La cuasi indiferencia de precios que había entre el dólar ahorro, que está cerca de $ 140, con el “blue” o dólar libre, hizo que la demanda creciera y comenzaron a pagar cada vez más. En un momento de la rueda tocó $ 163 para luego cerrar a $ 162. El rebote en el día fue de $12 y una alerta para el Banco Central porque los inversores y ahorristas le mostraron los pisos de los distintos dólares y comenzaron a despegarse. Esos pisos están lejos de la meta del Banco Central porque su brecha sigue siendo de 100% promedio y crece el riesgo de una devaluación. También complica la negociación con el FMI.
La suba de los dólares alternativos tuvo otros condimentos. El Banco Central intervino sobre el final de la rueda, pero la demanda lo estaba esperando. Por eso, cuando salió a vender los bonos AL30, se encontró con una fuerte demanda que lo elevó 5% en pesos y marcó el destino de los dólares alternativos. Esta vez, la media hora final fue letal para el Central porque en ese lapso se produjo el aumento de casi 3% de los dólares alternativos. El AL30 cotiza a USD 38 y su valor final a 10 años es de USD 110. La renta es elevada; más de 16%. Los inversores locales y los pocos del exterior no dudaron en jugar una ficha al cero y comprarlo porque consideran que está en su piso.
El dólar Bolsa o MEP, negoció USD 38 millones y aumentó $4 a $145,54. El contado con liquidación fue el que más trabas tuvo para operar, debido al semi feriado de Estados Unidos. De todas maneras, se negociaron USD 83 millones y el llamado “dólar fuga” o cable, aumentó $3,15 a $149,58.
Donde el Banco Central no la pasó bien fue en la plaza mayorista. Los exportadores siguieron sin liquidar divisas y los únicos que estuvieron presentes fueron los importadores. Para satisfacer la demanda vendió USD 40 millones y el dólar cerró 9 centavos arriba a $ 79,50.
Las reservas sintieron el impacto y bajaron USD 62 millones a 39.260 millones. A la venta de dólares al sector privado, hubo que agregar la pérdida de valor del oro que bajó 0,60% a USD 1.864 y la caída del euro y la libra esterlina frente al dólar. El yuan quedó sin cambios en su cotización. El riesgo país no varió, cerró en 1.347 puntos básicos.
La buena noticia para el Gobierno fue que pudo conseguir los pesos que buscaba en el mercado con la emisión de Letras del Tesoro a tasa variable. Los compradores fueron los de siempre, los institucionales que tienen acotada la dolarización de sus carteras y no tienen otra alternativa que colocar sus pesos en bonos del Tesoro. Las compañías de seguro y bancos fueron los grandes tomadores de esta colocación por $ 70.557 millones. A diferencia de anteriores licitaciones, faltaron inversores individuales.
Mejor suerte tuvo el Grupo IRSA que canjeó sus Obligaciones Negociables para mejorar el perfil de vencimientos y logró colocar nueva deuda en dólares con vencimiento en noviembre de 2022 y 2023.
Los inversores mostraron que tienen más confianza en las empresas privadas que en el Tesoro. Por eso IRSA captó USD 174.458.1888. El 98,31% de los acreedores aceptó que le entreguen nuevos bonos. Cresud, a su vez, recibió USD 65.075.746 millones con una aceptación de 88,41% de los acreedores. La operación alivia a la empresa que tenía restringidos sus pagos al exterior por el cepo cambiario. No solo ganó tiempo, sino que amplió su financiamiento.
La Bolsa, tuvo un día de reacomodamiento de precios. Hubo lógicas tomas de ganancias, pasado el “efecto Pfizer”. Con negocios por $ 1.415 millones, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, bajó 0,74% y cerró en los mínimos del día. La toma de ganancias empezó a las 14.30 cuando la Bolsa estaba 0,25% arriba.
La caída más importante fue la de YPF (-4,73%) y la suba más destacada la de Loma Negra (+6,66%).
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda donde predominaron las bajas. Lo mejor pasó por la cementera. Loma Negra (+12,94%) e IRSA Propiedades Comerciales (+11,45%). Las caídas afectaron a los bancos. Supervielle perdió 6,13%; Galicia, 5,68% y Macro, 4,15%.
Para hoy se espera otra rueda donde se sabrá si el dólar está resurgiendo o fue apenas un reacomodamiento. Cabe separar las operaciones del “blue” o dólar libre, de los alternativos. Estos dólares subieron por distintas razones. Por eso el “blue” hoy tiene más posibilidades de bajar o mantenerse en el precio que alcanzó al cierre y los dólares alternativos tendrán que demostrar que la suba no fue un hecho aislado.
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