Con una demanda en alza y mientras empresas fabricantes aun no lograron normalizar del todo sus niveles de producción, la falta de materiales para la construcción -desde hierro hasta ladrillo- sigue vigente y afecta a la reactivación de uno de los sectores donde más se apuesta para la recuperación económica pospandemia por sus efectos multiplicadores de empleos.
¿Por qué faltan materiales? Desde el sector, lo atribuyen sobre todo a las restricciones sanitarias que tuvieron las fábricas durante la cuarentena, con un porcentaje de empleados que no pudieron reincorporarse, por ser parte de los grupos de riesgo, o por casos de contagio que obligaron a cerrar sectores enteros.
Según las estimaciones del Grupo Construya, que agrupa a las once principales empresas de materiales para la construcción, entre 15% y 30% del personal está hoy ausente en las empresas.
El despacho de cemento en bolsa, en tanto, llegó a 742.000 toneladas en octubre, un récord absoluto de la industria
Esta situación generó retrasos en la producción al mismo tiempo que la demanda se incrementaba rápidamente, a diferencia de lo que sucedió en otros sectores industriales. En mayo, un índice elaborado por el Grupo Construya, que mide la actividad, se ubicó en 77 puntos (la base 100 corresponde a junio de 2002, uno de los meses de menor actividad) y apenas seis meses después, en octubre pasado, ascendió a 414 puntos, apenas un 4% por debajo del máximo histórico.
El despacho de cemento en bolsa, en tanto, llegó a 742.000 toneladas en octubre, un récord absoluto de la industria. Sin embargo, en cemento a granel la recuperación fue menor. El índice mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción que fabrican las empresas del grupo: ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, adhesivos y pastinas, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua.
“La demanda pasó del más absoluto valle a la montaña más alta, en el medio de las restricciones. A eso se sumó que algunas empresas y comercios estuvieron cerradas entre marzo y mayo y vendieron sus stocks. El crecimiento de la demanda, los encontró con stocks bajísimos. Y en el medio puede haber especulaciones porque para el comerciante, lo que tiene en su depósito es su capital. Cuidan su stock por temor a no poder reponer”, explicó Pedro Brandi, presidente de Grupo Construya.
Los aumentos de la demanda tienen que ver, por un lado con la reactivación de las obras de construcción que habían sido paradas al comienzo de la pandemia, pero sobretodo con refacciones, ampliaciones y reparaciones que se comenzaron a poner en marcha en estos meses, y contribuyó al aumento de los precios de los materiales. “Algunas familias tienen excedentes de pesos, que no gastan en salidas o entretenimiento, y lo destinar a ampliaciones y arreglos. La gente quiere sacarse los pesos de encima”, contó Brandi.
Otro factor que impactó en la producción es la falta de acero para la construcción, que se fabrica en base a chatarra, que suele disminuir en los años recesivos
En el sector, no descartan que haya algunos abusos de precios por parte de los comercios, pero también atribuyen los faltantes a que muchos clientes se cubren y piden más de lo que pueden llegar a necesitar, con pedidos de materiales que no se van a utilizar inmediatamente.
Otro factor que impactó en la producción es la falta de acero para la construcción, que se fabrica en base a chatarra, que suele disminuir en los años recesivos. En el caso de los ladrillos, además, la puesta en marcha de los hornos, luego del cierre de las fábricas, puede demandar entre 15 y 20 días de calentamiento.
Esta semana, el presidente Alberto Fernández cuestionó al sector la actitud de “acaparar bienes” para especular con los precios y afirmó que se aplicaría la Ley de Abastecimiento. Unos días antes, el Gobierno había publicado en el Boletín Oficial una Resolución donde se intimó a las empresas que producen, distribuyen y comercializan productos e insumos para la construcción a garantizar el abastecimiento, a través de la resolución 605/20, que regirá hasta fin de año. Esta semana, ya comenzó la Secretaría de Comercio Interior la etapa de inspecciones.
“Es cierto que hay faltantes. Es muy complicado construir. Tuvimos las obras paradas por meses y, de repente arrancamos y, obviamente, la demanda de materiales se disparó. También la demanda familiar para refacciones. Y con la inflación y expectativas de devaluación, hay presión especulativa que se suma”, describió Damián Tabakman, presidente del Cedu (Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos).
“Las fábricas no están a full por el coronavirus y el Gobierno presiona con la ley de abastecimiento. Es un combo estresante. Creemos que en los próximos meses se va a ir normalizando”, agregó Tabakman. Según el empresario, el hierro es uno de los insumos con más faltantes.
Hace unas semanas, la Cámara Argentina de la Construcción difundió una encuesta entre empresas del sector donde observaban faltantes de productos, especialmente en acero redondo, ladrillo hueco, cemento y chapa galvanizada, entre otros. En tanto, entre las causas, se mencionaron, en primer lugar “restricciones a la oferta”, y luego una merma en la producción de fábrica, aumento del consumo e impedimentos del transporte.
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