Con el aumento de YPF de los valores de los combustibles, el resto de las empresas del sector iniciaron el mismo camino. A menos de 24 horas de que la mayor petrolera del país anunciara el aumento, la petrolera Raizen que comecializa a través de la marca Shell y Puma hicieron lo propio y retocaron los valores en sus puntos de venta.
De esta manera, a modo de referencia, los nuevos precios en los surtidores de Shell en la ciudad de Buenos Aires son: la Shell V-Power nafta pasa de $ 72,74 a $ 74,90 lo que marca un alza de 2,97%; la Fórmula Shell Super, de $62,64 a $ 64,56, un incremento de 3,07%; la Shell V-Power Diesel, de $68,89 a $ 7,81 una suba de 2,79% y por última el litro de Shell Fórmula Diesel que pasa de $ 59,99 a $ 61,79, lo que marca un incremento de 3 por ciento.
En el caso de Puma, fuentes del mercado confiaron que ajustará el mismo porcentaje que lo hizo la de bandera nacional.
Según había comunicado YPF, en la Ciudad de Buenos Aires el alza es de 2.85% en promedio y ese es el modelo de las estaciones Puma, en donde el litro de súper aumentó 2,85%, la premium ajusto 2,89%, el gasoil 2,86% y el gasoil “premium” 2,87 por ciento.
La estaciones de servicios Axion son las únicas que aún no anunciaron el porcentaje de ajuste que tendrán sus productos, pero se espera que lo haga en las próximas horas.
Los expendedores de combustibles aseguraron este lunes que los precios de las naftas “están atrasados” y deberían aumentar entre 6 y 7% el mes que viene. Así lo indicó el gerente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA), Guillermo Lego, tras la decisión de YPF de aumentar, desde este lunes, los precios de los combustibles que comercializa en todo el país.
YPF aplicó ya cuatro subas consecutivas -agosto, septiembre, octubre y noviembre- con un acumulado del 19%, por encima de la inflación de ese período.
Impuestos
Un punto a tener en cuenta es que este aumento que están llevando adelante YPF y Shell y que se espera que pronto se sumen Axion y Puma, es por una decisión comercial y no por el impacto del impuesto a los combustibles líquidos, algo que sucederá a partir del 1 de diciembre, lo que augura un nuevo aumento antes de fin de año.
Por la pandemia de coronavirus, el Gobierno había postergado la actualización de los impuestos que gravan a los combustibles hasta el 1 de octubre. Sin embargo, el Poder Ejecutivo decidió posponer el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC), ambos con impacto en el precio de los surtidores, hasta el 1 de diciembre.
Mediante un decreto que lleva la firma del presidente Alberto Fernández, del Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero se estableció que dadas “las circunstancias actuales y la necesaria estabilización de los precios ameritan que la actualización del primer trimestre de 2020 surta efectos desde el 16 de octubre de 2020, inclusive y que toda otra actualización se suspensa hasta el 1 de diciembre de 2020”.
En ese contexto lo que queda asegurado es que si no hay una nuevo norma que establezca una extensión de la prórroga ya establecida, los consumidores deberán comenzar a hacerse a la idea de un nuevo ajuste del valor del litro de los combustibles en los próximos dias.
La pregunta que surge ahora es cuánto podría aumentar la nafta y el gasoil una vez que se haga efectiva la actualización impositiva dentro de dos semanas. Según consultoras, la medida podría provocar aumentos de 3,3% y 2,3 % sobre los precios de las naftas y el gasoil en la Ciudad de Buenos Aires.
“De concretarse dichas actualizaciones, y dada la fijación del precio del petróleo crudo establecida en el Decreto 488/2020, las mismas podrán ser trasladadas al precio de surtidor o absorbidas por el margen de refinación de las compañías, afectando su caja y su desempeño”, detalló el informe que elaboró la consultora Energy Consilium, dirigida por el ex ministro de Energía durante el macrismo Juan José Aranguren.
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