La expectativa por una pronta normalización de la economía global empuja a nuevas ganancias bursátiles que consiguieron, en un plazo de ocho meses, borrar las pérdidas por el avance del coronavirus.
Para ilustrar esta dinámica, el proveedor de índices bursátiles MSCI (anteriormente Morgan Stanley Capital Internacional) elabora un indicador que refleja el desempeño de las empresas con mayor capitalización bursátil de 23 países desarrollados, que representan aproximadamente el 88% de la capitalización bursátil a nivel mundial.
El MSCI World Index –excluido Estados Unidos– rebotó un 50% desde los mínimos de 2020 y superó los 2.000 puntos en los que cotizaba antes del derrumbe bursátil. Esa caída, iniciada a partir del 24 de febrero –en coincidencia con la escalda de casos y decesos por Covid-19 en Europa, durante la primera ola– recortó un 33% del valor de este índice, que alcanzó niveles no vistos desde junio de 2012.
En los últimos ocho meses, el Dow Jones subió 61% y el S&P Merval, medido en dólares, recuperó 41%
El Nikkei de la Bolsa de Tokio alcanzó niveles máximos desde 1991 y ya está 9% por encima del valor que marcaba antes de la propagación de los contagios de coronavirus.
El FTSE de la Bolsa de Londres recuperó un 21% desde el piso de precios de este año, el pasado 11 de marzo, aunque todavía está 15% debajo de la puntuación de cierre de 2019. El DAX de Fráncfort está -1% en 2020, aunque desde el 18 de marzo –su mínimo anual– recuperó un 36 por ciento.
El MSCI World Index es un referente de renta variable global amplio que representa el rendimiento de acciones de mediana y alta capitalización en los 23 países con mercados de capitales desarrollados.
Hoy el índice Dow Jones de Industriales alcanzó por primera vez a los 30.000 puntos, un récord histórico
En Wall Street, el índice Dow Jones de Industriales alcanzó este martes por primera vez los 30.000 puntos. El referente de las bolsas de Nueva York gana este martes más de un 1% a un nuevo máximo histórico. En ocho meses transcurridos desde el “piso” de precios de 2020, el pasado 23 de marzo, el Dow Jones acumuló una ganancia de 62 por ciento.
En 2020, el Dow Jones está un 6% positivo, mientras que el tecnológico Nasdaq conserva una extraordinaria mejora del 38% en el año, una ganancia que impide ver los efectos recesivos de la pandemia.
José Ignacio Bano, gerente de Research de InvertirOnline, advirtió que en las últimas semanas “están virando los sectores. Los ganadores al principio del año fueron los títulos tecnológicos, mientras que con la irrupción de la vacuna y el cambio de presidente en los EEUU reactivó al sector financiero, y el de consumo básico o discrecional ahora se está recuperando. El Dow Jones viene ahora ‘performando’ mejor, por encima del S&P 500, y el Nasdaq está tranquilo”.
Ramiro Marra, director en Bull Market Brokers, acotó que “se aceleraron muchos procesos con la tecnología. Hay que ver si las tecnológicas van a poder seguir creciendo con la ‘post-nueva normalidad’ pasado el coronavirus. La gran discusión es qué pasa cuando un proceso se acelera tanto, si se puede mantener en el tiempo o va a venir un ajuste. Es una cuestión más sociológica que de mercado”.
La Bolsa argentina se acopla a los movimientos en el exterior, pero con sus particularidades, pues la economía nacional atraviesa su tercer año consecutivo de caída –que en 2020 superaría el 10%– y el peso reincide en un permanente sendero de depreciación. El panel S&P Merval gana en el año un 28% en pesos, mientras que medido en dólares –contado con liqui– aún está un 35% debajo de los valores del cierre de 2019. No obstante, desde el piso del 18 de marzo, el Merval en dólares experimentó un rebote del 47 por ciento.
En la jornada de hoy, el S&P Merval subió un 5,3% en una rueda con alzas generalizadas entre las que se destacó la acción de YPF, que creció un 11,6%. En el mes, el papel de la petrolera estatal se elevó un 59%.
En el mundo las acciones y el crudo subían, mientras que el dólar de EEUU caía frente a otras divisas, ya que los inversores ponían sus esperanzas de una recuperación económica en las vacunas contra el coronavirus, aun con el creciente número de contagios a nivel global y los retrasos en la aprobación de nuevos estímulos en Estados Unidos.
La transición presidencial en EEUU y el desarrollo de las vacunas contra el covid-19 despejaron las principales incógnitas que llevaban incertidumbre a los inversores
La vacuna desarrollada por AstraZeneca y la Universidad de Oxford es el tercer gran ensayo que reporta datos exitosos después de la estadounidense Moderna y la asociación de Pfizer con la alemana BioNTech, lo que llevó a los inversores a buscar activos de mayor riesgo debido a las esperanzas de una rápida recuperación económica.
Por el otro, la elección de Janet Yellen como secretaria del Tesoro por parte de Biden da indicios de que planea actuar agresivamente para reactivar la economía más grande del mundo, al poner al mando de su política económica a una ex presidente de la Reserva Federal que se caracterizó por dar curso a los estímulos monetarios.
Los mercados financieros prevén que, con Yellen a cargo, el Departamento del Tesoro de Biden estará preparado para unirse a las políticas del presidente de la Fed, Jerome Powell, de bajas tasas de interés por más tiempo, con un gasto gubernamental ampliado y expansivo.
Medidas en dólares, las acciones argentinas aún están -en promedio- un 38% debajo de los precios de fines de 2019
Ezequiel Zambaglione, Head of Strategy de Balanz Capital, subrayó que “toda esta expansión monetaria es un desafío para el mundo, para ver cómo se van a reacomodar las tasas de interés y la inflación. Algunos prevén que las tasas en cero llegaron para quedarse y otros prevén una aceleración de la inflación”.
Lucas Gardiner, director de Portfolio Personal Inversiones, recordó que “este 2020 fue atípico, con muchísima volatilidad por un evento disruptivo que nadie esperaba, pero el paradigma del mercado viene cambiando hace tiempo: desde el 2008 que las tasas siguen bajas y tenemos que pensar en cómo adaptarnos a tasas de inflación y de rentabilidad muy bajas. Ir contra la corriente es dejar pasar muchas oportunidades”.
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