El sector de la construcción, que esperaba remontar de la mano de las aperturas post aislamiento y de los planes de incentivos, ahora se enfrenta a un nuevo conflicto que tiene semiparalizadas muchas obras en todo el país.
Una encuesta realizada por la Cámara Argentina de la Construcción entre sus 144 empresas asociadas a nivel nacional reflejó que las compañías están enfrentando problemas de abastecimiento en casi todos los insumos. Hay faltantes de cemento, acero redondo para la construcción –donde señalan que hay un aumento significativo de los precios en dólares–, ladrillos huecos, chapa galvanizada; son los materiales que presentan los mayores inconvenientes de abastecimiento.
“Todos los consultados coinciden en que el problema para las constructoras existe, y afecta el avance de obras en curso o a comenzar", explica el trabajo de Camarco. Sin embargo, a la hora de analizar las razones las respuestas apuntaron a diferentes causas.
En algunos casos, el problema es que la producción en origen está paralizada -en ciertos periodos y regiones- por el aislamiento, la afectación de personal productivo por contagios de COVID-19, problemas de logística por restricciones al transito interjurisdiccional, mayor demanda minorista en corralones para autoconstrucción, restricciones a la oferta por demoras en la importación de productos o insumos o por incertidumbre sobre el valor de reposición del stock.
“Hay proveedores que disminuyeron su producción por problemas con las máquinas, porque no cuentan con los repuestos porque son importados, como es el caso del cemento. Otros porque no tiene precio de reposición, hay incertidumbre cambiaria y no saben a qué dólar van a tener que reponer lo que venden. En el caso de las bolsas de cemento, están direccionadas a los corralones y no a las constructoras viales. En el caso de cemento a granel no hay problema”, señala el informe que se realizó sobre la base de las respuestas de 144 constructoras de todo el país.
Pero más allá de opiniones sobre las causas, es un hecho generalizado para las empresas -y aceptado por todos los actores-, que la situación afecta el normal aprovisionamiento de materiales a las obras en marcha y a su precio, afectando por tanto, temporalmente, la cotización ajustada de nuevas obras.
También hay problemas sindicales. La discusión por paritarias que tiene desde hace algunos meses el Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) está afectando la entrega de un insumo central para la construcción: la arena.
Desde la Cámara de la Construcción alertaron que se ha “paralizado la provisión de los despachos de arena, un insumo clave de la cadena de valor de nuestra industria, ocasionada por un conflicto salarial. Esta situación genera perjuicios que exceden largamente lo económico, tanto para para los proveedores que se ven imposibilitados de entregar dicho material, o los constructores, paralizadas las tareas en obras”.
Con el sindicato llevando a cabo la medida de fuerza se paralizó la extracción de arena por parte de los buques areneros, lo que provoca que el stock en los corralones esté casi agotado y genere otro factor que contribuye a la paralización de las obras.
Desde la Cámara señalan que más allá de opiniones sobre las causas “es un hecho generalizado para las empresas -y aceptado por todos los actores-, que la situación afecta el normal aprovisionamiento de materiales a las obras en marcha y a su precio, afectando por tanto, temporalmente, la cotización ajustada de nuevas obras”.
A partir de esto, entienden que esta situación “debe ser considerada por tanto en relación al cumplimiento de plazos como respecto a los costos incurridos, porque resultan de una situación sobreviniente, no previsible al contratar y que el contratista no puede resolver”.
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