A pocas semanas del inicio de la temporada turística de verano –previsto para el próximo 1º de diciembre–, el Ministerio de Turismo presentó el protocolo que deberán cumplir los balnearios y una guía para la gestión de playas públicas.
El protocolo para balnearios está destinado a todos los establecimientos que brindan servicios como balneario turístico –playas de mar, río, lago, lagunas o arroyos– y entre sus puntos principales se destacan:
- Fomentar la gestión de reservas y pagos de manera electrónica, establecer medidas de control a los visitantes antes del ingreso al balneario y determinar espacios de entrada y salida diferenciada, para evitar filas y aglomeración de personas.
- En caso de disponer estacionamiento propio, el protocolo recomienda dejar libre un módulo entre autos, para evitar la congestión de personas.
Los balnearios deben determinar espacios de entrada y salida diferenciada, para evitar filas y aglomeración de personas
- Definir una “capacidad máxima” para poder garantizar el distanciamiento social en la disposición de carpas y sombrillas e incluso en las zonas de circulación. Esa capacidad será definida por cada municipio, según explicaron desde el Ministerio de Turismo.
- En caso de habilitar juegos infantiles, recreativos y áreas deportivas, se deberá garantizar la limpieza y desinfección. Si no, deberán permanecer cerradas.
- La apertura y el uso de piscinas, spa y gimnasios va a quedar sujeta a la autorización de la autoridad local competente.
- Las recomendaciones incluyen limpiar y desinfectar pisos, paredes de sanitarios y toda superficie o elemento de uso y contacto frecuente. También el control frecuente de sanitarios y vestuarios, donde se debe verificar el correcto funcionamiento de dispensadores, disponibilidad de agua y jabón o alcohol, toallas de papel, cestos con tapa no manual. Las duchas y lavapiés deberán ser utilizados individualmente.
Por su parte, la guía para la gestión de playas públicas está dirigida a los municipios que cuenten con espacios públicos como playas de mar, río, lago, lagunas o arroyos u otra. Entre sus principales puntos se destaca que deberán garantizar el distanciamiento social obligatorio en las instalaciones. Se podrán utilizar líneas demarcatorias –que delimiten los espacios para asegurar el cumplimiento de los límites de densidad de ocupación y de distancia mínima–, y se debe promover una circulación en sentido único para el ingreso y egreso de la playa, entre otros.
- Se recomienda que el municipio establezca los mecanismos necesarios para que las personas dispongan sus objetos personales (toallas, reposeras y otros) y permanezcan en la playa pública respetando el distanciamiento interpersonal de seguridad establecido. También se sugiere proveer espacios adecuados para la higiene de manos.
- En las playas que cuenten con sombrillas disponibles al público, se recomienda distribuirlas respetando la distancia social obligatoria. Y controlar que carpas y sombrillas de los turistas, así como la zona de circulación entre cada una de ellas, se ubiquen con la distancia social mínima de seguridad vigente.
- En caso de haber áreas de recreación, deberán respetar las medidas de limpieza, desinfección y distanciamiento.
- Se sugiere no realizar espectáculos en playas públicas, para evitar aglomeramiento.
- Los servicios turísticos en playas públicas, ya sean gestionados por el municipio o concesionados, deberán cumplir los protocolos nacionales, provinciales o municipales según cada actividad.
Las guías y protocolos fueron elaborados por el Ministerio de Turismo en conjunto con el Instituto de Calidad Turística Argentina (ICTA), la Cámara Argentina de Turismo (CAT) y las provincias a través del Consejo Federal de Turismo. Ambos documentos aconsejan una “señalización eficiente”, que incluye colocar en lugares visibles información sobre las medidas de distanciamiento social, higiene, y las recomendaciones ante la presencia de síntomas sospechosos de COVID-19. Además, sugieren brindar información en formato digital, con código QR, o disponer de carteleras, atriles, pizarras o folletos plastificados, que puedan ser limpiados y desinfectados luego de cada consulta.
Seguí leyendo