La distancia entre el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias se achica de la mano del aumento del costo de la vida y la estabilidad del mínimo no imponible de tributo. Así, la diferencia entre ser pobre y estar sujeto a un impuesto que afecta a los ingresos más altos para el Estado es de apenas 23.190 pesos, lo que a la cotización del dólar solidario, significan 164 dólares.
En octubre una familia de cuatro miembros necesitó $49.911,60 de ingresos mensuales para alcanzar el valor de la canasta básica total, y de esa manera empatar la línea de la pobreza. Por otro lado, el mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias está fijado para este año en $73.102 mensuales, para un trabajador con dos hijos y un cónyuge que no trabaja en forma registrada. A partir de ese techo, todos los trabajadores que ganen más pasan a pagar dentro de las escalas de Ganancias.
El acercamiento entre los números es consecuencia de, por un lado, la aceleración de la inflación que encarece la canasta de productos, por otro lado la nula modificación de las escalas del impuesto y, un tercer punto, es que los salarios del sector privado volvieron a la tendencia negativa en septiembre pasado. Según el RIPTE, el informe que publica cada 45 días el Ministerio de Trabajo que mide la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, durante el mes pasado los salarios crecieron 1,9 por ciento.
Un punto llamativo de esta discusión es que luego de varios meses de aislamiento preventivo, un crecimiento del desempleo que alcanzó al 13,1% durante el segundo trimestre de 2020 no se vio reflejado significativamente en la cantidad de individuos que pagan el tributo. Quizás esto es consecuencia de que el salario promedio del sector privado que mide el Ministerio de Trabajo es de $ 61.909,95 para el mismo período analizado.
Otro punto es el crecimiento en los niveles de pobreza que en el segundo trimestre del año significó que el 40,9% de la población pasó a tener ingresos por debajo de la canasta básica, como resultado de la caída de la actividad económica en los meses de aislamiento social preventivo y obligatorio más estricto. Esto también quedó reflejado en que, aunque se achicó la diferencia entre la canasta y el mínimo no imponible de Ganancias y la canasta que mide si una familia está o no en la pobreza, la cantidad de personas que pagan el impuesto no se vio modificada en forma significativa.
El aplanamiento de la pirámide de ingresos, tanto si se mira la línea de pobreza o el umbral para empezar a pagar Ganancias, se vuelve mucho más dramático si se lo mira en dólares. En agosto pasado, si se lo observa al tipo de cambio libre, hoy la diferencia de ingresos entre una familia que empata a la canasta básica y otra que paga ganancias es de menos de USD 200. Se necesitan USD 299 mensuales para pagar la canasta básica y USD 480 para alcanzar el mínimo no imponible.
Si se hace la misma comparación hoy, se necesitan USD 304 para cubrir la canasta y 445 dólares para comenzar a pagar Ganancias.
En 2016, con un tipo de cambio más bajo, esos umbrales eran de USD 989 mensuales para la canasta básica y de USD 2.156 mensuales para empezar a pagar Ganancias.
En el medio de esto, Juntos por el Cambio volvió a reflotar una promesa de la campaña con la que accedió a la presidencia en 2016 y pidió la eliminación del tributo. Acompañado por todos sus compañeros del bloque en la cámara Alta, el senador nacional de Juntos por el Cambio, Pablo Daniel Blanco, presentó esta mañana un proyecto de ley para eliminar el impuesto a las ganancias para los trabajadores en relación de dependencia, una promesa que había realizado el gobierno de Mauricio Macri pero que finalmente no concretó.
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