Durante la pandemia de coronavirus, Amazon se embarcó en una ola extraordinaria de incorporación de empleados, a un promedio de 1.400 por día durante los primeros diez meses del año, para consolidarse como el servicio de compras online más poderoso del mundo.
Las incorporaciones tuvieron lugar en su sede central en Seattle, en sus centenares de centros de almacenamiento en los suburbios de ciudades, en comunidades rurales de EEUU y en distintos países del mundo, desde la India hasta Italia. La empresa sumó 427.300 empleados entre enero y octubre, llevando su fuerza de trabajo a más de 1,2 millones a nivel global, un 50% más que hace un año. Su número de empleados se acerca a la población de Dallas, Texas.
La ola de contrataciones se aceleró con la pandemia, que recargó el negocio de Amazon y lo convirtió en un gran ganador de la crisis. Desde julio, la empresa tomó 350.000 empleados, a un ritmo de 2.800 por día. La mayoría son trabajadores de los centros de almacenamiento, pero Amazon también tomó ingenieros en software y especialistas en hardware para impulsar sus servicios de computación en la nube, streaming y venta de accesorios informáticos.
Más de lo que parece
La escala de las nuevas incorporaciones es incluso más grande de lo que parece, porque esos números no incluyen los 100.000 trabajadores temporarios contratados para la temporada de shopping. Documentos internos muestran además que tampoco figuran allí unos 500.000 choferes de entrega de productos que son contratistas y no figuran como empleados de Amazon.
Los 427.300 nuevos no incluyen 100.000 trabajadores temporarios para la temporada de shopping de fin de año ni los 500.000 choferes de entrega de productos, que xon contratistas, no empleados de Amazon
Otras empresas de venta minorista, tanto con centros de venta física como online, compitieron con Amazon este Black Friday buscando estrategias para maximizar las ventas de este fin de año, impactadas por la pandemia. Muchas de ellas alentaron la entrega de mercadería en lugares específicos y tomaron medidas de distanciamiento social, pero aún así tuvieron baja circulación de clientes. Amazon tiene tiene la mayor parte del e-commerce, donde se espera que este año las ventas crezcan 30% por sobre las de la temporada de fin de año de 2019, según la Federación Nacional de Comercio Minorista de EEUU.
Sin parangón
El aumento del número de empleados de Amazon no tiene parangón en la historia corporativa norteamericana y supera por mucho los 230.000 nuevos empleados que Walmart, el más grande empleador privado de EEUU, con más de 2,2 millones de trabajadores, sumó en un año hace dos décadas. La comparación más cercana son los nuevos empleados que enteros sectores industriales incorporaron en períodos de guerra, tales como los astilleros en los primeros años de la Segunda Guerra Mundial o la construcción de viviendas luego del retorno de los soldados que participaron en la guerra, dicen economistas e historiadores económicos.
Incluso para una compañía que regularmente establece nuevos récords, el crecimiento del número de empleados de Amazon es otra muestra de su poderío. Al ritmo actual, va camino de superar a Walmart en menos de dos años y convertirse en el más grande empleador privado del mundo.
Vigilada
Esta expansión tiene lugar mientras legisladores y reguladores en Washington y en Europa suenan alarmas sobre el poder de las grandes empresas “tecnológicas”. Este mes, reguladores europeos presentaron demandas antitrust contra Amazon, acusándola de abusar de su tamaño y de su acceso a inmensas bases de datos para perjudicar a vendedores más pequeños del mercado. Amazon dice en cambio que los vendedores más pequeños prosperan en su sitio y que su parte en las ventas aumentó durante la pandemia. La Comisión Federal de Comercio de EEUU también está examinando a la compañía y se espera que el presidente electo, Joseph Biden, continúe con el escrutinio a los gigantes de la tecnología.
“Nos estamos volviendo una nación Amazon”, dijo Margaret O’Mara, profesora de historia de la Universidad de Washington y columnista de opinión del New York Times.
Con empleados en casi todos los estados, Amazon, que tiene centros de almacenamiento por todo EEUU, para estar cerca de sus clientes, supera potencialmente cualquier resistencia política, dice O’Mara. Según ella, la historia ha mostrado que es riesgoso que una región o un país se vuelvan tan dependientes de un empleador, aunque dijo que Amazon todavía no alcanzó ese punto.
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