A pesar del rebrote de la inflación, que en octubre habría superado el 3%, el Gobierno decidió adelantar el descongelamiento de precios de alimentos, bebidas y artículos de higiene. Las negociaciones con supermercadistas y alimenticias para eliminar de la lista de Precios Máximos un importante número de artículos con una condición: no deben formar parte de la canasta básica, ya que esto impactaría fuerte en los sectores de menos recursos.
La semana pasada la cámara que agrupa a las principales alimenticias de la Argentina (Copal) emitió un duro comunicado advirtiendo por la situación compleja que atraviesa el sector, tanto empresas grandes como PYMES, por el congelamiento de precios. Las listas vienen del 6 de marzo y en algunos casos los valores son de diciembre de 2019. El Gobierno aceptó dos aumentos muy menores en julio y en octubre, pero en el sector lo consideran insuficientes. Según ese mismo comunicado, el aumento de costos ronda el 26% desde que arrancó el programa de Precios Máximos, que congeló 2.200 productos que se venden en supermercados y autoservicios. Las compañías también advirtieron sobre el riesgo de que se produzcan faltantes, ante las pérdidas que ocasiona la producción de muchos artículos.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, dio algunos detalles sobre qué es lo que se puede esperar próximamente. Si bien explicó que hasta el 31 de enero se mantendrá el programa de Precios Máximos, se autorizará que una serie de productos sea “desafectado” del mismo. El compromiso de las empresas será no avanzar con aumentos abruptos sino graduales y negociados con el Gobierno.
Las alimenticias aseguran que sufrieron un aumento de 26% en sus costos, lo que vuelve insostenible el programa “Precios Máximos”. Por eso, el Gobierno apura que una serie de productos sean deslistados en breve, pero con la condición que no involucre artículos de la canasta básica
“El objetivo es que se mantengan productos de la canasta básica sin cambios de precios para no afectar a los sectores de menor poder adquisitivo”, explicó el funcionario.
La política de congelamiento generó alivio en los bolsillos sobre todo en la primera parte del año y en medio de la pandemia. Pero ahora resulta insostenible por la cantidad de meses acumulados, la suba de costos y también el hecho de que mucha gente que había perdido ingresos ahora los está recuperando.
Ya en la medición de septiembre se había notado un incipiente salto en los precios de los alimentos y esta tendencia se mantendría en octubre. Pero es posible que este último bimestre las subas sean aún más importantes ante el incipiente descongelamiento.
Hasta último momento productores y funcionarios discutieron qué productos quedarán en Precios Máximos, mientras que otros pasarán a Precios Cuidados. Un tercer grupo quedará fuera de ambos programas, pero de todas formas continuarán siendo monitoreados por el Gobierno, con el objetivo de evitar cualquier disparada inflacionaria.
El objetivo es que se mantengan productos de la canasta básica sin cambios de precios para no afectar a los sectores de menor poder adquisitivo
Lo que aún no está claro es qué sucederá con los productos básicos que continuarán congelados. No será fácil para el Gobierno mantener la lista de precios sin variación alguna hasta enero de 2021. No habría que descartar alguna nueva autorización para algunos incrementos puntuales.
Tampoco se sabe qué ocurrirá después del 31 de enero del año próximo, fecha estipulada para el final del programa. Pero cualquier medida que se tome incluiría una suba muy gradual de los precios para evitar un impacto mayor en los índices de inflación.
En relación a los precios, las estimaciones de consultoras privadas sitúan a la inflación de octubre en niveles superiores al 3%, algo que no se veía desde los meses previos a la pandemia, luego del salto a 2,8% en septiembre. El dato lo divulgará oficialmente mañana el INDEC.
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