“Los salarios en la Argentina están por el suelo, pero para las industrias terminan representando costos altos, por los impuestos”, disparó el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), Miguel Acevedo, en el marco de la 26° Conferencia Industrial que se está realizando hasta este jueves de manera virtual. El industrial dijo que producto de la presión tributaria, los salarios terminan siendo “más caros que en Perú, Paraguay e incluso que en Brasil”, a pesar de que “hoy a la gente no le alcanza”.
A raíz de la pandemia, los salarios del sector registrado privado crecieron por debajo de la inflación, pero en dólares no se deterioraron tanto como en otros países de la región a raíz de que la devaluación casi que equiparó a la suba de los precios en los últimos doce meses. De acuerdo al último informe del Indec, publicado ayer, los salarios del sector privado formal crecieron 32,4% en forma interanual, mientras que la suba del dólar en ese mismo período fue del 36% y la inflación, de 36,6%. Es decir que no tuvieron, en dólares, casi diferencia. Sí hubo una fuerte caída en 2018 y 2019 porque los saltos cambiarios fueron mucho más bruscos.
“En otros países -afirmó el economista de FIEL, Juan Luis Bour- hubo devaluaciones de las monedas mucho más fuertes pero con salarios que acompañaron niveles de inflación considerablemente más bajos que en la Argentina. Es el caso de Brasil, por ejemplo. Allí los sueldos sí bajaron mucho en dólares”.
Los empresarios reconocen que a nivel local el costo salarial en dólares cayó en los últimos años, pero también admiten que cuando se realiza la comparación a nivel regional, contratar un trabajador en la Argentina sigue siendo muy costoso, especialmente por la alta carga de aportes y contribuciones patronales que rigen en el país. De acuerdo con información de tres empresas industriales con plantas en otros países de América Latina consultadas por Infobae, la hora hombre en el país es la más cara de la región, aunque hay diferencias según el sector. Lo que queda claro es que México y Brasil son mucho más competitivos en términos de costo salarial para la radicación de una fábrica industrial.
A modo de ejemplo, una firma que produce insumos para la construcción y que produce en toda la región relevó recientemente los siguientes costos:
-En la Argentina el trabajador cobra USD 7 por hora, contando el sueldo, vacaciones, bono y aguinaldo. Y si a ese valor se le suman las cargas sociales y los beneficios que tiene el personal, como almuerzo, los traslados y la obra social, el costo argentino asciende a USD 8,8 la hora.
-En Uruguay, el costo asciende a USD 7 y sube a USD 7,8 con las cargas y los beneficios extra, mientras que en Bolivia los valores son de USD 5 y USD 6,6 respectivamente; en Paraguay, de USD 2,5 y USD 3,5; y en Brasil, de USD 2,5 y USD 5. Según explicó el dueño de la firma, en el vecino país hay un altísimo costo de obra social. “Brasil devaluó mucho y se nota. Uruguay devaluó algo y se nota. Paraguay devaluó menos y Bolivia nada. Por eso, Bolivia sigue estando alto. Pero Brasil, que es nuestra gran competencia, es donde devaluaron más y casi no tienen inflación”, explicó el directivo.
A su vez, en una firma metalmecánica que tienen plantas en Argentina, Brasil y México afirmaron que el costo salarial en dólares a nivel local viene en caída, pero igualmente se ubica casi 20% por encima del de los otros países. Mientras que el costo salarial de un trabajador en la plaza doméstica cuesta para esta importante empresa USD 11 la hora, en Brasil sale USD 9,4 y en México, 9,1 dólares por hora.
Finalmente, en una compañía del sector alimenticio mostraron sus números: USD 14 en la Argentina; USD 10 en Chile; USD 6 en Brasil y USD 4 en México. Según afirmó el presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, si se toma en cuenta solamente el salario básico, hoy en muchas posiciones la Argentina se ubica abajo de Brasil y México, pero si se computa todos los adicionales la relación se revierte y termina siendo más cara la hora hombre en el mercado local.
“Si se computan todos los adicionales que la empresa tiene que pagar, ya sea por convenio o por acuerdo de empresa o por imposición de las circunstancias en determinado momento, y además las horas extras, vacaciones, aguinaldo y la proyección del cómputo de indemnización por despido y preaviso, que es un elemento que integra el costo laboral, sumado a las cargas sociales más la presión fiscal que tiene el trabajador por el impuesto a las ganancias, que te lo busca compensar, eso lleva a que tenés un salario en categorías de convenio superior en la Argentina que en Brasil y en México”, detalló Funes de Rioja en diálogo con este medio.
Consultado al respecto, el abogado laboralista Julián de Diego citó datos del World Economic Forum (WEO) que indican que el sueldo bruto mensual de un obrero metalúrgico o el equivalente en cada país ascendía, a principios de este año, a USD 1370 en la Argentina; USD 790 en Brasil; USD 600 en Chile; USD 550 en Perú y en Colombia; y USD 450 en México. “Estamos duplicando o triplicando el costo laboral en dólares promedio industrial. Y además de que seguimos siendo el costo laboral por el salario más alto, seguimos teniendo el porcentaje récord de cargas sociales”, dijo De Diego.
El abogado puso otro ejemplo que muestra a las claras las diferencias de costos entre la Argentina y otros países de la región. Mientras que un chofer chileno le sale a una empresa de logística USD 670, uno en la Argentina le cuesta USD 1600 por mes. “En la Argentina tenemos, entre impuesto a las ganancias, aportes y contribuciones, casi 70%. En Chile, el máximo de cargas sociales es 25% y no hay impuestos a ganancias”, afirmó.
“En lo laboral, el costo por hora este año probablemente se deterioró un poco porque otros países devaluaron más, pero el problema central que tenés en la Argentina es la productividad. Hoy no se puede despedir personal y hay muchas restricciones. Eso hace que los costos laborales no sean solamente el costo por hora, sino el costo total; y este año, con mayores restricciones para mover el empleo, el costo laboral subió”, aseguró Bour.
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