Según un documento del Congreso de EEUU, el FMI podría vender oro y asignar nuevas cuotas de capital para asistir a países en crisis por la pandemia

El debate entre los principales accionistas del Fondo es relevante para la Argentina, en vísperas del arribo de una misión y la negociación de un nuevo acuerdo con el organismo

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Vista del Capitolio, sede del Congreso de EE.UU., en Washington. EFE/Jim Lo Scalzo/Archivo
Vista del Capitolio, sede del Congreso de EE.UU., en Washington. EFE/Jim Lo Scalzo/Archivo

Un documento del Congreso de EEUU señala que la directora del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, ya ha expresado que el organismo está dispuesto a usar toda su capacidad crediticia, de un billón (millón de millones) de dólares en respuesta la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus.

Se trata de informe “Efectos económicos globales del COVID-19”, que el Servicio de Investigaciones del Congreso (CRS, por su sigla en inglés) norteamericano actualizó al jueves 5 de noviembre, en el que presenta el impacto de la pandemia, describe las respuestas de los distintos gobiernos y organizaciones y presenta el rango de proyecciones de las principales agencias internacionales.

Pero además de la disposición de Georgieva a usar todos los recursos con que actualmente cuenta el organismo, el documento da cuenta de “un debate en curso acerca de si los países miembro deben contribuir con fondos adicionales o si el FMI debe aumentar sus recursos vendiendo una parte de sus reservas de oro o instrumentar políticas que protejan las reservas de los países miembros a través de un proceso de asignación de Derechos Especiales de Giro” (DEG, la moneda de cuenta del Fondo, conformada por una canasta de 5 monedas: dólar, euro, libra esterlina, yuan y yen).

Se trata de una discusión casi permanente entre los principales países accionistas del Fondo: si están dispuestos a aumentar otra vez el capital del FMI o si éste debe aumentar su capacidad de crédito vendiendo parte de sus joyas o asignando a los países más necesitados porciones más generosas de DEG, de modo aquellos con reservas más endebles puedan reforzarlas para soportar mejor la crisis.

Una discusión permanente entre los principales accionistas del FMI es si están dispuestos a aumentar el capital o si el organismo debe aumentar su capacidad de crédito vendiendo parte de sus joyas o asignando a los países porciones más generosas de DEG

El documento dice que en el marco de la crisis más de 100 de los 189 miembros del Fondo (el número real es ahora 190, con la incorporación, el 16 de octubre pasado, de Andorra, un microestado emplazado en los Pirineos, entre España y Francia, severamente afectado por el derrumbe del turismo) ya han solicitado ayuda al FMI y que al 30 de junio el Banco Mundial ya había aprobado créditos a 99 países y que –según el informe del Congreso- “en los próximos 15 meses estima que desplegará hasta USD 160.000 millones para responder a la crisis pandémica, más del doble de los fondos que comprometió en el ejercicio 2019”. EE.UU. es el principal accionista tanto del Fondo como del Banco Mundial, con una cuota del 16% del capital de ambas instituciones.

Los recursos del FMI y la negociación argentina

En la imagen, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. EFE/Michael Reynolds/Archivo
En la imagen, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva. EFE/Michael Reynolds/Archivo

El debate sobre el monto, forma y uso de los recursos de los principales entes multilaterales de crédito es relevante para la Argentina, en vísperas de un arribo de una nueva misión del FMI, encabezada por la subdirectora de Hemisferio Occidental del Fondo, la norteamericana Julie Kozack, y el jefe de la “misión argentina”, el venezolano Luis Cubeddu, con los cuales el ministro de Economía, Martín Guzmán, pretende negociar un acuerdo plurianual de metas fiscales, monetarias y externas que ayuden a restablecer la confianza, reducir la brecha cambiaria, estabilizar el dólar e impulsar una gradual recuperación de la economía.

Según indicó un vocero del Fondo, el diálogo con el gobierno “se centrará en la agenda fiscal, monetaria y estructural de las autoridades para el mediano plazo con el objetivo de anclar la estabilidad macroeconómica y sentar las bases para un crecimiento inclusivo y sostenible”

Si bien el organismo dice que “no hay fecha establecida” para la conclusión de las negociaciones, el ministro Guzmán pretende abrochar cuanto antes un acuerdo que le permita transitar con tranquilidad los meses que restan hasta el inicio de la liquidación de exportaciones de la cosecha gruesa, principal aportante de divisas y refuerzo de las reservas internacionales del Banco Central.

Además, el gobierno aspira también a que el acuerdo con el Fondo le permita también renegociar en mejor posición un vencimiento con el Club de París, que recae en mayo. Por otra parte, si bien el propio presidente Alberto Fernández señaló repetidamente que la Argentina no solicitaría nuevos recursos al Fondo, en recientes declaraciones el representante argentino ante el organismo, Sergio Chodos, dejó la puerta abierta a esa posibilidad.

Balance

En cuanto al documento de 122 del Congreso de EEUU, he aquí algunos de sus aspectos:

-Costo económico de la crisis Desde que se inició la pandemia, el virus se difundió a más de 200 países y afectó el crecimiento económico global “más allá de cualquier experiencia en casi un siglo”. Las estimaciones van de una caída del 4,5 al 6% en 2020. “No obstante, los rebrotes en Europa, EEUU y varios países en desarrollo en septiembre y octubre y las renovados confinamientos podría debilitar o demorar la recuperación”. Al respecto, cita un informe de la OCDE según el cual la caída del PBI global llegaría 7,6% de consolidarse un escenario de “segunda ola” de coronavirus. La caída en el PBI global per capita se estima así entre 8 y 9 por ciento.

-Déficits fiscales, medidas monetarias y deuda El trabajo cita cálculos del FMI, según los cuales las medidas adoptadas hasta septiembre para “sostener” la economía sumaban USD 5,4 billones (millones de millones) de gasto fiscal y USD 5,4 billones en préstamos y garantías crediticias, por un total de USD 10,8 billones, a los que el informe agrega $ 5 billones en medidas de relajamiento monetario por parte de los principales Bancos Centrales. En tanto, la emisión de deuda de los gobiernos aumentó del 3,9% del PBI global en 2019 al 12,7% en 2020.

-Desempleo y pobreza El legado de la pandemia incluye “tasas de desempleo no vistas desde la Gran Depresión de los años 30”. El informe afirma que "el desempleo global subirá al nivel más alto de los últimos 25 años. Agrega que "el costo en vidas humanas afectará permanentemente el crecimiento global” y redundará en “crecientes niveles de pobreza”. Y estima entre 100 y 110 millones el aumento del número de personas que pasará a vivir “en extremas condiciones de pobreza”.

Semáforo en rojo para el comercio, en la fachada de la OMC. 
Oct 2, 2018. REUTERS/Denis Balibouse
Semáforo en rojo para el comercio, en la fachada de la OMC. Oct 2, 2018. REUTERS/Denis Balibouse

-Comercio Mundial El paper cita datos de la Organización Mundial del Comercio, que estiman una caída del 9,2% en el comercio global, que afectará en especial a economías emergentes o muy dependientes del comercio,. Inicialmente, la propia OMC había estimado la caída del comercio entre 13 y 32%, estimación que revisó por el rebote económico del tercer trimestre y el crecimiento del comercio de China.

-Inversión Extranjera Directa Una de las principales marcas de la globalización, medida por la UNCTAD, una agencia de Naciones Unidas, cayó 49% en la primera mitad del año y 75% en los países desarrollados. Aquí, lo más notable es el agigantado papel de China y de Asia en general. De hecho, los flujos de IED a Asia explicaron más de la mitad del total mundial.

-Rol internacional del dólar El informe repasa las subas y bajas de la moneda de EEUU a lo largo de la crisis pandémica, con un aumento de más del 3% entre el 3 y el 13 de marzo, primeros días de expansión del virus en EEUU, para caer posteriormente, pero manteniéndose 2% por sobre el nivel de principios de año. Ponderado por los flujos de comercio multilateral, el dólar estaba a mediados de octubre 8% por debajo del máximo valor que había alcanzado en marzo, en la reacción inicial a la pandemia.

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