El Banco Central cambió hace unos días su estrategia para controlar los dólares alternativos. Se ha convertido en un inesperado comprador se bonos AL30 en dólares que los vende al final de la rueda. Por eso, durante gran parte del día el dólar Bolsa o MEP y el contado con liquidación acumularon alzas de 2% que al final se redujeron a medio por ciento porque en un escaso tiempo el Central se convierte en un vendedor de bonos en cantidades.
Para Nicolás Rivas de Buenos Aires Valores (BAVSA), “la consecuencia de este movimiento es que aumentó el monto de negocios en este mercado y al abaratarlos, están financiando la cobertura y la salida de dólares. Por caso, el costo del cable (la comisión que se paga para sacar o entrar dólares al país), ahora está en 2% y en el peor momento del mercado, ese costo llegó a tocar 10 por ciento”.
El dólar Bolsa o MEP con operaciones por USD 27 millones subió 58 centavos (+0,4%) a $ 146,53. El contado con liquidación operó USD 71 millones y avanzó 77 centavos (+0,5%) a $ 149,87. Durante la rueda había tocado $ 153 hasta que en la media hora final el Central vendió USD 20 millones en bonos y abarató las operaciones de estos dólares.
Pero toda intervención tiene su costo. De hecho, sin querer, le da ventajas a los que deben pagar el bautizado Impuesto a la riqueza porque si se decidieran a pagar pueden vender sus bienes en pesos y comprar dólares a $ 146, esa tenencia de dólares se la van a valuar al tipo de cambio oficial del día, que está en $ 81. Con lo que el gravamen que pagará será inferior si es que se decide a pagarlo antes de ir a juicio contra el Estado. Pero esta es una elucubración teórica porque el primer pensamiento de los afectados por esta contribución, es pedir medidas cautelares.
Los compradores están complacidos por esta contribución a abaratar el dólar que los cubre, al tiempo que muestran su desconfianza al operar en el mercado de futuros donde los plazos más largos tienen cotizaciones que implican una tasa de 80% anual.
Los exportadores, por supuesto venden los fines de mes más largos y se financian con los bancos a tasas más bajas. La diferencia entre lo que le cobran por un préstamo en pesos y la ganancia en el mercado de futuros es de 40 puntos. El exportador, se asegura, en otras palabras, un dólar 80% anual más caro cuando realice su exportación.
Por eso, le están haciendo pasar un mal momento al Banco Central ya que no liquidan exportaciones y se cubren con dólar futuro. Vender ahora el remanente de la cosecha es perder dinero porque, en algún momento, sostienen, habrá una devaluación.
La tasa a futuro significa que hay un riesgo de devaluación, de lo contario no se apostaría a ese precio. La ausencia de liquidaciones obliga al Banco Central a vender dólares de sus reservas a los importadores. En la rueda de ayer donde se negociaron USD 205 millones, vendió USD 60 millones que redujeron sus reservas en USD 67 millones a USD 38.940 millones. El dólar mayorista aumentó 11 centavos a $ 80,28. A fin de diciembre la divisa cotizó a $ 85,57, una diferencia de 6,60% a 40 días respecto del precio actual. Y si se toma fin de octubre próximo, que cotizó en $ 143, la diferencia es de 78%. Los que se quieren cubrir de la devaluación, comprarán ese dólar futuro, mientras los exportadores venderán para asegurarse un valor del dólar en pesos más alto al actual en términos reales.
A todo esto, el dólar libre tuvo una rueda complicada por las manifestaciones en el Centro que impidieron que muchos clientes operaran. No hay que olvidar que el “blue” se compra al contado y nadie quiere moverse a pie en una zona invadida por piquetes. Por eso la divisa cerró en $ 163 y cada intento de suba duraba poco porque faltaba la demanda. “Estamos acercándonos a fin de mes y faltan pesos. Por eso aparecen más vendedores de lo habitual”, señaló un operador.
A todo esto, los bonos argentinos en el exterior tuvieron retrocesos superiores a 1% que hizo que el riesgo país aumentara 13 unidades (+1%) a 1.368 puntos básicos.
La colocación de bonos en pesos para refinanciar vencimientos tuvo apariencia de éxito porque se pensaban colocar $ 180 mil millones para cubrir vencimientos por $ 174.200 millones. El resultado fue que captaron $ 210.457 millones. Los grandes ausentes fueron los inversores privados, ya que los que el bono más exitoso fue el Bonte TY22 que paga una tasa fija de 24,5%. Los bancos fueron los grandes tomadores de este bono que representó 80% de los fondos licitados. Es que ante la posibilidad de dejar inmovilizado el dinero en encajes que no pagan tasa y cobrar 24,5% por tenerlos en bonos, no hubo mucho para pensar.
El tema es que los inversores privados genuinos no se interesaron por este bono ni por los otros dos que ajustan por CER de los que se colocaron $ 20.412 millones para los que vencen el 5 de agosto de 2021 y $ 4.404 millones en los que vencen en marzo de 2022.
La Bolsa con 25% menos de negocios que la rueda anterior -apenas se operaron $ 649 millones- no tuvo una buena jornada. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, perdió 0,67%. A las 14.00 había tocado casi 1% de alza y a partir de allí comenzó una caída con escalas porque comenzó a bajar el precio del dólar contado con liquidación.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York en dólares- tuvieron una rueda mixta. Las empresas de mejor performance fueron Mercado Libre (+3,96%) y Globant (3,14%) dos acciones que no cotizan en la Bolsa de Buenos Aires. Las caídas más importantes fueron las de IRSA (-4,73%), Edenor (-4,48%) y Corporación América (-4,01%).
Para hoy se espera una jornada similar donde el Banco Central seguirá interviniendo para calmar al dólar. Lo que sucede es que ahora no cuenta con la confianza de los inversores porque descreen de un pronto arreglo con el FMI y eso alienta a que quieran cubrirse en divisas.
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