Faltan sólo 13 días para que el presidente Alberto Fernández cumpla su primer año de mandato y comience a transitar el segundo y, además, empiece a recibir parte de su herencia de un año signado por la deuda, la pandemia y una paralización total de buena parte de la economía durante varios meses.
Con motivo de desarrollarse el Congreso Económico Argentino expusieron tres economistas sobre los escenarios que observan para el 2021 y los desafíos que deberá afrontar la gestión de Fernández y del ministro de Economía, Martín Guzmán.
El primero en exponer fue Luciano Cohan, socio de la consultora Seido quien fue el que trazó el panorama más desalentador. “Tenemos un economía muy golpeada, somos de los países que más va a caer y el impacto de la pandemia va a persistir mucho más en el tiempo”.
Aunque señaló que “ya se recuperó tres cuarto” de la caída de la actividad pre pandemia “observamos que esa dinámica se está desacelerando”. En ese contexto, el ex Subsecretario de Programación Macroeconómica del Ministerio de Hacienda en la gestión de Cambiemos señaló que además de ese menor ritmo “la inflación se está acelerando, está de nuevo entre 3% y 4% pero sin los drivers habituales -tarifas por ejemplo- lo que nos deja que la actividad está creciendo menos y la inflación está subiendo”.
Para Cohan el 2021 enfrentará problemas. El primero es la herencia de 202 y “el problema de los flujos fiscales. Aun cuando empezó el proceso de desarme del gasto COVID la situacion actual de ingresos y gastos implica un gasto primario de alrededor de 5% del PBI, + 1.5%/2.0% de intereses del Tesoro + 2%/3% de intereses del Banco Central”.
El segundo es el problema de los stock. “Hubo en los últimos doce meses un déficit fiscal de 2 trillones de pesos que se financió en su totalidad con el Banco Central. ¿ La mitad los emitió – la base monetaria creció 75% interanual en Agosto – y la otra la consiguió colocando deuda a bancos: las “Leliqs”.
El economista hizo referencia a que el déficit más la generación de pesos está generando un cocktel explosibo. Al punto que graficó el escenario para el 2021 como “problemas explosivos desde lo fiscal y desde lo monetario”.
“Es muy difícil pensar soluciones en el corto plazo que sean indoloras. No hay salidas por arriba, la crisis fiscal es muy profunda y tenemos que adaptar el Estado que queremos tener con el que podemos pagar”, finalizó el funcionario del Ministerio de Economía.
El segundo en exponer fue Lorenzo Sigaut Gravina, Socio y Director de la consultora Ecolatina quien, en camino a contextualizar, arrancó diciendo que “la caída del PBI de este año va a ser igual a la de 2002″ cuando la Argentina sufría la peor crisis de su historia y apuntó parte de su exposición a la brecha cambiaria y los niveles de reservas del Banco Central”.
Respecto a este punto, el economista señaló que “las reservas netas hoy están en 4600 millones de dólares el poder de fuego del banco central es muy bajo. Hubo un giro económico en la politica cambiaria que realizó Guzmán pero la brecha sigue siendo muy alta. Ahi es donde vemos un problema”.
Luego mostró un gráfico titulado “la doble encrucijada de 2021: presiones cambiarias e impacto Covid 19″, en donde plantea tres escenarios partiendo de un 2020 con una caída del PBI de 11,5%, un tipo de cambio (Banco Nación) $ 85 y una inflación de 36 por ciento.
En el primero que sería el mejor de todos, la presión cambiaria es acotada y el impacto del Covid bajo, observa un PBI creciendo 6%, un dólar a $ 115 y una inflación de 42%. El segundo con impacto y presión intermedia muestra un suba del producto dólar a 136 pesos y 53% de inflación. El último en donde esas dos variables tiene un impacto elevado señala una caída de PBI 1%, dólar a 170 y una inflación de 76 por ciento.
“Lo que nos gustaría es que sea el primero de los escenarios, pero nosotros estamos viendo que el escenario intermedio es el que tiene más posibilidades”, señaló Sigaut Gravina.
La última en tomar la palabra fue Milagros Grismondi, economista y también ex funcionaria del ministerio de Economía en épocas de Cambiemos junto al ex ministro Hernán Lacunza.
Grismondi se enfocó más en los índices de pobreza y el impacto que tiene la situación actual y lo que se verá en 2021. Respecto a esto señaló que “la próxima medición, la del tercer trimestre, puede que de mejor porque las mediciones “impares” son más tranquilas por los aguinaldos y en este caso está el impacto de todo el Igreso Familiar de Emergencia (IFE)”.
Sin embargo, la economista que hoy se desempeña en el Banco Ciudad dijo que había que prestarle atención a que “el empleo no se está recuperando más rápido” por lo que el indicador del cuarto trimestre mostraría un nuevo crecimiento de los indicadores de pobreza e indigencia.
“Venimos de una economía que no da respuesta, con una pobreza estructural que se vio profundizada por la pandemia y el mayor desafío para el 2021 es contener la tasa de pobreza”, sentenció.
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