“Teoría maradoniana”: hasta en la economía, Diego Maradona hizo hablar a los ingleses y dejó su nombre en los libros

Quince años atrás, un banquero central inglés trazó una analogía entre el célebre gol de México’86 y la forma en que las expectativas impactan sobre los actores económicos. Desde entonces, la figura es utilizada por los expertos en política monetaria

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Las expectativas que tenían los
Las expectativas que tenían los perplejos defensores ingleses, según la teoría maradoniana, es la misma que en ocasiones pueden tener los actores económicos (Foto: AFP)

El más grande de todos los tiempos en el fútbol también dejó su marca en la economía. No solo porque generó múltiples negocios alrededor de su talento y carisma únicos, sino también porque dejó su nombre en el plano académico gracias a la “teoría maradoniana”. El que la impulsó, paradójicamente, fue un inglés.

¿Cómo llegó Diego Maradona, hoy llorado en todo el mundo, a los libros de Economía? El 17 de mayo de 2005, el presidente del Banco Central de Inglaterra, Mervyn King, dictó una conferencia, reflejada además en un difundido paper, aún citado por expertos de todo el mundo. Ese día nació la “teoría de las tasas de interés de Maradona”.

En su disertación, King comparó los movimientos de Maradona enfrentando a los defensores de su país en México’86, en la tarde del mejor gol de todos los tiempos, con las decisiones que deben tomar los banqueros centrales moviendo las tasas hacia arriba y hacia abajo. Así lo había reflejado Infobae en ese momento.

King explicó que si un banco central logra tener una inflación constante moviendo la tasa de interés ante cada shock, “los hogares y las empresas sabrían que nunca surgirán posibles movimientos en la inflación porque todos los shocks futuros serían compensados instantáneamente por cambios en las tasas de interés.”

“Si la gente esperase que el banco central se comporte de forma aleatoria, entonces el comportamiento de los hogares y las empresas cambiaría, y la inflación dejaría de ser estable”, agregó.

Allí, ingresó en escena Diego. “Esto es lo que yo llamo la teoría de tasas de interés de Maradona. El gran futbolista argentino, Diego Maradona, no suele asociarse con la teoría de la política monetaria. Pero su actuación contra Inglaterra en la Copa del Mundo en México en junio de 1986 es una ilustración perfecta de mi punto”, señaló el inglés.

Edificio del Banco Central de
Edificio del Banco Central de Inglaterra, en Londres

Los dos goles que sufrió Inglaterra, ambos célebres a su manera, le sirvieron a King para trazar una analogía con las decisiones de un banquero central frente a la inflación.

“El primer gol de la ‘mano de Dios’ de Maradona fue un ejercicio del antiguo enfoque de ‘misterio y mística’ de la banca central. Su acción fue inesperada, inconsistente en el tiempo y contra las reglas. Tuvo suerte de escapar con eso”, señaló.

Su segundo gol fue un ejemplo del poder de las expectativas en el teoría moderna de tasas de interés. Maradona corrió 60 yardas desde su propio campo chocando con cinco jugadores antes de colocar el balón en el arco inglés. Lo verdaderamente notable, es que Maradona corrió prácticamente en línea recta. ¿Cómo puedes vencer a cinco jugadores corriendo en línea recta? La respuesta es que los defensores ingleses reaccionaron a lo que esperaban que hiciera Maradona que era moverse hacia la izquierda o hacia la derecha. Pero Maradona pudo seguir en línea recta”, sorprendió King a su auditorio.

Su conclusión es que la política monetaria funciona de manera similar y que los mercados reaccionan en base a lo que se espera que haga un banco central. “En los últimos años, el Banco de Inglaterra y otros bancos centrales han podido influir en la trayectoria de la economía sin realizar grandes movimientos en las tasas de interés. Se dirigieron en línea recta hacia sus metas. ¿Cómo fue eso posible? Porque los mercados financieros esperaban que las tasas subieran o bajaran”, concluyó King.

Hablar de la “teoría maradoniana” para explicar ese aspecto de la política monetaria, desde entonces, ha sido una expresión utilizada por economistas y funcionarios de todo el mundo, aún cuando Mervyn King dejó la presidencia del Banco Central de Inglaterra en 2013. De ese modo, demostró que un aspecto central de la política monetaria es cómo las decisiones de un banco central influyen en las expectativas de los actores económicos. Esas mismas expectativas fueron las que tuvieron los defensores ingleses esperando que en algún momento Maradona corriera hacia alguno de los costados, algo que nunca ocurrió. Su genialidad fue tal que también quedó en plasmada en la teoría económica.

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