El Banco Central admitió el impacto de la brecha cambiaria en los precios y advierte tres factores que harán subir la inflación

La entidad monetaria consideró que el aumento de tarifas, los incrementos salariales y la decisión de las empresas de recomponer de rentabilidad luego de la inactividad por la pandemia presionarán los precios al alza en los próximos meses

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El Banco Central admitió ayer que durante el tercer trimestre del año se frenó el proceso de desaceleración de la inflación registrado en la primera parte y atribuido, por la propia entidad, al congelamiento de tarifas, el anclaje del dólar oficial, la muy acotada recomposición de los salarios y a la reacción de los precios debido a las medidas de aislamiento durante la pandemia. En modo inverso, la corrección de todos estos factores tendría el efecto contrario, es decir, impulsaría mayores tasas de inflación. Así lo advirtió en el Informe de Política Monetaria (IPOM), en el que el BCRA anticipó el ajuste de los precios de los servicios públicos, el avance de las paritarias y “la búsqueda de recomposición de los márgenes” de ganancias son las principales variables que impulsarán el avance de los precios.

“Hacia delante algunos factores podrían ejercer presión sobre el proceso de formación de precios, entre los que se encuentran: la recuperación del precio relativo de los servicios, el avance de acuerdos paritarios y la búsqueda de recomposición de los márgenes de comercialización minorista en algunos sectores”, se afirma en el texto. Agrega que “se espera que la coordinación de estas fuerzas por parte del Gobierno” permita mantener una baja gradual de la inflación.

Si bien a lo largo de todo el informe hace referencia en reiteradas ocasiones al crecimiento de la brecha cambiaria, al que alude como la volatilidad del “diferencial existente entre el tipo de cambio implícito en las operaciones de compra venta de títulos y el tipo de cambio oficial”, no la incluye como uno de las causas que podrían impactar. En cambio, sí reconoce que la disparada de la cotización del dólar financiero y del informal, que caracteriza como “mayor incertidumbre financiera”, fue uno de los motivos que causaron el salto a 3,8% mensual de la inflación en octubre. El propio ministro de Economía, Martín Guzmán, había admitido que el registro del mes pasado reflejaba el impacto de la suba del precio de los dólares alternativos, que el mes pasado alcanzó en el caso del blue un pico de $195. “Los precios regulados se fueron actualizando. Además, hay cuestiones estacionales con las frutas y verduras, un cambio de estación que impacta en el precio en la ropa y semanas muy malas en la brecha cambiaria”, sostuvo Guzmán días antes de que se conociera oficialmente el IPC de octubre.

El 3,8% de alza en
El 3,8% de alza en la inflación de octubre promedia comportamientos divergentes en los precios de distintos sectores

El Banco Central, en tanto, acotó el impacto de la brecha a sectores puntuales. “Durante el tercer trimestre la inflación minorista se ubicó por encima de los registros del segundo trimestre. En este comportamiento influyeron las adecuaciones en los programas gubernamentales de administración de precios, actualizaciones paritarias y, en algunos rubros transables puntuales, la mayor incertidumbre financiera”, se lee en el IPOM, en el que se destaca que en los últimos tres meses se repitió el patrón observado desde el inicio de las restricciones a la circulación, según el cual los precios de los bienes crecieron por encima de los precios de los servicios.

“Los precios de los bienes subieron a un ritmo de 3,1% (0,7 puntos porcentuales respecto del trimestre previo), por encima de los de los servicios que lo hicieron a una tasa mensual promedio de 1,2%. En octubre, esta tendencia implicó subas en los bienes de 4,6% y en servicios de 1,9%”, recordó la publicación del BCRA.

Ese patrón es mayormente consecuencia del congelamiento de las tarifas, ya que las subas entre los precios regulados se deben a las actualizaciones del precio de los combustibles. De ahí la extrema sensibilidad -y previsiblemente también las sucesivas prórrogas- para avanzar en el ajuste del precio de los servicios públicos, cuyo decreto de congelamiento vence el próximo 17 de diciembre. Incluso sin esos aumentos, la tasa de inflación que se prevé tanto entre privados como en despachos oficiales para este mes y el próximo se ubica por encima de 3%, lo cual hace temer el recalentamiento que podrían producir en el inicio del próximo año. Lo cierto es que el primer trimestre de cada año suele ser de alta inflación, con lo cual el aumento de tarifas a partir de marzo presenta el mismo desafío.

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