Desde ayer comenzaron a circular en redes sociales fotos del arribo de billetes de $ 1.000. En una de las imágenes puede verse incluso la inscripción en uno de los paquetes, “300 millares de $ 1000 Hornero” en papel con logo y sello del BCRA, Banco Central de la República Argentina.
Desde el Central no confirmaron ni negaron el arribo de estos billetes, por tratarse de información reservada, pero serían parte de una de las contrataciones, en este caso a Brasil, para la provisión de 400 millones de billetes.
Recientemente, Infobae informó que por la cercanía de fin de año, uno de los períodos del año de mayor tenencia de efectivo por parte de los particulares (lo que los economistas llaman “saldos monetarios” y constituyen la “demanda de dinero”) y ante las limitaciones de impresión por parte de la Casa de la Moneda, el BCRA decidió también importar de urgencia 170 millones de billetes desde España, para atender las necesidades que normalmente afronta el sistema financiero cada diciembre.
Por entonces, la autoridad monetaria se limitó a informar que había encargado a la Casa de la Moneda la confección de billetes debido a las necesidades de efectivo por la crisis por la pandemia de coronavirus y explicó que a lo largo del año se registran dos picos históricos de demanda de billetes: julio y diciembre de cada año, por pago de aguinaldo, vacaciones y fiestas de fin de año
Billetes, inflación y logística
El BCRA atendió el aumento de la demanda de billetes de mediados de este año recurriendo a billetes de $ 100 impresos antes de 2015 pero que no habían sido puestos en circulación. De ese modo logró cubrir la demanda de efectivo, pero al costo de generarle problemas logísticos y gastos extra a los bancos, debido al mayor movimiento de caudales, más grandes espacios de guarda y más costos de seguridad, además de la necesidad de recargar constantemente los cajeros automáticos para tenerlos abastecidos de billetes de bajo valor. En definitiva, hoy un billete de $ 100 vale USD 1,25 dólares al tipo de cambio oficial y poco más de 60 centavos de dólar si se tiene como referencia los dólares alternativos o “blue”.
El fuerte aumento de la emisión monetaria, para financiar el aumento del gasto público y del déficit fiscal, la caída del poder de compra de los billetes emitidos y la inyección de sumas considerables de dinero físico a través del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) como ayuda a personas anteriormente no bancarizadas, llevó incluso a la insuficiencia de papel moneda, hizo que la disponibilidad de billetes llegara a niveles críticos y aceleró la necesidad de la impresión de los de $ 1.000, finalmente contratada a España y Brasil. El gobierno mantiene la negativa a imprimir billetes de $ 5.000, porque significaría reconocer la brutal pérdida del valor de la moneda.
Importados
Así, con la Casa de la Moneda operando al límite y ante la escasez de papel moneda, se procedió a la contratación de la impresión de billetes en España y Brasil.
Según trascendió, la compra a la Casa de Moneda y Timbre de España se pactó a un precio de USD 126,32 por millar, es decir, algo menos de USD 21,5 millones de dólares en total. El encargo se concretó en julio y el precio llamó la atención en comparación con operaciones previas de importación de billetes. Por ejemplo, los 400 millones de unidades de billetes de $1.000 encargados a la Casa de la Moneda de Brasil se pactaron a un valor de USD 20,6 millones, según datos publicados en septiembre pasado por el periódico especializado Valor Económico de San Pablo.
El costo pagado por menos de la mitad de las unidades es prácticamente el mismo. En la diferencia juegan los costos de flete, más altos desde Europa que desde Brasil, pero también precios muy diferentes entre los dos proveedores. “Los precios acordados responden a los valores de mercado”, respondieron al respecto desde el BCRA.
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