El Banco Central salió a cruzar a Rodríguez Larreta por el proyecto de gravar con Ingresos Brutos a las Leliq y a los pases

En una carta dirigida al jefe de Gobierno de la Ciudad, Miguel Pesce le pidió que se abstenga de aplicar nuevos impuestos sobre los instrumentos de política monetaria del BCRA, una de las medidas del gobierno porteño para compensar el recorte en la coparticipación federal

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El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta
El presidente del Banco Central, Miguel Pesce, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodriguez Larreta

El presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Miguel Pesce, respondió con dureza al anuncio del gobierno porteño de eliminar la exención para el impuesto a los Ingresos Brutos a sus dos instrumentos centrales de política monetaria: las Letras de Liquidez (Leliq) y los pases. En una dura carta que hizo pública, Pesce le pidió al jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, que “arbitre los medios a su alcance para impedir la concreción de toda acción que desvirtúe, obstaculice o resulte en pugna con las políticas que lleva adelante la Institución que presido, toda vez que de no observarse tales recaudos se consumarán daños irreparables en la ejecución de la política monetaria y financiera a nivel nacional”.

El titular del BCRA le pidió en la misiva enviada a Rodríguez Larreta que no aplique cambios tributarios que “distorsionan las políticas que lleva adelante el Banco Central mediante la implementación de los instrumentos” para cumplir con las funciones de su Carta Orgánica, en relación a las Leliq y los pases, los títulos que emite el Central para los bancos con el objetivo de regular la cantidad de dinero en la economía.

Una semana atrás, el Gobierno de la Ciudad había anunciado en la presentación de su Presupuesto 2021 que eliminaría la exención a Ingresos Brutos para ambos instrumentos y que incorporaría el impuesto a los Sellos del 1,2% sobre cada resumen de tarjeta de crédito, tal como hacen otras provincias. Esos incrementos impositivos, alegó el gobierno porteño, son la respuesta a que el gobierno nacional decidió retirarle parte de lo que recibía la Ciudad por coparticipación federal y devolvérselo a la provincia de Buenos Aires. Por esa decisión, la Ciudad recibirá $52.000 millones menos, que aspira a compensar con estos impuestos.

En los bancos, por el momento reina la tranquilidad. Para dar la pelea por el impuesto porteño a las Leliq tienen como defensor nada menos que al Banco Central. Ya sea para conservar el control de su política monetaria o por compromiso político con el Poder Ejecutivo, los bancos saben que Pesce está obligado a oponerse a este impuesto sin medias tintas

Si bien el mensaje de Pesce tiene un tono político, no puede obviarse que también aludió a la posibilidad de una instancia judicial. Pesce le recordó a Rodríguez Larreta que la Corte Suprema de Justicia sostuvo que los actos legislativos de las provincias no pueden avanzar sobre el manejo de la regulación que el Congreso delegó al Banco Central. Y citó la causa “Banco Credicoop Cooperativo Limitado c/Entre Ríos, Provincia de s/Acción declarativa de certeza”, del 26 de marzo de 2014. “Las incumbencias que son propias de la especialidad de este Banco Central de la República Argentina conforme su Carta Orgánica, no deben ser afectadas o distorsionadas por disposiciones como las que se derivarían de aprobarse” la propuesta impositiva porteña, expresó Pesce.

La actitud de los bancos

Más que instrumentos de deuda del BCRA, como a veces se los llama, las Leliq y los pases son instrumentos de regulación monetaria. El Central coloca esos títulos a los bancos, que de concretarse el impuesto, verán recortada su rentabilidad, algo a lo que no se resignarán con facilidad. Su stock alcanza a $1,65 billones en el caso de las Leliq y a $870.000 millones en los pases.

En algunas entidades ya se analizan reacciones posibles para compensar esa pérdida, que son las esperables: aumentar la tasa de interés de los préstamos o bien reducir la tasa que pagan a los depositantes. Ambas posibilidades tienen vuelo corto, ya que la demanda de créditos es de por sí muy baja y tampoco hay una gran avidez por depositar en pesos, dadas las expectativas de devaluación. Para los bancos, desde hace mucho tiempo las Leliq representan su vía de mayor rentabilidad, a tal punto que el Central les autoriza a tomar más Leliq a aquellas entidades que incrementen su stock de créditos a pymes. Esa regulación es el único motivo que lleva a muchos bancos a prestarles a las pequeñas empresas con tasa subsidiada, lo que reduce al mínimo el margen financiero.

En los bancos, no obstante, por el momento reina la tranquilidad, según pudo saber Infobae. Para dar la pelea por el impuesto porteño a las Leliq tienen como defensor nada menos que al Banco Central. Ya sea para conservar el control de su política monetaria o por compromiso político con el Poder Ejecutivo, los bancos saben que Pesce está obligado a oponerse a este impuesto sin medias tintas, algo que se inició con la carta conocida hoy.

Según Pesce, la aplicación del impuesto porteño podría consumar daños irreparables en la ejecución de la política monetaria y financiera a nivel nacional

En el tramo más sustancial de su carta a Rodríguez Larreta, Pesce señaló: “Me encuentro en la necesidad de solicitarle tenga a bien arbitrar las medidas necesarias a fin de evitar que se efectivicen acciones de carácter tributario que distorsionan las políticas que lleva adelante el Banco Central de la República Argentina, mediante la implementación de los instrumentos que se encuentran legalmente previstos con la finalidad de lograr la estabilidad monetaria, financiera y cambiaria, que, conforme el artículo 3 de su Carta Orgánica, se erigen como premisas básicas de sus funciones y finalidad”.

Agregó además que “deviene imperativo poner de relieve que las facultades de la Ciudad en materia de generación de recursos, en modo alguno deben ser consideradas como ilimitadas” y recordó que “el diseño tributario, y la ulterior ejecución de las disposiciones que resulten finalmente aprobadas, imponen la insoslayable necesidad de no afectar el ejercicio de las finalidades y funciones que han sido atribuidas al Banco Central de la República Argentina en los aspectos referenciados”.

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