La Federación de Aceiteros y los recibidores de granos anunciaron para mañana a partir de las 6 de la mañana una huelga nacional que afectará el funcionamiento de los puertos exportadores del país, en pleno proceso de comercialización de la última cosecha agrícola y con un mercado internacional que aumenta su demanda de producción nacional.
La medida de fuerza es organizada por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina y la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara).
Los gremios organizaron la protesta ante la falta de respuesta al pedido de mejora salarial que realizaron ante la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina, el Centro Exportador de Cereales, la Cámara Argentina de Biocombustibles, la Cámara Industrial de Aceites Vegetales de Córdoba, la Cámara de Puertos Privados Comerciales y las empresas del sector.
“Llevamos largos meses de infructuosas reuniones en las que las patronales de manera provocadora se limitan a dilatar cualquier posible acuerdo. Estas mismas empresas que entre enero y octubre del año 2020 duplicaron su facturación en pesos gracias a la devaluación y al importante incremento del precio internacional de la soja, son las mismas que llevaron una y otra vez la negociación paritaria al fracaso, mientras se continúa deteriorando el salario de los trabajadores”, señalaron los representantes de los trabajadores.
Por su parte, desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) advirtieron que la medida de fuerza “pone en riesgo la producción para el consumo interno así como la exportación clave del país, como la harina de soja que es el principal producto argentino de venta al exterior. Además se reducen los ingresos para todos y la Argentina pierde participación en el mercado mundial. La extrema medida se ejecuta mientras el Gobierno necesita el ingreso de divisas para fortalecer sus reservas y así garantizar el normal funcionamiento la economía nacional”.
“Las demandas gremiales son incumplibles, no tienen forma de ser atendidas. El reclamo de un bono anual con un aumento del 176%, no existe registro alguno de un pedido similar en ninguna actividad económica en la historia del país. Si la demanda fuese atendida, implicaría que la industria debería endeudarse en más de mil millones de pesos para pagar el estrafalario bono”, agregaron desde la Cámara en un comunicado.
Por otro lado, la entidad que preside Gustavo Idígoras recordó que “el sector durante la pandemia debió enfrentar los flujos de ventas distorsionados, los precios fueron volátiles, hubo una fuerte caída de la molienda (-7,46% con respecto al promedio del quinquenio), una contracción del nivel de actividad al 45% y las regulaciones restrictivas de circulación de camiones, que provocaron enormes perjuicios económicos para los agroexportadores, con el trasfondo negativo de la primarización desde 2018″.
A todo esto se sumaron las complicaciones provocadas por la bajante del Río Paraná, que derivó durante varios meses en un aumento de los costos al momento de la carga de los buques, retrasos, varaduras y castigos de precios a los productos nacionales.
A pesar de las dificultades, la industria aceitera otorgó a comienzos de la pandemia un incremento salarial del 25% para ser revisado una vez que la inflación medida por el INDEC superara ese porcentaje. “Los sindicatos aceptaron ese criterio pero cuando se abrieron las revisiones pusieron sobre la mesa nuevas demandas, con datos de inflación irreales, y pedidos de bonos especiales extravagantes, superiores al 176%”, dijeron desde Ciara.
Paritarias
En relación a la marcha de las negociaciones paritarias, los integrantes de Ciara comentaron que las mismas “se encuentran estancadas ante las pretensiones desmesuradas y de cumplimiento imposible que ponen en riesgo la única fuente de ingreso de divisas del país”.
También se informó que se elevó una propuesta a los sindicatos para ajustar los salarios por inflación vencida hasta agosto de 2021, mes a mes. “Eso garantiza que ningún trabajador pierda poder adquisitivo, tal como lo establece la Constitución Nacional”, dijeron desde Ciara. Otra de las propuestas realizadas por el sector privado fue implementar un bono anual para los trabajadores y una parte variable adicional para aquellos que prestaron tareas efectivas.
“La propuesta empresarial atiende plenamente la inflación estimada para el año y brinda garantías reales y constitucionales, para que ningún trabajador pierda poder adquisitivo. Por eso, hacemos un llamamiento a la comunidad aceitera a mantener sus actividades normalmente; la realidad nacional nos impone la necesidad de seguir trabajando día a día,” expresó Gustavo Idígoras, presidente de Ciara.
Y agregó: “La agroindustria exportadora siempre garantizará que no haya pérdida de salario en relación con la inflación para ningún trabajador del complejo agroexportador, pero es inaceptable que algunos sindicalistas presionen por bonos impagables, absolutamente desconectados de la realidad nacional”.
Por último, Idígoras reclamó a los gremios que acepten la propuesta de Ciara. “La misma garantiza que ningún trabajador pierda derechos ni salario. Cerremos ahora las paritarias y permitamos a toda la comunidad aceitera tener asegurado sus salarios hasta agosto del 2021 sin sobresaltos”, manifestó.
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