Los salarios del sector privado volvieron a la tendencia negativa en septiembre pasado. Según el RIPTE, el informe que publica cada 45 días el Ministerio de Trabajo que mide la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que perciben los trabajadores que se encuentran bajo relación de dependencia y que han sido declarados en forma continua durante los últimos 13 meses, durante el mes pasado los salarios crecieron 1,9 por ciento.
El número significa una pérdida en términos reales si se tiene en cuenta que durante el mismo período de tiempo el costo de vida medido por el Instituto de Estadísticas y Censos mostró que la inflación fue de 2,8 por ciento.
En lo que va del año, los salarios sólo le ganaron a la inflación en los meses de enero, febrero, junio y julio; el resto, quedaron por detrás del IPC. Según el promedio del informe, en enero el sueldo era de $ 53.070,21 y en septiembre pasado ese monto se elevó a 61.909,95. Esto significa un aumento de 24,8% en los primeros nueves meses del año. En ese mismo período, de enero a septiembre, el costo de vida acumuló una suba de 22,3 por ciento
Y las perspectivas luego de que se conociera el dato de octubre (3,8%) y la aceleración de los precios de los bienes y servicios en lo que resta del año es que los salarios del sector privado terminen otro año por debajo del acumulado del costo de vida.
Buena parte de los meses en los que los salarios le ganaron a la inflación fue consecuencia del pago de cuotas de las paritarias. Respecto a este punto, hay algunos sindicatos que empezaron a cerrar paritarias y la gran mayoría lo hace en el rango que va entre subas del 30% al 35%.
La UOCRA cerró hace unos días un 33% de aumento a pagar 25% en noviembre y 8% en febrero del 2021. La Unión de Carga y descarga obtuvo el 31,2%, la Federación de Alimentación acordó un aumento del 20% para la rama avícola y acumula un 25,4% en el año, SMATA acordó con ACARA un aumento del 9,84% acumulativo para el último trimestre y cierra el año con un incremento del 33,4%; los trabajadores del cuero acordaron 29%; UTEDyC y la AFA negociaron un aumento de 32,8 por ciento.
El dato no sólo es relevante por la carrera que se observa entre los salarios y la inflación, sino porque en poco tiempo también mostrará una parte de ajuste en las jubilaciones, cuando se aplique la nueva fórmula, ya que las variaciones de la RIPTE intervienen en el cálculo de la movilidad jubilatoria del Régimen General del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y en el cálculo de las indemnizaciones por accidentes de trabajo.
El proyecto de ley que enviará en los próximos días el Ejecutivo nacional para establecer una nueva fórmula de movilidad de las jubilaciones establece que se tomará en cuenta el ajuste de los salarios vía el RIPTE y la recaudación que publica la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), en partes iguales.
Es decir, el ajuste semestral que tendrán las jubilaciones, pensiones y las asignacionaciones familires como la Asginación Universal por Hijo, ajustará 50% por la suba que haya tenido el índice salarial y una misma cantidad por la recaudación.
Algo similar sucede con los alquileres. La nueva fórmula que regula cómo y cuánto se pueden ajustar los alquileres está compuesta en partes iguales por dos indicadores. En este caso se toma la variación del índice de Precios (IPC) y la variación que muestre el RIPTE.
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