Ex ministro de de Economía, Jorge Remes Lenicov, dijo que la crisis económica global que generó la pandemia de coronavirus covid-19 golpea más fuerte a los países con menos instrumentos para hacer política y que la recuperación posterior es más lenta para esos mercados, como en el caso de la Argentina. “Ningún país crece con tasas de inflación por encima del 20%. Argentina lamentablemente es un ejemplo de esto. Tenemos el berretín de hacer cosas distintas de aquellos países a los que le va bien y copiar recetas de aquellos que les va mal. La economía tienes leyes que hay que cumplir y es acá donde el papel de la dirigencia política y el Estado, es fundamental”, comentó.
El ex ministro de Economía del presidente Eduardo Duhalde fue orador en el ciclo “Argentina Necesita”, el Instituto de Estudios Estratégicos y Relaciones Internacionales (IEERI), presidido por diputado de la Nación (MC), Humberto Roggero.
“Hay una caída de la actividad y el comercio mundial fenomenales, que deriva en un aumento del desempleo y la pobreza. Es la mayor crisis desde la Segunda Guerra Mundial y más del doble de la que produjo la gran recesión de 2008/2009, por eso se acepta el fuerte aumento del déficit fiscal, el mayor endeudamiento público y la flexibilización y expansión monetaria”, señaló Remes Lenicov.
Depende los instrumentos de política que tenga cada país. Los que tienen más instrumentos caen menos. Y los que tienen menos instrumentos, la caída es más profunda y la salida más lenta, como como podría ser el caso de la Argentina por ejemplo
“El año que viene se espera que haya una recomposición, la economía mundial crecería 5%, 5,2%. Pero es muy desparejo. Depende los instrumentos de política que tenga cada país. Los que tienen más instrumentos caen menos. Y los que tienen menos instrumentos, la caída es más profunda y la salida más lenta, como como podría ser el caso de la Argentina por ejemplo”, agregó.
“El comercio mundial, sacando este año porque no se puede tomar como ejemplo, la tendencia es que crece tanto como e producto bruto, como la actividad o incluso un poco más”, comentó. “Equivale al 30% del PB mundial. El 70% es lo que se denomina las cadenas de valor mundial. Cada país hace un pedacito, después se junta”, comentó.
“Aquellas propuestas más proteccionistas a la usanza de hace 50 años no se hace más. El tema es que en el Mercosur estamos en un tratado de comercio interno que está cerrado al resto del mundo. Es la zona más cerrada y con los aranceles más elevados. El arancel promedio es 14% y en el mundo 5%”, dijo.
En el Mercosur estamos en un tratado de comercio interno que está cerrado al resto del mundo. Es la zona más cerrada y con los aranceles más elevados. El arancel promedio es 14% y en el mundo 5%
También se manifestó optimista respecto del futuro del sector alimenticio y agropecuario en la Argentina: “El futuro para Argentina es bueno por la demanda de alimentos que hay en el mundo”.
Agregó “hoy el mundo está abierto. La comercialización de productos tiene el tamaño de 1.2 billones. El 38 % lo tiene la Unión Europea, el 10 % EE.UU, el 5 % Brasil y China, el 4 % Canadá y Argentina el 2,5 %. Ocupar el sexto o séptimo lugar en la cadena alimentaria del mundo es sumamente significativo”.
“Somos muy eficientes y muy competitivos. El campo tiene una tecnología de avanzada que debe ser tomada como ejemplo en el País. Los empresarios agropecuarios lograron pasar de las ventajas comparativas a las competitivas. Para que la Argentina pueda sobrellevar los cambios que se observan en el mundo y no quedar rezagada, debe decidir, internamente, cuál es su propio modelo de desarrollo, qué quiere y qué puede producir, cómo será distribuido el excedente y, posteriormente, cómo se quiere insertar en el mundo. Esto exige una discusión abierta entre todos los sectores, porque es una decisión estratégica que, para que funcione, todos los gobiernos deberían seguir, más allá de sus diferencias políticas puntuales. Pero en lo estratégico, hay que decidir, así como sucedió con el modelo exportador de materias primas y el proceso de sustitución de importaciones”, concluyó.
Por su parte, Humberto Roggero, afirmó que “este trabajo que estamos haciendo junto a Remes, Alegre y la Universidad de Belgrano constituyen un aporte clave para pensar un modelo de acumulación y desarrollo en Argentina”. “La integración de la agro-industria al modelo productivo del país es fundamental para el progreso y el bienestar de todos los argentinos”, agregó el diputado (MC) Roggero.
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