Un nuevo capítulo en la relación de muchas diferencias políticas y de gestión entre el gobierno argentino y de Brasil.
La Secretaría de Comercio Exterior del país vecino anunció la entrada en vigencia de una nueva cuota de 750 mil toneladas de trigo extra Mercosur, con el objetivo de que a dicho mercado ingresen sin aranceles. Así lo destacan medios de ese país, que detallaron que esa cuota se implementará en dos tramos: 600 mil toneladas y otra de 150.000 toneladas.
La polémica entre ambos países ya viene desde hace tiempo, teniendo en cuenta que el año pasado Brasil anunció la entrada en vigencia de una cuota de 750 mil toneladas y luego la amplió a 450 mil toneladas.
La Argentina es el principal exportador de trigo al mercado brasileño. En la actualidad rige una normativa que señala que el trigo que se compra fuera del Mercosur debe pagar un arancel externo común del 10,5 por ciento. De acuerdo a los datos oficiales, entre enero y agosto del año pasado el mercado de Brasil significó el 47% de las ventas de trigo que realizó la Argentina, y luego se ubicaron Indonesia, Tailandia, China, y Kenia, entre otros destinos.
Si bien diferentes operadores del mercado de granos aseguraron que esta medida no tendrá un efecto negativo en la relación comercial de ambos países, el sector exportador de la Argentina elevó su reclamo a las autoridades de Cancillería y del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.
Mediante una nota, desde el Centro de Exportadores de Cereales, que preside Gustavo Idígoras, manifestaron su rechazo a la medida de Brasil y aseguraron que la misma no cumple con los acuerdos regionales vigentes.
Además, los exportadores precisaron que decisiones como las adoptadas por el área de comercio exterior del gobierno de Jair Bolsonaro provocan un perjuicio económico, con efecto en los precios y en la cantidad de volúmenes que se exportan a dicho mercado.
Producción local
Por otro lado, la producción local de trigo atraviesa un momento complicado por el impacto de la falta de precipitaciones de los últimos meses. Una situación que podría derivar en la peor cosecha de los últimos cinco años.
En medio de la cosecha, que según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires alcanzó casi el 20 del área sembrada, hay zonas que están recolectando rendimientos que son los más bajos de los últimos 10 años.
A pesar de las lluvias de octubre y de los primeros días de noviembre, la campaña de trigo perdió hasta el momento unas 600 mil hectáreas. Los técnicos de la Guía Estratégica para el Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señalaron que de julio en adelante, Córdoba registra un faltante de lluvias de entre 100 y 200 milímetros, y lo mismo sucede en gran parte de Santa Fe.
En su último informe publicado, la Bolsa de Rosario realizó un nuevo ajuste a la baja en las estimaciones de producción final. La reducción es de 300 mil toneladas, y la proyección actualmente se ubica en 16,7 millones de toneladas, una cifra que estaría incluso por debajo de la cosecha del ciclo 2017/2018.
El avance de la cosecha también quedó reflejado en el ingreso de camiones a los puertos del Gran Rosario, que hasta el momento alcanzó las 210.000 toneladas, según datos privados, un 15% por debajo al realizar la comparación interanual. En los últimos 10 días se promedió un ingreso cercano a los 500 camiones de trigo diarios, más que triplicando el ingreso promedio de la última decena de octubre.
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