El esquema del Banco Central para sostener al dólar tiene demasiados puntos vulnerables para el comercio exterior. Los importadores, por caso, aceleran los trámites y acuden a cuanta influencia tengan para adelantar las compras al exterior antes de que el dólar oficial se encarezca más. La devaluación de noviembre de 3,8% fue más alta que 2,8% mensual de la tasa de interés de un plazo fijo. Además, el ritmo de devaluación puede alcanzar o superar 4% en diciembre. Saben que cuanto antes compren dólares para importar más grande será su ganancia.
El problema, es que a veces se demora tanto el trámite y los dólares se los dan en cuentagotas que, cuando se hacen de la mercadería importada, se resisten a venderla si no tienen asegurada la reposición. Del otro lado, hay una demanda ansiosa, aguardando por el producto que está dispuesta a pagar lo que le pidan para no paralizar su actividad. El precio que resulta es mayor al que impone el costo del dólar oficial.
De esta manera, si el Gobierno piensa que mantener al tipo de cambio atrasado es una barrera contra la inflación, se equivoca. Todos trabajan con la expectativa inflacionaria, es decir que imaginan cuánto les costará reponer el producto y le recargan un porcentaje más alto a la renta “por las dudas”. El dólar de referencia para ellos es el dólar Bolsa porque saben que en cualquier momento lo consiguen en el mercado y en base a ese precio calculan su costo de reposición.
Por eso, en el mercado mayorista donde los negocios en el primer día de diciembre fueron de USD 199 millones, con una presencia casi nula de los exportadores, hubo que satisfacer la demanda de importadores y eso le costó al Banco Central la venta de USD 50 millones. La divisa mayorista subió 12 centavos a $ 81,44.
En estas circunstancias, la pérdida de reservas se acotó a USD 32 millones y quedaron en 32.620 millones por la fuerte suba del oro de 2% a 1.814,60. Pero después del cierre, el metal siguió en alza y estaba en 1.820 dólares por lo que hoy puede ser un buen día para enriquecer las reservas de libre disponibilidad.
Los dólares alternativos, a pesar de las limitaciones impuestas a los agentes de bolsa, siguieron subiendo. El Banco Central tuvo que intervenir con bonos de la Anses para impedir que se disparen. El contado con liquidación volvió a negociar como en sus mejores tiempos. El volumen operado alcanzó a USD 89,2 millones y subió 44 centavos (+0,3%) a $ 144,48. El dólar Bolsa, movió USD 31,6 millones y avanzó 25 centavos (0,1%) a $ 144,70.
El “blue” o dólar libre, perdió 2 centavos y cerró a $ 155 porque hubo una mayor oferta de los que quieren comprar el cupo de USD 200 mensuales que les provee su banco a $ 143.
Los bonos en dólares con legislación extranjera, tuvieron un día de leves caídas en el exterior y por eso el riesgo país subió apenas 4 unidades (+0,3%) a 1.405 puntos básicos.
La Bolsa, debuto con el pie derecho en diciembre. Con 20% menos de negocios -se operaron $ 910 millones- el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 0,62% algo lejos del máximo del día que fue cerca de la apertura cuando llegó a subir 1,50%. Las acciones de mejor comportamiento fueron las de Transener (+7,01%), Grupo Financiero Valores (+4,73%) y Transportadora Gas del Sur (+3,25%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron un día de euforia por la fuerte suba de 43% de Corporación América, tras la noticia de que se le extendió diez años el contrato a la empresa de Eduardo Eurnekián debido a las perdidas padecidas este año por la pandemia. La actividad aérea fue casi nula y retrocedió 98% respecto del año pasado. Corporación América había terminado noviembre con una suba de 82% por lo que el acumulado le da una ganancia a los inversores de 160% en 31 días. Loma Negra (+5,10%) e YPF (+4,77%) le siguieron en orden de alzas.
Para hoy se espera un cambio de carteras. La atención está puesta en las acciones argentinas que cotizan en Wall Street y que en la Argentina se pueden conseguir en bancos o a través de agentes de Bolsa que negocien Cedears. No solo se pueden conseguir certificados de papeles de acciones locales, sino de cualquier empresa extranjera. El mundo ahora está virando de las tecnológicas, hacia las compañías relacionadas con el turismo o el petróleo, que van a ser las primeras en reactivarse tras la pandemia.
En el mercado local, seguirá la cobertura en dólares y muchos creen que lo que está logrando el Gobierno es abaratar el costo de cubrirse en divisas ante la mayor inflación que se espera este mes. Las brechas se reducen, pero están muy abiertas y el riesgo de una devaluación no cede.
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