar del Gobierno.

“La gestión de Alberto Fernández no difiere de las que hemos tenido con los anteriores gobiernos kirchneristas. La matriz es muy similar. Tuvimos inconvenientes con el aumento de las retenciones, la Ley de Fuego y al del Impuesto a la Riqueza. Estamos transitando por un andarivel muy similar al anterior, más allá de las formas y las prácticas”, sostuvo Salaverri.

Horacio Salaverri, Tesorero de Carbap
Horacio Salaverri, Tesorero de Carbap

Además señaló: “La relación entre el Gobierno y el sector si uno lo toma desde lo formal indudablemente ha cambiado, porque se puede reunir con ministros y conversar, más allá de los hechos. Que se pueda hablar es un avance, pero en los hechos tiene que ver que no se da de esa manera. En la acción es una relación que no dio frutos de ningún tipo”.

Las perspectivas a futuro para el sector, las consideró como “no demasiado halagüeñas” ya que entiende que “hay un Gobierno de acción y reacción”. En este sentido, explicó que “uno ve una posición tomada como el ministro (de Desarrollo Productivo, Matías) Kulfas en la necesidad de trabajar en conjunto con el campo argentino y dos semanas después aparecen dos leyes que afectan al sector agropecuario. Parece que hay una acción de parte del Ejecutivo y una reacción en contra del espacio legislativo. De continuar con esto, las perspectivas no son buenas”.

Otro de los dirigentes que opinó sobre la relación entre el campo y el gobierno nacional, fue el presidente de la Sociedad Rural de Jesús María, Luis Magliano. Al respecto, dijo: “La gestión de Alberto Fernández para con el campo no fue buena, hubo aumento en la presión impositiva, avasallamiento de la propiedad privada en el caso Vicentin cuando el Gobierno intentó intervenirla y expropiarla y que las perspectivas a futuro cuentan con una gran incertidumbre”.

La gestión creo que ha sido mala, porque entre medio tuvimos un aumento de retenciones, sobre todo en la soja, que impacta directamente en el bolsillo de los productores. Además tiene como corolario un desincentivo a la inversión. Por otro lado, el caso de Vicentin nos puso en alerta a todos, no solo al campo. Fue una muestra cabal de un avasallamiento de la propiedad privada, a lo que suma toda la incertidumbre cambiaria con el desdoblamiento”, comentó Magliano.

En cuanto a la relación que tuvo el Gobierno con el sector, indicó que “fue de ida y vuelta, con una parte del discurso remarcando el valor que tiene el campo en la economía argentina, pero en la práctica lo que se ha hecho es ningunearlo y no tener proyectos para el sector que agreguen valor y alertó que “para adelante vemos una gran incertidumbre, porque no tenemos en claro qué quieren hacer y se le hace un daño a la economía argentina porque el mayor ingreso de dólares proviene del sector agropecuario”.

La visión de la industria

El presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y del Centro Exportador de Cereales (Ciara-CEC), Gustavo Idígoras, indicó que el primer año de gestión de Alberto Fernández estuvo marcado por la pandemia de coronavirus y destacó los trabajos conjuntos que realizaron para el establecimiento de protocolos sanitarios, los trabajos que se realizaron para asegurar el transporte de los granos a los puertos y a las fábricas, como así también los realizados en materia de seguridad en las terminales.

En cuanto a la relación con el Gobierno, remarcó el diálogo y el trabajo en conjunto con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), el cual, según Idígoras, “se transformó en el único vocero de las políticas que necesita el sector. En ese sentido, se abrió un espacio de diálogo y trabajo con más de 20 reuniones” entre los representantes del Consejo y las que mantuvieron los equipos técnicos.

Gustavo Idígoras, presidente de la
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara Argentina de la Industria Aceitera y del Centro de Exportador de Cereales (CIARA-CEC)

En cuanto a las perspectivas a futuro, puso énfasis en las mejoras de los precios, los cuales podrían impulsar para la próxima campaña un aumento en la superficie cultivada, mientras que para la actual podría compensar la caída productiva debido a la sequía en lo que respecta el ingreso de divisas al país.

Sin embargo, consideró esencial que el gobierno nacional pueda lograr “la estabilidad macroeconómica. Es imprescindible. No podemos mantener la economía en punto muerto. Eso está proponiendo el CAA, pero necesitamos que logre instaurar políticas que generen la confianza necesaria para estabilizar, sobre todo la inflación y la parte cambiaria, clave para lograr un flujo normal de granos para poder comercializar”.

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