El Gobierno pidió el apoyo del G20 para la negociación con el FMI

El ministro Martín Guzmán disertó en el foro de ministros e hizo referencia a que las partes entienden que el crédito anterior, otorgado al gobierno de Macri, fue “político”. Agradeció el respaldo en la renegociación con los bonistas; hoy vuelve la delegación del organismo a Washington

Guzmán diserto en el G20, mañana lo hará Alberto Fernández

El ministro de Economía, Martín Guzmán, disertó en la reunión virtual de Ministros de Finanzas del G20 “La Economía global y el camino a seguir”, en donde pidió el apoyo de los países miembros a la negociación que la Argentina está llevando a cabo con al Fondo Monetario Internacional (FMI) para postergar el pago de la deuda de USD 45.000 millones

Según explicaron desde el Ministerio de Economía, Guzmán agradeció “a todos los países del G20 por haber apoyado el proceso de reestructuración de la deuda argentina”, y destacó que “el siguiente paso para resolver nuestra crisis macro y de deuda es el programa con el FMI, que reemplazará al acuerdo stand by que Argentina y el organismo firmaron en 2018”. “Ahora también los necesitaremos, y les pido su apoyo en este proceso”, agregó.

Asimismo, que el ministro hizo hincapié en que “para todas las partes ha habido mucha frustración y enojo con el programa anterior. Muchos de nosotros lo vimos como un préstamo político. Afortunadamente todas las partes han estado mostrando un liderazgo muy positivo, y tanto Kristalina Georgieva como el Presidente Fernández han ayudado a calmar la situación”.

Guzmán dijo que el nuevo acuerdo deberá tener en cuenta “la realidad que atraviesa el país”,

En otra parte de su alocución, en la previa a reunirse con la delegación del FMI que hoy se va del país, dijo que en el nuevo programa que el país negocia con el organismo, “las políticas macroeconómicas tendrán que dar cuenta de la realidad que atraviesa el país”, y aseguró que “tenemos que definir de manera muy cuidadosa las formas con las que decidimos resolver todos los desequilibrios, porque es urgente abordar los desequilibrios sociales”.

Por último, repitió que en relación a los procesos de reestructuración de deuda soberana “las cláusulas de acción colectiva modernas ayudaron, pero hay espacio para mejorar los marcos formales internacionales, y el equilibrio de poder entre los deudores soberanos en apuros y los acreedores”. “El acuerdo del G20 sobre la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (DSSI) es un hito importante y la Argentina apoya el marco común para ese tratamiento en la DSSI”.

Última reunión

Luego de su participación en el G20, Guzmán se reunió con la misión del Fondo Monetario Internacional en donde se hizo un balance de los encuentros y se trazó una hoja de ruta de cómo seguirán las conversaciones entre las partes.

En el Gobierno el balance que hacen de estas dos semanas en donde la delegación que comandaron Julie Kozack, la número dos del Departamento del Hemisferio Occidental, y el jefe del staff para la Argentina, Luis Cubeddu, es que fue bueno. Hasta aseguran que, aunque el tono es diferente, no se mostraron en algunas conversaciones alejados a la postura que mostró el Gobierno respecto del accionar del organismo respecto del crédito entregado a la administración de Cambiemos.

Una vez que en los Estados Unidos la delegación elevará un informe al directorio del FMI sobre los resultados de las conversaciones locales en donde se incluirá el Presupuesto 2021 y los lineaminetos del plan Plurianual que en los próximos días enviará al Congreso Nacional el ministro Guzmán mientras espera que los legisladores aprueben la norma que establece que los acuerdos con el FMI los tiene que avalar el Poder Legislativo.

Primer encuentro entre el Fondo y Guzmán

En la Casa Rosada hoy la expectativa de conseguir un acuerdo antes de fin de año se fue diluyendo de la mano de la conflictividad en el traspaso de poder en los Estados Unidos. El gobierno norteamericano detenta el 16% de los votos del directorio del Fondo, por lo que hasta que no se realice el traspaso gubernamental en Balcarce 50 entienden que no habrá una resolución. Es por eso que ya se comenzó a gestionar una conversación telefónica entre el presidente Alberto Fernández y el presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden. La idea de quienes están negociando la conversación es que esto suceda antes de que el Demócrata ocupe el Salón Oval de la Casa Blanca.

La expectativa de mínima hoy para los funcionarios argentinos es lograr un comunicado de la directora del Fondo Monetario, Kristalina Georgieva, de acompañamiento y que señale el avance de las conversaciones con la Argentina. La de máxima es conseguir una carta de intención para un nuevo acuerdo antes del 31 de diciembre.

El acuerdo que busca el Gobierno con el FMI según adelantó el ministro Guzmán es de los denominados de Facilidades Extendidas que, según explicó el propio ministro, es un programa que “da un periodo de repago del capital en cuotas entre el año 4 y medio y el año 10”.

Massa con la comitiva del Fondo, en la previa del aislamiento

A diferencia del programa stand by que pidió Mauricio Macri –USD 57.000 millones en total–, el EEF es más largo, de cuatro a diez años, como dijo Guzmán (contra tres años), pero a cambio se piden mayores cambios estructurales de mediano plazo. ¿Cuáles? Se negociarán en las próximas misiones. Podrían ser, por caso, cambiar el esquema de jubilaciones o la coparticipación federal.

“Cuando un país se enfrenta a graves problemas de balanza de pagos a mediano plazo debido a deficiencias estructurales que tardarán tiempo en resolverse, el FMI puede brindar asistencia a través del Servicio Ampliado del FMI (SAF). En comparación con la asistencia proporcionada en el marco de un Acuerdo de Derecho de Giro (Acuerdo Stand-By), los SAF se caracterizan por la participación en un programa y períodos de reembolso más largos”, detalla el Fondo en su web.

En este caso, el Gobierno busca este tipo de entendimiento en donde también se consigne desembolsos que sirvan para el repago de la deuda contraída hace dos años de USD 45.000 millones de capital y otros USD 5.000 millones de intereses. Y, además, que se despejen por los próximos dos años los vencimientos.

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