Los líderes de las más valiosas empresas de tecnología de EEUU disfrutaron antes que nadie el triunfo de Joseph Biden: entre el martes y el viernes previos a la elecciòn presidencial norteamericana el valor de mercado de Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet (la empresa madre de Google) y Facebook aumentó USD 700.000 millones en la bolsa de Nueva York. No es que con Donald Trump les haya ido mal: hasta el viernes pasado el valor combinado de las 5 grandes había aumentado en USD 12,4 billones y explicaba casi todo el aumento del índice S&P 500 (el más importante de Wall Street) en lo que va del año.
Con el resultado confirmado, Jeff Bezos, el fundador y principal accionista de Amazon, y Bill Gates, el fundador de Microsoft, los dos hombres más ricos del mundo, celebraron expresamente la noticia. Para las grandes empresas de la vieja guardia y de sectores como el petróleo, la industrias básicas, las automotrices, Trump podía ser un presidente aceptable, pero para las cinco grandes de Wall Street, tan interconectadas entre sí y con el mercado y con las grandes firmas asiáticas era un elefante en un bazar económico, político y cultural, aunque resta ver cómo manejará Biden la relación con China.
Bezos dejó en claro su lapidaria opinión sobre Trump en el texto que escribió en su cuenta de Instagram para festejar el triunfo de la fórmula demócrata: “La unidad, la empatía y la decencia no son características de una era pasada. Felicidades al presidente electo Joe Biden y a la vicepresidenta electa Kamala Harris", señaló el hombre màs rico del mundo, que juntó dos motivos más para celebrar: Amazon, la empresa que fundó en 1997, vale ya USD 1,67 billones (más de cuatro veces el PBI de la Argentina) y hace pocos días se lanzó “Invent & Wander”, un libro editado por Harvard Business Press que da cuenta de 23 años de discursos, cartas a los accionistas, entrevistas y presentaciones en las que destila sus principios y convicciones sobre la vida y los negocios.
Biógrafo de innovadores
El libro, cuya versión en español (Crea y divaga, Vida y reflexiones de Jeff Bezos) se conocerá a fin de noviembre, fue prologado por Walter Isaacson, presidente del Aspen Institute, un centro de prospección del futuro, y autor de las biografías de Benjamin Franklin, Leonardo da Vinci, Albert Einstein, Steve Jobs y de un libro de gran amplitud histórica sobre “Los innovadores”.
“Cuando me preguntan quién, a día de hoy, está a la altura de genios innovadores como Leonardo da Vinci, Albert Einstein o Steve Jobs, no tengo ninguna duda: Jeff Bezos”, escribió Issacson en el prólogo a las ruminaciones del creador de Amazon, impulsor de unidades de negocio como Amazon Web Services y Amazon Prime Video, dueño del diario The Washington Post, creador de Blue Origin y fundador, en 2018, del Day One Fund (Fondo del Día Uno), con el que financia proyectos sin fines de lucro para huérfanos y la creación de redes de guarderías en comunidades pobres.
Bezos reitera que el núcleo de Amazon no es la tecnología, la logística o la escala, sino “el servicio a los consumidores”. Ya en una entrevista que en 2016 le hizo el propio Isaacson, había insistido en una frase que repite a sus ejecutivos y empleados: “Uds no tienen que preocuparse por la competencia, sino por los clientes”.
Detalles y largo plazo
Esa puntillosa obsesión por el detalle y el servicio, codificada en la “ejecución”, se combina con una filosofía de realización y largo plazo. En un acto de la Universidad de Princeton, por ejemplo, Bezos planteó a los recién graduados “Cuando tengan 80 años, y reflexionen solo para ustedes, lo más importante será las decisiones que hayan tomado, la historia de vida que hayan construido”.
Para saber si hacen lo correcto, les dijo, deben plantearse doce preguntas: 1) ¿cómo usarán sus talentos?; 2) ¿qué elegirán?; 3) ¿dejarán llevarse por la inercia o la pasión?; 4) ¿se atendrán al dogma o buscarán ser originales?, 5) ¿optarán por una vida cómoda o de servicio y aventura; 6) ¿buscarán evitar la crítica o atenerse a sus convicciones?; 7) si se equivocan, ¿mentirán o pedirán disculpa?, 8) si se enamoran, ¿buscarán evitar el rechazo o actuarán?, 9) ¿apostarán a lo seguro o arriesgarán?, 10) ¿se rendirán ante la dificultad o insistirán implacablemente?; 11) ¿serán cínicos o constructores?; 12) ¿buscarán lucir inteligentes o ser amables con los demás? Al fin y al cabo, les dijo a los jóvenes graduados, “somos nuestras elecciones: construyan una gran historia”.
Su empresa preferida
Bezos construyó una catedral del consumo. Por Amazon pasan 4 de cada 10 dólares que se venden por e-commerce en EEUU, en búsqueda de productos supera a Google, dispone de 600 millones de bienes y canaliza ventas de más de 3 millones de proveedores. Su principal servicio y fuente de utilidades, Amazon Web Services (software y almacenamiento en “la Nube”) guarda en sus servidores documentos e información de las más grandes empresas del mundo y de clientes como la CIA y el Pentágono (esto es, del Estado norteamericano), con Amazon Prime Video compite con Netflix en producción y streaming de series y películas; Twitch, su catálogo, tiene más de 15 millones de videos, y es dueño del prestigioso diario The Washington Post, al que apostó como una plataforma de experimentación y modernización en el ámbito de los medios.
Sin embargo, el libro deja en claro que la empresa que más le interesa a Bezos no es Amazon, la más valiosa, ni Amazon Web Services, la unidad más rentable, ni The Washington Post, el más tradicional y prestigioso de sus activos, sino Blue Origin, una iniciativa a pura pérdida, que financia vendiendo cada tanto acciones de Amazon.
Se trata de un proyecto utópico, cuyo horizonte se mide en décadas o siglos: un futuro en el que millones de humanos vivan en el espacio, para “salvar la Tierra”. El héroe de Bezos es Jean-Luc Piccard, el capitán de la nave USS Entreprise en la saga Star Trek, cuya misión final son los viajes interestelares y la conquista del espacio.
Por ahora el principal cliente de Blue Origin es el gobierno norteamericano, más precisamente la NASA, ante la cual compite con egos y empresas como Elon Musk y SpaceX, Richard Branson (fundador de la aerolínea Virgin Atlantic) y Virgin Galactic, viejos proveedores del complejo militar-industrial-espacial de EEUU como Lockeed Martin y Northrop Grumann, y Boeing, el fabricante de aviones más grande del mundo.
Fundada en el año 2000, Blue Origin tiene como objetivo lograr “una presencia humana duradera en el espacio”. Por ahora dispone de un vehículo suborbital y decenas de satélites y diseña naves y cohetes a los que bautiza con nombres como New Glenn y New Armstrong, en homenaje a John Glenn y Neil Armstrong, los primeros astronautas que pisaron la luna.
El objetivo de Blue Origin, fundada en el año 2000, es lograr ‘una presencia humana duradera en el espacio’
Para Bezos, Amazon es la liebre, la empresa que debe responder rápidamente a cada desafío, la ejecución inmediata, la satisfacción del cliente, y Blue Origin la tortuga que debe ganar la carrera final. La consigna inicial de Amazon fue “get big fast” (hazte grande rápido) y el lema en latin de Blue Origin es “gradatim ferociter” (“paso a paso, ferozmente”). “Cuando estás construyendo un vehículo volador no podés cortar camino”, explica Bezos en el libro prologado por Isaacson.
Ante el Congreso de EEUU
En julio pasado, en un discurso leído ante el Congreso de EEUU, Bezos habló con admiración de su padre adoptivo (un cubano, de nombre Miguel, que pasó sus primeros tiempos en EEUU en un centro de refugiados, y lo adoptó cuando Jeff tenía 4 años) su madre, que lo tuvo de muy joven y soltera, y sus abuelos.
Cuando estás en el medio de la nada, lo levantas el teléfono y llamas a alguien cuando algo se rompe; lo reparas tú mismo
“Uno aprende distintas cosas de sus abuelos y de sus padres; entre los 4 y 16 años, tuve la suerte de pasar mis veranos en el rancho de mis abuelos, en Texas. Mi abuelo era empleado público y campesino: trabajó en tecnología espacial y en sistemas de misiles de defensa en las décadas de 1950 y 1960 para la Comisión de Energía Atómica, y era autosuficiente y hábil. Cuando estás en el medio de la nada, no levantas el teléfono y llamas a alguien cuando algo se rompe. Lo reparas tú mismo. Cuando era un niño, tuve la oportunidad de verlo resolver por sí mismo muchos problemas que parecían imposibles. Ya fuera reparar una excavadora Caterpillar o hacer trabajos de veterinaria. Me enseñó que uno puede enfrentar problemas difíciles. Cuando enfrentas un contratiempo, te levantas e intentas de nuevo. Puedes usar tu inventiva para hacerte tu propio camino hacia una situación mejor”, dijo, en una clase magistral sobre inteligencia emocional.
In Patagonia
En la Argentina, Bezos dejó testimonio de lo que cree su misión cuando en febrero de 2018 visitó la Patagonia y se fotografió con fondo de lo que llamó el “impresionante Glaciar Perito Moreno”, insertó la foto en un tuit y escribió, arrobando a su empresa favorita, “La Tierra es DE LEJOS el mejor planeta. Tenemos que ir al espacio para salvarla”.
Es el objetivo que asignó a Blue Origin, su tortuga, con la que persigue su mayor ambición, mientras Amazon, su liebre, lo consolida como el hombre más rico del mundo.
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