En la última semana se alcanzaron varios hitos bursátiles: el Dow Jones de Wall Street superó por primera vez los 30.000 puntos y las principales Bolsas del mundo recuperaron el nivel de precios que ostentaban antes de producirse el golpe económico por los contagios de coronavirus, entre fines de febrero y principios de marzo.
En términos generales, el mundo sigue en recesión y en el caso argentino, se confirma una caída de actividad de dos dígitos para este 2020, el año de la pandemia. Pero los indicadores financieros anticipan un 2021 de recuperación de la actividad perdida, e incluso el de un crecimiento, descontado por adelantado, ante las monumentales inyecciones de liquidez a través de políticas fiscales y monetarias implementadas por los gobiernos de los países desarrollados como emergentes.
El S&P Merval superó los 54.000 puntos por primera vez, un récord en pesos para la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, aunque en dólares todavía está más de 30% por debajo de comienzos del año.
Las Bolsas globales recuperaron los precios previos a la pandemia, aunque las acciones argentinas todavía están 35% más baratas en dólares
En la Convención Anual del IAEF (Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas), el economista Miguel Kiguel, director de Econviews, expresó que “el mundo tuvo una recesión generalizada, una situación muy especial: prácticamente todos los países en forma sincronizada sufrieron una fuerte caída de la actividad. En general esta recesión ha sido fuerte, le pegó a todos sin excepciones y lo interesante fue la respuesta de política económica muy fuerte de gran expansión fiscal, grandes déficits, mucho endeudamiento y mucha emisión monetaria. Esta combinación de políticas ha hecho que la salida de esta caída sea bastante rápida y si aparece la vacuna, como todos estamos esperando, probablemente esto pase a la historia en el segundo trimestre del año que viene y las economías empezarán a recuperarse”.
“A la Argentina esto le pegó de manera más fuerte que a otros países, porque nos encontró con las defensas bajas: con pocas reservas, prácticamente en default y donde la emisión monetaria ponía en riesgo una inflación que ya era muy alta, y eso limitó la capacidad de respuesta”, agregó Kiguel.
Una análisis de The Economist Intelligence Unit proyecta para 2021 un crecimiento del PBI del orden del 3,2% para los EEUU, un 4,9% para la Eurozona, 7,3% para China y un 6,9% para la India. Para la Argentina prevé una mejora de 5% anual, por encima de Brasil, con un 3 por ciento.
En el marco de la reciente EFI Week, Claudio Zuchovicki, gerente de Desarrollo de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, explicó que “el mercado no está viendo la foto de hoy si no las expectativas de futuro. Todas las Bolsas del mundo estuvieron sobre-festejando la eficiencia de la vacuna, que todavía no la vimos. Los mercados con los precios de hoy no justifican lo que las compañías están ganando hoy si no la expectativa de cambio. Suben los activos y las materias primas, pero dispersas: suben más las que tienen algún grado de especulación -los que son insumos de la producción- y está bajando el oro y lo que es considerado reserva de valor”.
Si aparece la vacuna, probablemente esta recesión global pase a la historia en el segundo trimestre del año que viene y las economías empezarán a recuperarse (Miguel Kiguel)
“El mercado ya se anticipó a este bienestar o a un final de la pandemia como tal. Saber el final, que va a terminar, es mucho más importante que el resto de las variables, no importa que el período sea largo, si no que hay un procesos y eso es lo que está festejando el mercado. Pero tiene que salir todo lo suficientemente bien como para convalidar los precios de hoy”, resumió Zuchovicki.
Sectores ganadores, perdedores y oportunidades
José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline, observó que “están virando los sectores. En los primeros meses de este año hubo sectores claramente ganadores, como tecnología. Ahora, con una vacuna inminente, el hecho de que cambie el presidente de los EEUU, con un eje bastante distinto para algunos sectores como energías renovables, entonces vemos sectores como el financiero que a principios de año fueron muy castigados y ahora los vemos repuntando. También consumo básico y consumo discrecional, antes castigados y recuperando ahora. Esto da una pauta de los sectores más interesantes en los próximos meses”.
En el año de la pandemia, las acciones tecnológicas acapararon las ganancias bursátiles y desplazaron nuevamente a los títulos corporativos tradicionales. Si bien el Dow Jones de Wall Street acumula un alza de 12% en noviembre, su mejor mes desde 1987, en 2020 gana apenas 5%, mientras que el promedio tecnológico Nasdaq asciende 39% en once meses.
Reacomodar las inflaciones y las tasas de interés a la expansión monetaria que tuvimos este año es un desafío (Ezequiel Zambaglione)
“Cayó una ‘bomba’ y esa bomba además de hundir a toda la economía y aceleró el cambio estructural. Hay una aceleración del cambio tecnológico. El panel del Dow Jones en los EEUU recién alcanza el nivel que tenía antes de la pandemia, pero al mirar Nasdaq está volando un 30 o 40 por ciento arriba”, advirtió el economista Martín Tetaz.
Ramiro Marra, director en Bull Market Brokers, dijo que “en términos económicos, en la cuarentena vimos una aceleración de muchos procesos en cuanto a tecnología. El tema es si la ‘post-nueva normalidad’ -una vez que esté la vacuna y no esté más el virus- esas empresas tecnológicas van a poder seguir creciendo o van a tener que consolidar sus negocios y empiezan a tener lugar las empresas que fueron muy golpeadas por la cuarentena. La discusión es qué pasa cuando un proceso se acelera tanto, si puede mantenerse en el tiempo o si va a tener un ajuste. Es una cuestión más sociológica que de mercados, que no solo se mueven por cuestiones de balance o de gráficos, sino por cómo actúan las personas en cuanto a la economía cuando pasan hechos como éste. La post-nueva normalidad va a ser distinta a lo que vivíamos antes y también a la cuarentena, y ahí hay que buscar que sectores se pueden ver beneficiados y consolidar sus negocios”.
El mundo tiene que salir lo suficientemente bien de la pandemia como para convalidar los precios de las acciones de hoy (Claudio Zuchovicki)
“La gran pregunta que se hacen los economistas es si hay una recuperación en ‘V’ o en ‘W’ -o ‘canguro’-. Este año tuvo el shock más grande desde 1930 con la Gran Depresión y sumamos que fue el más rápido, básicamente porque hay nuevos instrumentos en el mercado -puts, call, derivados ETF- y mucha liquidez que venía rezagada desde 2008. El estímulo fiscal y monetario es muchísimo más grande que en la Segunda Guerra Mundial, pero no hay más producción porque las fábricas del mundo se frenaron”, describió Joaquín Bagüés, director de Portfolio Personal Inversiones.
Liquidez para financiar la recuperación
Dos noticias políticas en los EEUU impulsaron las ganancias bursátiles, por su implicancia en la economía global en 2021. Una fue el inicio de la transición presidencial norteamericana, después de las elecciones en las que se impuso el demócrata Joe Biden para suceder a Donald Trump. La segunda fue la nominación que hizo Biden de la ex presidente de la Reserva Federal (Fed), Janet Yellen, como candidata a secretaria del Tesoro.
Por su experiencia en la Fed, es de esperar que Yellen comande la aprobación parlamentaria de un apoyo fiscal extraordinario para darle fuerza al crecimiento de la economía de EEUU, que será un complemento de la política monetaria expansiva y de “tasas cero” aplicada por el actual presidente del banco central norteamericano, Jerome Powell.
La baja de tasas y la expansión monetaria han tenido un impacto más fuerte sobre el valor de los activos financieros que sobre el crecimiento económico (Miguel Pesce)
“Cuando pasan estos boom siempre se alinean algunas noticias positivas. El nombramiento de Janet Yellen como candidata a secretaria del Tesoro de los Estados Unidos era muy positivo. Los otros factores que se exacerban unos a otros en forma positiva son el reconocimiento de Donald Trump del triunfo de Joe Biden y la buena noticia acerca de la vacuna anticovid”, puntualizó el analista financiero Luis Palma Cané, de Fimades.
Ezequiel Zambaglione, Head of Strategy de Balanz Capital, advirtió que “incluso sacando lo de la pandemia si es que con la vacuna se normaliza, toda la expansión monetaria que tuvimos este año -y la que venimos trayendo de años anteriores- plantea desafíos estructurales para el mundo. Hay que pensar cómo se reacomodan las inflaciones y las tasas de interés a toda esta expansión monetaria es un desafío hasta académico. Hay quien piensa que esto lo van a poder absorber los bancos centrales y que la inflación y las tasas bajas llegaron para quedarse. Para otros, deberíamos ver una aceleración de la inflación”.
En este aspecto, la salida de la pandemia y su impacto en la actividad económica también fue el centro de debate de las Jornadas Monetarias y Bancarias 2020 organizadas por el BCRA. El premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz aseguró que “países como los Estados Unidos y el Reino Unido se pasaron 40 años denigrando al rol del Estado y eso les imposibilitó responder de manera efectiva” frente a la crisis del coronavirus.
La economía mundial sufrió el shock más grande desde 1930, y el estímulo fiscal y monetario es mayor que en la Segunda Guerra Mundial (Joaquín Bagüés)
Asimismo, el presidente del Banco Central de la República Argentina, Miguel Pesce, dijo que al igual que en la crisis financiera de 2008, en el 2020 “el mecanismo que se utilizó para sostener los niveles de Producto fue la tasa de interés y un nuevo componente, el quantitative easing (expansión cuantitativa), que no es otra cosa que un nuevo nombre para la expansión monetaria” y que esta “baja en la tasa de interés o la expansión monetaria han tenido un impacto más fuerte sobre el valor de los activos financieros que sobre el crecimiento económico”.
En ese mismo escenario, el ministro de Economía Martín Guzmán aseguró que los Estados “van a jugar un rol muy fuerte en la recuperación económica y los Banco Centrales tendrán un protagonismo para la generación y expansión de liquidez”. En el caso de Argentina, advirtió que esta política deberá aplicarse cuidadosamente para que la liquidez “no se vayan al dólar”.
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