Por la suba de los precios, las exportaciones de soja, maíz y trigo podrían superar los USD 29.000 millones

Los despachos al exterior de los principales tres cultivos de Argentina serìan USD 3.149 millones más altos que los del ciclo 2019/20. El valor bruto de la cosecha alcanzaría un récord histórico. El impacto en el negocio de los productores

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La suba de precios internacionales
La suba de precios internacionales impacta positivamente en los valores de las exportaciones de soja, maíz y trigo de la actual campaña (Télam)

La fuerte suba de los precios internacionales de los granos de los últimos meses podría darle una mano a las alicaídas cuentas nacionales en 2021 y ratificar al sector agroindustrial como el mayor generador de divisas del país. El salto en los valores del trigo, del maíz y principalmente de la soja, llevarían el ingreso de divisas por exportaciones a más de USD 29.000 millones, elevando el valor bruto de la cosecha 2020/21 a casi USD 28.000 millones.

Así lo indican un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) e información adicional aportada a este medio. En rigor, las exportaciones de estos tres cultivos, sumados los subproductos de soja y tomadas a precios actuales reportaría para el país el ingreso USD 29.097 millones, un 13% más que lo despachado en la campaña 2019/20, mientras que el valor bruto de la cosecha alcanzaría los USD 27.927 millones, posicionándose un 37% por encima de lo obtenido el ciclo anterior y alcanzando un récord histórico.

Por supuesto que estas estimaciones quedan supeditadas al desarrollo de la actual campaña, con las labores de siembra de soja y maíz avanzadas en un 20% y 40% respectivamente, pero habiendo dificultades para su progreso en algunas zonas del país por situaciones de déficit hídrico. Por este motivo, el futuro de la cosecha (calculada en 50 millones de toneladas para la soja y en 48 millones para el maíz) dependerá de la eficiencia de las lluvias, ya que para los próximos meses se espera un clima más seco debido al fenómeno de La Niña.

En el caso del trigo el panorama es un poco menos incierto, ya que comenzó la cosecha en el norte y el centro del país, con rendimientos muy por debajo de lo esperado debido a la fuerte sequía que afectó, y en algunas zonas, sigue afectando, al cultivo. Bajo este contexto, la entidad rosarina espera que se recolecten 16,7 millones de toneladas.

Proyecciones sobre el valor de
Proyecciones sobre el valor de las futuras exportaciones (Bolsa de Comercio de Rosario)

Dicho esto, y de obtenerse las mencionadas estimaciones productivas, se espera que el complejo sojero despache entre poroto, harina y aceite un total de 40,3 millones de toneladas por USD 19.449 millones, muy por encima de los USD 17.037 millones registrados en la campaña pasada. En el caso del maíz se embarcarían 34,5 millones de toneladas por USD 7.114 millones (casi USD 1.000 millones por encima del ciclo anterior), mientras que en el caso del trigo se estima enviar al exterior 10 millones de toneladas por USD 2.534 millones.

Para Matías Lestani, Responsable del Departamento de Análisis Económico de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el valor total de las exportaciones de la campaña 2020/21, tomando en cuenta los cultivos antes mencionados, sumados a cebada, girasol y sus subproductos, podría llegar a USD 31.858 millones. Sin embargo, aclaró que esta simulación no tiene en cuenta la cuestión climática, que este año se presenta adversa para los cultivos, con pronósticos secos para la región.

Respecto a la recaudación tributaria vía derechos de exportación, el Estado también se verá beneficiado con un alza en el impuesto a percibir. Según cálculos de la BCR, teniendo en cuenta los derechos de exportación vigentes a partir de 2021 (33% para la soja, 31% para sus subprodcutos y 12% para maíz y trigo) y los precios FOB actuales, el Estado retendría USD 7.523 millones, que pasados a pesos serían aproximadamente $ 713.924 millones.

Precios

Como ya se dijo, el alza en la estimación de exportaciones y en el valor bruto de la cosecha se posan sobre la tendencia alcista de los precios internacionales desde julio a esta parte, ubicando a la soja en precios máximos desde mediados de 2016 y al maíz en su valor más alto desde hace un año.

Según detalló el responsable del Departamento de Análisis de la corredora de granos Grassi, Ariel Tejera, “desde fines de julio, los mercados de granos han mostrado renovada firmeza, alcanzando valores impensados previamente. En Chicago, la soja escaló más de 30% (cerca de 100 dólares la tonelada) para ubicarse arriba de los 430 dólares la tonelada. El maíz, también avanzó cerca de 30% (unos 40 dólares la tonelada), para gravitar sobre los 165 dólares la tonelada ,mientras que el trigo ha sufrido un derrotero similar, con precios que ganaron firmeza en los principales orígenes de exportación del mundo”.

El impacto del aumento de
El impacto del aumento de los precios en el valor de la futura cosecha (Bolsa de Comercio de Rosario)

Para Tejera, la suba sostenida de precios se debió a un conjunto de factores que se vienen desarrollando desde mediados de este año como son la recuperación de las principales economías mundiales, bajas tasas y un dólar débil frente a las principales monedas del mundo. Pero si se va directamente a los fundamentos propios de los granos “se destaca un cambio de escenario, hacia uno mucho más ajustado (en la oferta), para el mundo, en general, y para Estados Unidos, en particular”, cuestión que también se vio reflejada en el maíz”.

“En los últimos meses, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) ha marcado sucesivos recortes en las proyecciones de producción para el país del norte, junto a importantes aumentos por el lado de la demanda”, explicó Tejera. Tomando los últimos números oficiales para soja, “se espera un remanente muy ajustado para el ciclo 2020/21 en en el país norteamericano, con una relación stock/consumo que se ubicaría en un magro 4,2%. Se trata del valor más bajo desde 2013/14. Es un dato muy sensible para el mercado”.

Por último, explicó que “por el lado de la demanda, como protagonista, aparece China, que ha mostrado gran dinamismo, con importaciones que se proyectan en un nivel histórico de 100 millones de toneladas” y agregó la cuestión climática en Sudamérica, que “agrega un interrogante sobre el saldo productivo que alcanzarán Brasil y Argentina. De momento se mantienen buenas perspectivas, pero no hay que descartar sorpresas”.

Impacto en los productores

El consultor en agronegocios, Teo Zorraquín, indicó a Infobae que el aumento en los precios impactará en la expectativa de rentabilidad de los productores, en un contexto donde los costos de producción, como el caso de los insumos que “en términos históricos están bien en dólares”, pero que surge la amenaza de un clima seco y el de la presión fiscal. No obstante, a priori, el incremento “en el Excel te permite pensar que la campaña va a tener una buena renta para el productor y recomponer en algunos casos la situación financiera”.

Sin embargo, a la hora de realizar inversiones a largo plazo, teniendo en cuenta que “existe una utilidad razonable para pensar en inversiones” con una soja de hasta USD 350 al productor, se “da una paradoja” debido a la falta confianza y a las reglas poco claras del Gobierno para con el sector agropecuario. En este sentido, Zorraquín ejemplificó: “Hoy registras una ganancia de USD 100.000 y te preguntas ¿En qué los invierto? Y ahí entra el componente de una crisis de expectativas”.

Las proyecciones sobre los ingresos
Las proyecciones sobre los ingresos en concepto de retenciones (Bolsa de Comercio de Rosario)

“Hay algunas empresas del agro que tienen una crisis real y después hay empresas que están bien financieramente pero miran para adelante y dicen ¿qué hago? ¿invierto o no?. En lo que se refiere a inversión en cultivos, la gente que más o menos trabaja bien no escatimó en insumos, pero la duda es en qué se invierte hacia adelante, en lo que tiene que ver con inversiones de retorno no tan rápido y eso tiene que ver con el marco país. Si uno tiene una reserva en pesos o en el silo se pregunta si inmoviliza en una inversión a 10 años o se queda más líquido atento a que te pongan un impuesto a las grandes fortunas. Esta es la paradoja”, explicó el especialista.

“El foco principal es ‘dame confianza y reglas de juego claras que el crédito lo vamos a encontrar y parte de mis ganancias van a ir a inversión’. Mientras que el país no genere confianza las inversiones van a estar restringidas en el agro”, concluyó el consultor.

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