En medio de la fuerte presión cambiaria de los últimos meses el Gobierno continúa implementando medidas para contener el alza del dólar en un contexto en el que la brecha entre el libre y el oficial supera el 100% y la inflación comienza a acelerarse tras la fuerte emisión monetaria para paliar la crisis que agudizó la pandemia de coronavirus. En ese marco, el Banco Central subió hoy al 37% anual la tasa de interés que pagan a los ahorristas los plazos fijos en pesos a 30 días de hasta $1 millón, siempre que sean hechos por personas humanas, con un incremento de tres puntos porcentuales respecto a su actual rendimiento.
La medida fue adoptada en la reunión de Directorio del Banco Central de hoy, en la que se aprobó también que las empresas o los plazos fijos de mayor volumen reciban una tasa del 34% (Tasa Nominal Anual), dos puntos más que lo que pagan hasta la fecha.
En ese contexto, economistas consultados por Infobae afirmaron que se trata de una medida que van en el sentido correcto pero que resulta insuficiente. Matías Rajnerman, jefe de la consultora Ecolatina dijo que “es una medida que va en la dirección correcta pero llega tarde y en dosis muy acotadas”.
“De manera aislada no alcanza. Un 37% anual de tasa, es un 3% mensual casi 4%. Con esta aceleración inflacionaria la tasa se quedó muy lejos. El objetivo de la suba de la tasa es desalentar la demanda de dólares oficiales y paralelos. Si me premian por ahorrar en pesos me quedo con los plazos fijos. El problema es que la expectativa de devaluación es tan grande que pareciera que todo se queda corto y nada calma al mercado”, remarcó.
Para Martín Kalos, director de EPyCA Consultores, se trata de una medida lógica que se complementa con otras que se vienen tomando. “Busca corregir el desfasaje con inflación. Es pragmática en función de los resultados y las expectativas de corto plazo. Aunque es insuficiente por sí sola pero forma parte de una serie de medidas que se están tomando para normalizar el comportamiento financiero”, consideró.
Un 37% anual de tasa, es un 3% mensual casi 4%. Con esta aceleración inflacionaria la tasa se quedó muy lejos (Matías Rajernman)
En ese sentido, sostuvo que si bien es una noticia extraña para el sector productivo, “en este contexto es más importante la estabilización macroeconómica y que deje de haber tensiones financieras”.
Por su parte, Andrés Asiain, director del Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) destacó que el aumento de la tasa es para desincentivar el ahorro en dólares en un contexto en el que la inflación se acelera.
“Me parece correcto pero no creo que tenga impacto en términos inflacionarios. Puede amortiguar un poco la presión sobre el dólar si los plazos fijos quedan muy negativos respecto a la inflación”, señaló.
Y agregó: “El tema inflacionario creo que corre por otro lado y tiene que ver con el descongelamiento de muchos precios y con la suba de los dólares paralelos. Es una medida que tiende a calmar la presión cambiaria pero no va a tener un impacto sobre la inflación de forma directa”.
Me parece correcto pero no creo que tenga impacto en términos inflacionarios. Puede amortiguar un poco la presión sobre el dólar si los plazos fijos quedan muy negativos respecto a la inflación (Andrés Asiain)
En tanto, Iván Cachanosky, economista jefe de la Fundación Libertad & Progreso dijo a Infobae que “más allá de si es una medida ortodoxa o no, la realidad se le impuso al gobierno”.
“Financiar una pandemia solo con emisión monetaria iba a traer consecuencias, una de ellas es la brecha entre los dólares. Sigue la presión sobre el dólar por más que en las últimas ruedas haya bajado. La inflación que se dio a conocer hoy no contribuye”, analizó.
Y añadió: “Algunas medidas son más ortodoxas en relación a lo que piensa este Gobierno. Cuando subís la tasa podes perjudicar al nivel de actividad aunque este año eso está perdido por la pandemia. Al gobierno le queda bajar la inflación todo lo que pueda. Aunque esta medida no necesariamente va a calmar al dólar. El Gobierno anterior subió la tasa y la demanda de dólares continuó”.
Según el economista, la suba de la tasa de interés es una medida aislada. “El problema es de confianza. Falta la hoja de ruta. Tienen que presentar un plan que hay que ver que si es creíble o no. Si hubiese un plan no habría este derrumbe de la demanda del peso”, aseguró.
Port último, Lorenzo Sigaut Gravina, director de Ecolatina opinó: “Es una reacción a la inflación. Se busca que la tasa no sea negativa. Ya se sabía que la inflación iba a estar más cerca de 4% que del 3%. Estamos ante un gobierno que se vio muy cerca de una crisis cambiara abierta y comenzó a tomar medidas de tinte más ortodoxo como ajuste fiscal, dollar linked, suba de tasas. Son medidas que tiene su costo pero el Gobierno parece decidido a tratar de estabilizar la economía”.
Cabe destacar que el Gobierno también se dispuso un incremento de la tasa de interés de la política monetaria para continuar con la estrategia de armonizar los rendimientos en pesos. En ese sentido se elevó dos puntos la tasa de pases pasivos a 7 días, que queda en 36,5% TNA y en un punto los pases a 1 día a 32 por ciento, de acuerdo a lo informado por el Banco Central.
Algunas medidas son más ortodoxas en relación a lo que piensa este Gobierno. Cuando subís la tasa podes perjudicar al nivel de actividad aunque este año eso está perdido por la pandemia (Iván Cachanosky)
Al mismo tiempo, el proceso de armonización incluyó una suba en el rendimiento de las Letras de Liquidez (Leliq), que se incrementa en dos puntos al 38 por ciento. Se trata de la primera suba de la tasa de las Leliq en el mandato de la actual gestión del Banco Central, que había llegado a reducido la tasa de política monetaria desde el 62%, en diciembre de 2019, hasta el 36% a principios de noviembre.
La medida forma parte de un conjunto de ajustes en la política monetaria de la autoridad monetaria que buscan armonizar el nivel de tasas y el costo de los pasivos monetarios que enfrenta, a la vez que pretende quitarle presión al mercado cambiario y ofrecer mejores condiciones para la inversión y el ahorro en moneda local.
En esa línea, el BCRA instrumentó este año sucesivos aumentos de las tasas que deben pagar los bancos por los plazos fijos que hicieron que, hasta septiembre, los depósitos de este tipo del sector privado acumularan un crecimiento superior al 80% en los últimos 12 meses. En términos reales, implica el mayor incremento real interanual del que se tenga registro, según el último Informe de Política Monetaria del Banco Central.
Sin embargo, los primeros signos de agotamiento de la política de tasas para depósitos en pesos llegó en octubre, cuando los plazos fijos del sector privado cayeron un 5% hasta los $2,7 billones, sumando las colocaciones tradicionales y las denominados en UVA, luego de cinco meses consecutivos de crecimientos mensuales de entre el 5 y el 10 por ciento.
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