Hay una relación directa entre el aumento del riesgo país de 24 unidades (2%) a 1.401 puntos básicos y las medidas del jueves pasado de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para limitar el accionar de los agentes de Bolsa y provocar la caída del dólar contado con liquidación. Básicamente, la medida impide a los agentes de Bolsa comprar con capital propio el Bono AL30 que es el de referencia de la deuda tras el default. Solo pueden comprarlo para clientes.
La idea del Banco Central es que el AL30 siga siendo el bono de referencia del mercado y lo está consiguiendo a un costo elevado: el aumento del riesgo país que aleja a la Argentina de recuperar el crédito internacional. A Martín Guzmán, el ministro de Economía, este costo le importa poco porque la prioridad es evitar la devaluación. De hecho, el riesgo país volvió a perforar el techo de 1.400 puntos básicos en el indicador que confecciona JP Morgan porque en Nueva York, el bono perdió 1,03% en dólares, pero los títulos con ley extranjera como el GD29D y el GD30D, cayeron hasta 2,5%.
El mercado de futuros no tomó nota de este movimiento y sigue apostando a la devaluación, aunque en la rueda de ayer los plazos más largos perdieron 0,50%. Para ver la disparidad de criterios sobre el dólar entre particulares y el gobierno, basta comparar el dólar del presupuesto a fin de año a $ 124, contra $ 141 que cotiza a fin de octubre en el mercado de futuros.
Con esta medida, la CNV consiguió que el dólar contado con liquidación baje en el día 84 centavos (-0,6%) a $ 148,04. Los negocios fueron más reducidos por las limitaciones que hay para operarlos. Se negociaron USD 63,4 millones, USD 20 millones menos que el volumen habitual. Los esfuerzos para que este dólar no se dispare, fueron desproporcionados en relación al resultado obtenido. Las llamadas disuasorias a los grandes agentes de Bolsa, el seguimiento de las operaciones, más las reglamentaciones, hicieron que en el mes este dólar alternativo baje apenas 3,3% mientras el riesgo país en ese lapso aumentó 80 puntos básicos (+6%).
Por supuesto que el mercado siempre elude estas reglamentaciones y terminará negociando otros bonos con el mismo resultado que lo hacía con el AL30 y con un deterioro de las paridades de los títulos post default. Toda regulación tiene un costo.
El dólar Bolsa o MEP también cayó a pesar de las ventajas que dieron para operarlo al reducir el parking, el tiempo mínimo que tienen que mantenerlo en su poder los inversores antes de venderlos, a dos días. Con esta media, este dólar se vuelve más previsible y es el que reemplaza al dólar oficial cuando se necesita hacer pagos al exterior con urgencia o directamente, para cubrirse. Acá los negocios, se mantuvieron cerca del volumen habitual; se operaron USD 27,9 millones.
En la plaza marginal, la presión del fin de mes hizo caer al dólar libre o “blue” a $ 155, un peso menos que el día anterior, y quedó a $ 40 del récord que había alcanzado el mes anterior. El dólar solidario se le aproxima porque cerró en $ 142,73. La escasa brecha no desalentará a partir de hoy las compras de este dólar por parte de los clientes de los bancos que tienen autorizados el cupo de USD 200 mensuales. Por supuesto, que los compradores, son aquellos que quieren mantenerlo en su poder como reserva de valor porque la diferencia con el “blue” es insignificante y no da margen para hacer “puré” (revenderlo en el mercado libre o “blue”).
En la plaza mayorista, se negociaron USD 192 millones y el dólar mayorista aumentó 25 centavos a $ 81,32. Con este avance se buscó que la devaluación del mes sea de 3,81% e igualó la inflación de octubre. El mes pasado, la divisa que rige el comercio exterior había subido 2,8%. El Banco Central, entre compras y ventas, quedó con un saldo neutro.
Las reservas, en tanto, padecieron la nueva baja del oro de 0,50% a USD 1.778 por onza y quedaron en USD 38.652 millones tras caer en el día USD 53 millones. El oro en el mes perdió 5% de su valor lo que equivalió a restarle al Banco Central USD 200 millones de dólares de libre disponibilidad. La tendencia del oro sigue siendo a la baja, por lo que en diciembre la autoridad monetaria puede padecerlo en sus reservas.
La Bolsa terminó un gran mes para los inversores, aunque cerró en baja. Con un buen monto de negocios por $ 1.222 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, cedió 1,54% pero terminó noviembre con un aumento de 20% en dólares. Lejos fue el mejor mes de la gestión de Alberto Fernández.
La mayor caída fue de YPF (-5,8%) pero en el mes subió 50%. Los bancos también fueron castigados. Macro bajó 4,50% aunque a lo largo de noviembre creció casi 33%. Galicia retrocedió 4,04% pero subió 35% mensual. Supervielle (-3,9%) y BBVA (-2%) fueron los otros perdedores.
Los ADRS argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street y que en la Argentina se los denomina Cedears- tuvieron una rueda negativa, pero un mes excelente. BBVA lideró las bajas con 8,83%, seguido de YPF (-6,85%) y Edenor con 6,37%. Lo más destacado fueron Central Puerto (+3,05%) y MercadoLibre (+2,64%). En el balance mensual, las ganancias en dólares fueron sorprendentes. Corporación América lideró ese ranking con 82,56%, escoltado por Despegar (+62,35%), Tenaris (+58,79%) e YPF (+56,21%).
Pero si se mira los once meses de 2020, hay solo tres ganadores: MercadoLibre (+171,59%), Globant (+77,92%) y Ternium (25,95%). Todos los demás certificados mantuvieron sus números en rojo. Noviembre fue el mes de recuperación, pero no alcanzó para borrar las pérdidas del año de la mayoría de los ADR’s.
Hoy comienza el mes más importante del año y el más complicado para el Banco Central porque tradicionalmente es el momento en que los inversores se cubren con dólares para tener un verano tranquilo.
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