Los indicadores de actividad volvieron a mostrar en septiembre y octubre una modesta mejora desde los mínimos anotados en el segundo trimestre cuando la irrupción de la crisis sanitaria llevó a la virtual parálisis de todas las actividades decretadas no esenciales por parte del Gobierno nacional.
“Los primeros datos de octubre acompañan la tendencia de septiembre. De acuerdo al índice adelantado de producción industrial del Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI), que toma como insumo el consumo de energía en base a Cammesa, la actividad industrial muestra una suba interanual del 0,5%”, según describe el anexo II de la Decisión Administrativa 2.086 del 19 de noviembre, publicada en el Boletín Oficial el pasado viernes 20, por pare del Ministerio de Desarrollo Productivo, a cargo de Matías Kulfas, la cual determinó la extensión selectiva del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP).
Y agrega, “Si bien los indicios de recuperación son claros, no es menos cierto que la mejora de la actividad productiva es profundamente heterogénea, con sectores que hoy operan en niveles similares a la prepandemia (como la industria, la construcción y buena parte del comercio) y otros que continúan con niveles de afectación muy severos (como, por ejemplo, el turismo y las actividades culturales)”.
La actualización de la serie de aportes y contribuciones al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) por parte de la AFIP a agosto avalaba ese comportamiento heterogéneo del mercado laboral formal, fenómeno que como explicaba poco días atrás el Ministerio de Desarrollo Productivo, se extendió a los dos meses siguientes. Puesto que sobre un total de poco más de 18.500 empleadores de un total de 541.357 formalizados que habían dejado de cumplir con el ingreso de aportes y contribuciones de 251.000 empleados, sobre una nómina agregada de casi 8 millones de asalariados anotados en febrero último, apenas comenzaron a regularizarse en agosto 670 empresas y sumar 9.833 trabajadores en relación de dependencia.
Al cierre de agosto el SIPA mantenía 17.830 menos empleadores aportantes que en febrero y 214.141 puestos de trabajo por debajo del umbral precuarentena
En el caso de los patrones, las reincorporaciones representaron 0,13% del total, a un ritmo de 3,6% en el mes, que de sostenerse implicaría volver a los registros de febrero 2020, precuarentena por el covid-19, en unos 30 meses.
En valores absolutos el aumento se repartió en casi partes iguales entre los productores de bienes (358) y los productores de servicios (321), pese a que los primeros representan un cuarto del total, y los segundos 3 de cada 4 fuentes de trabajo.
Por el contrario, en términos de efectos sobre el empleo, la franja más dinámica fue en agosto la de los servicios, la cual representa también el 74% del total de los puestos asalariados formalizados, y regularizó los aportes y contribuciones al sistema previsional de poco más del 86% del total de los trabajadores que volvieron a sus tareas; mientras que la economía real apenas explicó casi el 14% restante.
En los sectores críticos, y como puede verse en el cuadro, “la afectación de la actividad fue profundamente más severa por el covid-19. Mientras que en febrero no había diferencias en la actividad económica entre sectores críticos y no críticos (con la mediana de la facturación real cayendo al 5% interanual en ambos casos), desde marzo esas diferencias se hicieron notorias. En abril, la mitad de las firmas en sectores críticos tuvo caídas superiores al 85,2% real (una caída 37 puntos porcentuales mayor a la experimentada en ramas no críticas)”, destaca el análisis del Ministerio de Desarrollo Productivo.
Y concluye el informe de marras: “Al igual que lo ocurrido en los sectores no críticos, de a poco, las ramas críticas también han ido mejorando en su facturación: en septiembre, la mediana de la variación de la facturación real interanual pasó a ser de menos 59,8%, lo cual representa una mejora superior a los 25 puntos porcentuales respecto a abril. Esta mejora ha sido evidente en ramas como la gastronomía, que pasó a estar habilitada en gran parte del país en los últimos meses. De todos modos, a la vez que es cierta esta mejora gradual en la actividad productiva, es también innegable que los sectores críticos continúan aún en niveles muy reducidos de actividad y por este motivo continúan siendo elegibles para el salario complementario en el marco del ATP”.
Bajo ritmo de reincorporaciones en un clima de negocios desfavorable
Pese a ese diagnóstico del Poder Ejecutivo, el Gobierno y el Poder Legislativo avanzaron con la sanción de un nuevo Impuesto sobre la Riqueza que atenta contra las decisiones de las empresas de acelerar la recuperación de la actividad económica a partir de la flexibilización de la cuarentena, porque lejos de aumentar aún más las altas rentas, pone una imposición sobre los activos productivos no líquidos, con lo que desalentará la reinversión y la creación de empleos.
La coyuntura es aún muy compleja para la mayor parte de los sectores de la producción de bienes y de servicios
Según los datos actualizados de la AFIP en agosto aún se registraban 17.830 empleadores menos que en febrero entre los aportantes al Sistema Integrado Previsional Argentino, y 241.141 puestos de trabajo por debajo de los 7,87 millones declarados seis meses antes.
En ese caso, sobre 19 grandes ramas de actividad, sólo dos lograron superar en agosto la nómina de trabajadores registrados en febrero último: “Suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado”, aumentó en 157 puestos de trabajo, y el conjunto de la industria manufacturera 6.468; repuntaron 0,2% y 0,6%, respectivamente.
Mientras que todas las restantes mantuvieron bajas de 0,2% a más de 6%, como explotación de minas y canteras 6,3%; servicios inmobiliarios 6,5%; servicios profesionales, científicos y técnicos 7%; servicios artísticos, culturales y deportivos 10,7%; servicio de hoteles y restaurantes 14%, y construcción 18,3 por ciento.
Y tanto las expectativas que relevó el Indec entre empresarios de la construcción y de la rama manufacturera, como el Ministerio de Trabajo en las empresas con más de 10 empleados, anticipaban que el escenario de lenta recuperación de puestos de trabajo, con muchos casos con presupuestos a la baja, continuará hasta los primeros meses del año próximo.
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