En medio de la pandemia y en un año de fuertes cambios en los hábitos de consumo, la cadena de supermercados mayoristas Makro acaba de inaugurar una nueva sucursal, la número 24, en la localidad de Benavidez, en la provincia de Buenos Aires, con una inversión de $850 millones y adaptada a la “nueva normalidad”.
En los últimos años, el tipo de clientes que recibe la cadena —entre comerciantes y las familias que se abastecen para su consumo hogareño— se fue modificando y hoy son mayoría los consumidores finales, con un 53% del total frente a los profesionales. Uno de los cambios que se profundizaron con la pandemia.
El directivo venezolano Pedro Balestrini, CEO de la compañía en la Argentina, dialogó con Infobae sobre los cambios en el consumo y los planes de la compañía para los próximos años:
—¿Cómo evolucionó el consumo desde el pico por el stockeo al comienzo de la cuarentena?
—Tuvimos un pico en marzo y abril, con un consumidor con mucha incertidumbre buscando stockearse con productos no perecedoros; y luego, de alguna forma, comportándose en función a la evolución de la pandemia en su región. En algunas regiones fue muy intenso, en las zonas donde se concentraban los contagios, y en otras regiones era un poco menor. Pero luego empezó a ocurrir la contrario, empezó a estabilizarse donde había mayores contagios y en las otras zonas comenzó a incrementarse.
Ahí se pudo haber experimentado un leve pico, leve para no comparar con el de marzo. A lo largo del tiempo, algunas categorías que estuvieron muy golpeadas al principio empezaron a recuperarse. El cliente empezó a abastecerse de otras cosas. Bebidas, por ejemplo, que estuvo muy impactada al principio. No se ha recuperado del todo, pero ha venido experimentado cierta recuperación en los últimos dos meses.
Ha sido un consumidor un poco más retraído porque también hubo zonas donde los harorioas han sido restringidos, algunas tiendas cerraron más temprano porque así lo establecían las municipios.
—Están inaugurando una sucursal en un contexto donde las empresas multinacionales restringen sus inversiones o deciden irse del mercado argentino. ¿Cómo evalúan el contexto local?
—Tenemos 32 años en la Argentina y el grupo al que pertenecemos tiene presencia en 60 países y más de 120 años de vida. Hemos visto muchas cosas en diferentes países. Cuando llegamos a un país es para estar, no para entrar y salir de acuerdo a la situación. Claro que nos ajustamos de acuerdo a la coyuntura que existe, pero siempre miramos hacia adelante, a 15, 20 o 30 años. No tenemos un límite en el horizonte cuando desembarcamos en algún sitio.
En tantos años acá, hemos visto tantas cosas. Conocemos los vaivenes de Latinoamérica. Tenemos una responsabilidad con el país, con nuestra gente, con los consumidores. Sortearemos la situación y seguimos adelante.
—¿Cómo cambió la relación entre los clientes de la cadena, comerciantes y consumidores finales?
—Hoy el consumidor final representa el 53%, antes era al revés. Este cambio lo veníamos viendo en años anteriores, el consumidor venía volcándose a la propuesta mayorista, buscando surtido y precio. Nuestro modelo lo estamos ajustando a raíz de la pandemia, venimos con la incorporación de un modelo de mayoreo adaptado al consumidor final. Pero lo estamos haciendo en varios países, no solamente en la Argentina.
—¿Hay problemas con el abastecimiento de productos?
—Lo atribuiría principalmente a cómo afectó la pandemia a todos los que estamos en negocios, no importa cuál. Todos han tenido que cerrar parcial o completamente, nadie escapa a esta situación, todo el mundo ha hecho su esfeurzo en la cadena por tener los productos a la mano del consumidor. Algunos, en algún momento, ha tenido una caída y se ha recuperado y ha venido otro. Ha sido una cuestión irregular, pero no puede decir que haya afectado tan fuertemente.
—Están dentro del programa de Precios Máximos y Precios Cuidados y también con sus marcas propias, ¿cómo creció la demanda de estas opciones?
—Son productos de alta demanda. En las marcas propias el atractivo es el precio pero también la calidad. La empresa tiene las marcas propias Aro, destinada al canal gastronómico, M&K y Ternez, marca propia de carne vacuna. En total, tenemos ocho marcas registradas en la Argentina.
—¿Cómo evolucionará el consumo el año próximo, luego de varios años en baja?
—Según las consultoras, se prevé terminar el 2020 con una pérdida de consumo. Pero vemos al año 2021 con una recuperación. Esta nueva normalidad nos llevó a reinvertarnos, desde todo punto de vista. Así pase la pandemia, hay un cambio en la manera de vivir, de trabajar. Tampoco volverá inmediatamente la situación prepandemia en los hábitos del consumo. Va teniendo un mix y una demanda un poco distinta.
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