Los ejecutivos de finanzas reclamaron un plan económico, estabilidad cambiaria e incentivos fiscales a la inversión.
En una encuesta que se realizó para la 41º Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF) que se desarrolla bajo el lema “El futuro del día después”, los empresarios anticiparon una recuperación económica para el 2021, pero que no necesariamente será acompañado por un crecimiento en la inversión, sino por la utilización de la capacidad instalada ociosa.
Sobre la base de un sondeo a 100 de las principales empresas líderes de Argentina, realizada por la empresa EY en conjunto con el IAEF, el impacto del 2020 fue muy fuerte, ya que la pandemia afectó negativamente las cifras comparativas con años anteriores, aún contra 2019, año que también había sido recesivo.
Tanto es así que el 61% de las empresas encuestadas empeoró sus ventas y su rentabilidad durante este año.
Pero la perspectiva, con los anuncios de las vacunas, es mucho más optimista. El mismo trabajo señala que cuando se consultó a los empresarios que esperan para el 2021 el 80% respondió que estima una mejora de su volumen y rentabilidad para 2021 y el 56 % también incrementarán su inversión, fundamentalmente en activos fijo y tecnología (75%).
“Las empresas nos han contestado que estiman una recuperación para el 2021, pero al mismo tiempo casi el 90 % de los encuestados utilizará la capacidad ociosa resultante de la crisis, lo cual, si bien es positivo, no resulta un crecimiento sustentable y necesario para comenzar el sendero de generación de empleo y reducción de la pobreza.”, destacó Pablo De Gregorio, socio de Estrategia y Transacciones de EY Argentina.
“En síntesis, del conjunto de respuestas se desprende que las empresas perdieron valor y no esperan una gran recuperación de este en el corto plazo”, agregó.
Mientras las empresas buscan sortear la crisis de 2020 y empiezan a programar el 2021 con diferentes escenarios -no será lo mismo con vacuna que sin vacuna- también reclaman medidas claras de parte del Ejecutivo en función de esa transición.
Frente a la consulta de qué medidas generales creen necesarias para favorecer la confianza a la hora de decidir una inversión, los ejecutivos consultados apuntaron a “un plan económico claro y sustentable” en un 30%, “una política cambiaria estable” un 26% de los encuestados, “una reforma tributaria que estimule la inversión” (17%), “leyes de protección a las inversiones” (16%) y un 10% apuntó a “acuerdos” del Gobierno con sindicatos, con diferentes sectores e internacionales.
El trabajo también señala que los empresarios se sienten al margen de la responsabilidad de generar confianza, ya que cuando se los consulta sobre los sectores que “deberían incentivar” la confianza sólo el 6% respondió el empresariado mientras que el 9% apuntó a los sindicatos.
Las tintas están cargadas sobre los poderes del Estado, pero no principalmente en las espaldas del Poder Ejecutivo (30%) ni del Legislativo (25%); sino que los empresarios entienden que desde el sector público la mayor responsabilidad recae sobre el Poder Judicial (31%). Pero como es obvio, la visión de un 2021 mejor que este 2020 parece simple. Sin embargo, no sería para todos.
El trabajo señala que los sectores con mayor potencial para impulsar el crecimiento son los agronegocios y la energía, pero también se destacaron este año los servicios y la tecnología, lo que da especial importancia a las industrias basadas en el conocimiento.
Un punto no menor es que el 42% de los encuestados señaló que necesita mejoras en la infraestructura de las comunicaciones para poder potenciar sus inversiones. El doble que aquellas que respondieron que sería necesario invertir en la red de gas y electricidad. Sólo el 17% apuntó a los caminos, el 9]% a los puertos y el 7% a la red ferroviaria.
Quizás esto tiene que ver con que, en medio de la pandemia se aceleraron los procesos de teletrabajo, el 30% ya tiene pensado para 2021 el modelo de trabajo remoto parcial, y el 21% mayor inversión en tecnología.
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