La decisión del Gobierno de reinstaurar el esquema de Impuestos Internos para algunos productos electrónicos a partir de enero próximo tuvo como un doble propósito: aumentar la recaudación, en momentos de bajos ingresos para el fisco por la pandemia, y volver a generar mayores beneficios para los artículos producidos en Tierra del Fuego respecto de los provenientes del resto del mundo.
Frente a un esquema, dispuesto por el gobierno de Cambiemos, en el que en 2024 el impuesto sería 0% para lo nacional y lo importado, el Presupuesto 2021 recientemente sancionado estableció que a partir del 1 de enero los celulares, televisores, monitores de PC, aires acondicionados y hornos microondas, entre otros productos, que se produzcan en la Isla Grande deberán pagar 6,5% del impuesto interno, mientras que los que llegan del exterior, 17 por ciento.
A partir del año próximo, una fábrica fueguina que produce estos artículos deberá emitir la factura de venta con el impuesto interno discriminado, lo que luego será trasladado por el sector de retail al consumidor. La tasa efectiva, según explicó el tributarista Sebastián Domínguez, en este caso será del 7%, mientras que se trata de un producto importado, que tendrá el 17% de impuesto interno, la tasa efectiva será del 20,48%. “El gravamen que el comerciante le paga al productor se lo traslada al consumidor. Lo que puede hacer para que el precio no suba tanto es resignar margen”, explicó el contador.
Los productos que se produzcan en la Isla Grande de Tierra del Fuego deberán pagar 6,5% de impuesto interno, mientras que los que llegan del exterior, 17 por ciento
El presidente de la Asociación de Fábricas Argentinas de Terminales de Electrónica (Afarte), Federico Hellemeyer, dijo a Infobae: “La intención de las empresas que fabrican estos productos es hacer todo lo que se pueda para evitar el impacto en el precio de venta al público. Hoy el mercado está en retracción y la demanda no acompaña”. Las empresas tuvieron además el pedido del gobernador fueguino, Gustavo Melella, con quien se reunieron de forma virtual el viernes de la semana pasada.
Según precisó el directivo de Afarte, si bien la cuarentena y la brecha cambiaria generó en algunos sectores socioeconómicos el impulso por adquirir productos electrónicos, cuyo precio tiene un gran componente atado al precio del dólar, aclaró que en términos agregados el consumo y la producción en lo que va de 2020 son menores que las cifras del mismo período del año pasado. En el único rubro en que se avizora un leve aumento es en televisores, pero Hellemeyer lo atribuyó a que el año pasado tuvo cifras muy negativas. “El mercado normalmente es de 3 millones de televisores y el año pasado se fabricaron 1,4 millón”, dijo.
La producción de televisores entre enero y septiembre de 2020 ascendió a 1,38 millones, lo que refleja un crecimiento de apenas 2,1% frente a lo producido en los primeros nueve meses de 2019. Pero el consumo cayó 10,5% interanual, al pasar de 1,3 millón a casi 1,2 millón. En todo el año pasado, la producción no llegó a los 2 millones.
En cuanto a los celulares, las estadísticas marcan una contracción del 34,3% en la producción -cayó de 5,6 millones a 3,7 millones- y del 19,9% en el consumo. Frente a 5,2 millones que los consumidores demandaron entre enero y septiembre del año pasado, este año compraron 4,2 millones. La producción total el año pasado fue de 7 millones. Y con los aire acondicionado sucedió algo similar. La fabricación se derrumbó 35,7% -de 515.298 bajó a 331.094-, en tanto que el consumo se contrajo desde los 551.052 del año pasado a 395.127 a septiembre de 2020, es decir, 28,30%. Durante todo 2019, el sector produjo 850.000 aires acondicionados.
Estos datos son la demostración, según Afarte, de que no hay demasiado margen para subir los precios. Durante los meses más críticos de la pandemia, la brecha entre la demanda y la falta de oferta hizo que los precios de estos productos tuvieran un salto importante, ayudado además por la amplia brecha cambiaria, que llegó en octubre al 150%. En el caso de los celulares, la situación se complejizó aún más para los consumidores porque el rubro fue excluido de “Ahora 12″, por lo que ya no pueden adquirirse en 12 o 18 cuotas sin interés. Y si ahora se le suma un nuevo incremento, a partir del impuesto interno, la demanda seguirá rezagándose.
No hay demasiado margen para subir los precios (Afarte)
Consultado al respecto, el analista Enrique Carrier precisó que hoy la tasa de renovación promedio de los celulares es de 30 meses, cuando hace cuatro años era de 18. “Hoy la gente tiene el mismo celular que hace dos años. Porque las funciones no varían. Seguís pudiendo hacer las mismas cosas. Y hubo una fuerte pérdida de poder adquisitivo, mucha caída de empleo”, precisó. Sobre el impacto que puede tener el nuevo impuesto interno en los precios, Carrier lo ató a la evolución de las ventas, pero se mostró convencido de que, más tarde o más temprano, el traslado se hará.
Desde las fábricas aseguran que están analizando mecanismos para resignar parte de la rentabilidad para evitar que el precio salte 7% o más, y plantean que esperan lo mismo de parte del sector del retail. Fuentes empresarias precisaron que están comenzando esa negociación para compartir el costo del impuesto y mantener el precio al público de los productos. Pero no en todos los casos podrán hacerlo.
Desde una cadena de supermercados, que venden estos productos, afirmaron a este medio: “Nosotros perdemos plata y ellos tienen resultado positivo. No podemos dividir los costos de absorción”.
Precios de los productos que tributarán Impuestos Internos
En el caso de los celulares, los precios arrancan en $10.000, los de gama baja, ascienden a entre $20.000 y $40.000 los de gama media, y llegan a superar los $100.000, los de alta gama. En cuanto a la financiación, hoy lo máximo que las cadenas ofrecen son 6 cuotas sin interés.
En el caso de los televisores, un smart TV de 43 pulgadas HD tiene un valor aproximado, según la marca, de $35.000, mientras que uno de 32, en torno a 25.000 pesos.
Los aires acondicionados, en tanto, oscilan entre $40.000 y $50.000 los frío/calor de 3.000 frigorías. Los de 4.500 frigorías rondan $65.000 aproximadamente.
Mientras que los hornos microondas, tienen un precio promedio, según las marcas, de 20.000 pesos.
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