El gobierno de la provincia de Buenos Aires envió el viernes pasado su proyecto de ley de Presupuesto para el 2021, que estuvo acompañada por la ley tributaria para el año que viene en donde se establece modificiones impositivias.
Con el recuerdo vivo de lo que fue la discusión por los incrementos de los impuestos en marzo del año pasado, el gobierno mandó también la ley tributaria para contar con el tiempo suficiente como para comenzar el 2021 apostando al crecimiento de la recaudación.
El presupuesto establece un gasto total de $1,9 billones, un endeudamiento de $ 65.000 millones -sólo en en moneda nacional- una suba en los impuestos automotor, inmobiliario urbano y rural que tendrán un tope en casi la totalidad de la provincia de 32 por ciento, acompañando la inflación proyectada por el gobierno nacional.
Al igual que lo que sucedió a principios de este año, cuando se discutió en la legislatura el incremento de los impuestos tendrá un corte en donde el aumento del impuesto será mayor en el caso del inmobiliario urbano si la propiedad cuya base de 2021 supera los 15 millones de pesos y, en el caso de los automóviles, cuando superen los 5 millones de pesos de valor fiscal.
En el caso de los impuestos rurales el incremento será de la inflación proyectada en unidades de hasta un valor de $ 19.6 millones y, a diferencia de lo que pasó en otras ocasiones, se mantendrá el mismo porcentaje de aumento si el valor es superior y la superficie libre de mejoras es menor de 2.000 hectáreas.
Otro punto que desde el poder ejecutivo provincial adelantaron que no tendrá modificaciones es el impuesto de Ingresos Brutos. Con el pacto federal a la vista la administración de Axel Kicillof estableció que ningún sector productivo tendrá un incremento del impuesto, no así los sectores financieros.
Respecto de este punto la provincia definió que los servicios financieros porque es un sector que no sufrió la pandemia y obtuvo muy buenos rendimientos durante este año.
Hoy el sector paga 7% de ingresos brutos pero aunque no está definido cuánto aumentará la intención del equipo económico de la provincia es llevarlo al 9 por ciento.
Deuda sin resolver
Un punto no menor es que aún no tiene resuelto la discusión por la deuda, pero en el Presupuesto no hay una sola línea ni partida que establezca algún tipo de pago de servicio de la deuda frente a la contingencia de que la provincia de Buenos Aires no logre un acuerdo con los acreedores externos.
Kicillof está negociando deuda por USD 7.148 millones emitida a tasas promedio de 8,75% anual. Mientras tanto, también deberá pagar $ 57.600 millones de intereses de deuda en pesos y otros $140.600 de capital (esto si figura en el Presupuesto).
Además de la toma de deuda por 65.000 millones de pesos en el mercado local y de créditos de los organismos multilaterales, la ley impositiva contempla que la administración central solicita la autorización para la emisión de Letras del Tesoro por $10.000 millones que tendrán como función el manejo de flujo de caja y que se realizarán de manera escalonada.
Por su parte, la presidenta del Senado y vicegobernadora, Verónica Magario, señaló que “es un presupuesto que duplica el que dejamos en el 2019”. Sin embargo, el punto más importante de su discurso fue el que se refirió al tema deuda, ya que, según explicó, el proyecto de ley “tiene apenas un pequeño endeudamiento de un 3,3 por ciento” del presupuesto total, que señaló como necesaria para sostener la inversión pero destacando que la deuda es “en pesos”.
Según lo expuesto por las autoridades provinciales, los principales ejes del proyecto serán: Infraestructura y vivienda ($174.151 millones), Educación ($82.469 millones), Seguridad y servicio penitenciario ($33.273 millones), Reactivación económica e inclusión socia ($4815 millones), Salud ($74.926 millones) y Perspectiva de género ($1026 millones).
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