El anuncio de la cercanía de una vacuna de Laboratorios Pfizer contra el COVID-19 reanimó no solo a los mercados del mundo, sino que animó a los inversores a asumir riesgos. Así algunos se volcaron a bonos y acciones argentinas que están exageradamente subvaluadas. El beneficio que nació en las Bolsas de Nueva York, Europa y Asia fue considerable. Lo más importante es que el Gobierno ganó un mínimo voto de confianza que no debe dilapidar tomando medidas que irriten a empresas e inversores.
Si bien no se puede hablar de euforia porque el mercado es volátil, hubo recuperación de muchos precios, como el del petróleo, a cuenta de una mayor actividad si la vacuna da resultado. También hubo venta de acciones de empresas tecnológicas que habían batido récords de precio, para pasarse a otras tradicionales que estaban en precios de liquidación porque fueron afectadas por la pandemia.
Por eso en Nueva York, el Dow Jones subió casi 3% y el Nasdaq, de las acciones de nuevas tecnologías, perdió 1,53%. Fue evidente la toma de ganancias en un sector y la inversión en otro.
El país tuvo una serie de beneficios por esta situación. Sus bonos, al estar entre los de mayor rendimiento del mundo por sus bajos precios, fueron demandados. Una gota que derramen los inversores de fondos del exterior sobre estos títulos, es un océano en la Argentina. Por eso los bonos con ley extranjera que rinden casi 16% tuvieron alzas de hasta 3% que hicieron bajar el riesgo país 37 unidades (-2,7%) a 1.354 puntos básicos.
También hubo un buen nivel de negocios en el mercado mayorista donde el dólar subió 25 centavos a $ 79,36. Se operaron USD 210 millones, de los que el Banco Central compró USD 110 millones, pero cabe aclarar que a algunos importadores les colocó yuanes para que paguen sus compras al exterior y esto resta reservas.
Por eso la compra de divisas no impidió la fuerte caída de las reservas de USD 206 millones a USD 39.318 millones. Es que el oro se desplomó 4,7% a USD 1861 la onza y el dólar se revaluó frente al euro, la libra esterlina y, en menor medida, frente al yuan. Este combo más los pagos por compensaciones de comercio exterior a Brasil, con quien hay déficit comercial, hizo que las reservas padecieran ese golpe.
Con los dólares alternativos no tuvo buena suerte. Pese a la intervención con los bonos de la Anses, el contado con liquidación subió 46 centavos a $ 147,36 con un volumen de negocios de USD 77 millones, más bajo que el habitual. El dólar Bolsa o MEP avanzó 40 centavos a $ 141,98 con un regular monto de operaciones de USD 34 millones. Cabe destacar, que la intervención oficial no fue tan importante como en las ruedas anteriores.
El dólar que se derrumbó fue libre, que cayó $ 6 a $ 151, pero que para hoy quedó en $ 147 y cerca del piso que le impone el dólar ahorro que cotiza a casi $ 140. Los rumores eran que le iban a quitar al dólar ahorro el cargo por el impuesto a las Ganancias, pero hay dudas porque el Gobierno intenta recaudar más. Pero si no lo hace va a poner un obstáculo importante para la baja de todos los dólares con lo que dejaría latente la amenaza de devaluación porque la brecha con el dólar oficial sigue siendo muy alta.
Las acciones recibieron la noticia de la vacuna y la euforia de los mercados del exterior con fuertes alzas. Los negocios en acciones alcanzaron a $ 1.308 millones, un volumen que no estuvo de acuerdo a la expectativa. El S&P Merval, el índice de las líderes, subió 2,4%. YPF lideró las alzas con 9,8% seguido por los bancos. BBVA aumento 7,5%; Macro, 6,3% y Galicia, 6,2%.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda notable. Las acciones más beneficiadas fueron las que están más retrasadas y su reactivación está relacionada directamente con la vacuna como el sector de transporte y turismo. Por eso, Corporación América (+23,7%) y Despegar (15,3%) encabezaron los aumentos.
Hoy el mercado asimilará mejor lo que sucedió el lunes y puede haber más selectividad y equilibrio. Por supuesto, que el escenario le facilita a Martín Guzmán, el ministro de Economía, la pulseada para bajar el dólar en momentos clave porque está por iniciar las negociaciones con el FMI.
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