El ministro de Economía Martín Guzmán está preparando lo que todos le piden: la hoja de ruta de la economía argentina.
Este había sido uno de los pedidos del FMI para estabilizar la situación económica y avanzar en las negociaciones de un nuevo acuerdo, con la misión que arribará cerca del 17 de este mes.
La decisión de parte del Gobierno está tomada y confirma dos cosas. La primera es que Guzmán va a insistir en la línea legislativa -el jueves 12 aprobará el Presupuesto 2021- la segunda es que habrá sesiones extraordinarias. “Se está terminando de armar para enviarlo al Congreso y que sea aprobado este año”, confió una fuente del Ejecutivo a Infobae.
El propio ministro había adelantado que “hay un consenso acordado de simplificar la burocracia y para que los procesos sean más eficientes con el fin de otorgar estabilidad de beneficios para potenciar la inversión pero al mismo tiempo respetar la sostenibilidad fiscal”.
En esa línea señaló que el objetivo planteado se basa en “generar incentivos que no impliquen una baja en la recaudación y con la idea de ir reduciendo las necesidades de financiamiento del Banco Central y, al mismo tiempo, ir reduciendo el déficit fiscal a una velocidad que sea consistente con la recuperación de la actividad económica”.
En la entrevista que brindó ayer en la radio AM750 señaló que están terminando de delinear un “plan de estabilidad plurianual”, que está compuesto por un programa de estabilización macroeconómica plurianual en donde se tiene en cuenta el sector externo, la acumulación de reservas, una pata fiscal en paralelo a que la economía se vaya recuperando.
“Hay un compromiso de enviar un programa plurianual al Congreso de la Nación para estabilizar la macroeconomía y también ir definiendo reglas de juego con los distintos sectores”, expresó el titular del Ministerio de Economía. “El objetivo también es enviar un proyecto de ley que potencia el desarrollo del sector en la generación de trabajo, exportaciones y producción en general”.
Al igual que lo hizo con el acuerdo con los bonistas y lo hará con el acuerdo con el FMI, Guzmán quiere que el plan sea votado por el Congreso de la Nación
Cuando se consulta sobre los tópicos en los que se está trabajando el equipo que rodea al ministro se mantiene como hasta ahora, en silencio. Pero por lo poco que se ha filtrado en diferentes conversación el proyecto “establece un recorrido en donde haya un crecimiento convergente de las variables, un saneamiento fiscal y un establecimiento de metas de bajarlo progresivamente”.
Lo que lo conocen dicen que no se siente cómodo con los pedidos de un plan, por eso se lo escuchó en varias ocasiones señalar que “todo se planea, pero como hay un montón de contingencias, hay que mantener flexibilidad. Lo que tenemos que tener es una estrategia”.
En paralelo al plan que, al igual que lo hizo con la renegociación de la deuda y lo hará con el acuerdo con el FMI, Guzmán busca que sea apoyado por todo el arco político para que “no sea una política de gobierno sino que sea una política de Estado” desde el Ministerio de Economía fueron avisándole a los legisladores en todas las reuniones de comisión que el Presupuesto 2021 que sería aprobado el jueves que viene “será completado por normativas complementarias”, en línea con la flexibilidad de la que hace referencia Guzmán y que esa normativa será para incentivar las inversiones.
Un dato no menor es que en la hoja de ruta legislativa, en Economía esperan que para el 31 de diciembre de este año esté aprobado el plan plurianual y la nueva fórmula de actualización de las jubilaciones.
En lo que se refiere a este último punto, el equipo de Guzmán ya hizo saber que no apoyarán que la nueva fórmula de actualización contenga la evolución del costo de vida, como lo planteó el bloque oficialista, ya que prefieren que sólo se indexe por la recaudación y los salarios.
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