No satisfecho con ser el fundador y principal accionista de Tesla, la automotriz más valiosa del mundo, de postular como objetivo para sus vehículos eléctricos una batería capaz de rendir un millón de millas (1.600.000 kilómetros, objetivo por ahora lejano) y de ser el factótum de SpaceX, dedicada a la cohetería, con la que lanzó proyectos de la NASA y satélites propios con los que pretende montar una red mundial de provisión de internet, Elon Musk ahora vende tequila.
O tal vez valga decir Teslaquila, que la empresa lanzó en un atractivo envase en forma de rayo con un contenido de 750 cm3, que a la no módica suma de USD 250 la unidad empezó a venderse el jueves a la noche y en pocas horas agotó la primera partida a través de las tiendas online de Tesla. Los envíos comenzarán recién a fin de año, pero ya se puede comprar la segunda partida a través de sitios como eBay. Algunos incluso se animaron a la reventa de un producto que aún no tienen, llegando a demandantes dispuestos a pagar más de USD 650 la botella.
En el “Día de los tontos” de 2018, suerte de “Dia de los Inocentes” que se celebra en varios países europeos, en EEUU y -por herencia portuguesa- en Brasil, en reacción a una ola de rumores sobre problemas de Tesla debido a dificultades en la producción de uno de sus modelos, Musk había emitido un irónico hilo de tuits en el que decía que su empresa estaba “total y completamente en bancarrota”.
El tuit final incluía una foto del propio Musk, en pose de aparente ebriedad, contra el modelo de auto en cuestión, “rodeado de botellas de Teslaquila”.
Lo que entonces pareció ser una broma, que sin embargo provocó una entusiasta respuesta de fanáticos de la marca y una preocupada reacción de los tequileros mexicanos, terminó siendo una realidad.
No tan en broma
El tequila de Tesla se lanzó en una primera partida de “agave añejo” de “fuentes sustentables”, tiene una gradación alcohólica de 40%, fue añejado durante 15 meses en barriles franceses de roble y viene en gustos frutales, de vainilla, canela y pimienta. Es producido para Tesla por Nosotros Tequila, una empresa californiana que también produce su propia marca de tequila al mucho más accesible precio de USD 45 la botella.
Musk sale así a competir con Michael Jordan, según muchos el más grande basquetbolista de la historia y, según Forbes, uno de los 1.000 hombres más ricos del planeta, que el año pasado lanzó su propio Tequila, Cincoro, que produce en México.
Gran marquetinero, Jordan se mostró bebiendo su propio Tequila en el documental sobre su vida (“The last dance”, producido y emitido por Netflix) y su producto es de alta a altísima gama: según la variedad y el añejamiento, una botella cuesta entre 80 y 1.600 dólares.
Denominación de origen
Para los tequileros mexicanos la cosa es bien seria. A fines de 2018 desafiaron con éxito el intento de Musk de registrar la marca Teslaquila, por evocar –justamente– el nombre de la bebida mexicana, que debe ser fabricada con muy estrictas especificaciones y cumplir reglas de origen. Para que una bebida pueda llamarse “tequila” debe ser producida con una variedad específica de ágave de ciertos municipios de los estados de Jalisco (como el “Cincoro” de Jordan), Nayarit, Guanajuato, Tamaulipas y Michoacán.
Mientras se dirimen estas cuestiones, Tesla también fue desafiada el viernes por David Einhorn, manager de Greenlight Capital, un fondo de inversión de Re, una de las aseguradoras más grandes del mundo, quien dijo que la acción de la empresa automotriz está totalmente sobrevaluada, en parte por un “split” de acciones que le permitirían ser listada en el índice S&P 500, uno de los más importantes de Wall Street. Einhorn dijo también que el sector de empresas tech vive una insostenible burbuja.
Así, mientras desafía la gravedad bursátil con el extraordinario aumento del valor de Tesla, ya por arriba de los USD 400.000 millones, Musk intentará hacerle una “tapa” a Jordan y a los tequileros mexicanos.
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