Lentamente algunos sectores empiezan a recuperar capacidad productiva y, al mismo tiempo, puestos de trabajo. Un informe de la Unión Industrial Argentina (UIA) refleja que, aunque se mantiene muy por debajo del nivel de ocupación de 2019, en agosto pasado logró encadenar tres meses consecutivos de creación de puestos de trabajo.
El trabajo de la UIA señaló que en agosto hubo “cierta estabilización” en el número de asalariados registrados del sector privado, con la menor contracción mensual en 18 meses (-0,02%; -1.301 puestos). Aún así, en la comparación interanual, la caída en la cantidad de puestos de trabajo fue del -5% (-301.000 puestos), y se mantiene elevada en el marco de la crisis económica.
Con estos datos, totalizan 24 meses consecutivos de caída anual ininterrumpida del empleo asalariado registrado privado.
Mientras que la evolución mensual es heterogénea entre sectores y hay solo un pequeño grupo de actividades que muestran una lenta recuperación del empleo, la pérdida interanual de puestos de trabajo es generalizada. Según la central industrial, los sectores como la Construcción (-27,9% i.a.) y Hoteles y restaurantes (-15,1%) “se han visto fuertemente afectados por las medidas de aislamiento y registran las mayores caídas respecto al año 2019”.
En lo que se refiere a la industria propiamente dicha, la UIA señala que en agosto pasado “hubo un nuevo incremento marginal del empleo por tercer mes consecutivo (+0,1%; +1.540 puestos), reduciendo la caída interanual del sector (-2,1%; -23.602 puestos)”. Pero, de todas formas, el sector acumula 55 meses de contracción del empleo asalariado.
Asimismo, señala que además de encadenar tres meses seguidos de subas de puesto de trabajo, lo que logró fue que el empleo del sector caiga en menor medida que la de la producción. Esto tambien es consecuencia de que la tendencia positiva de la recuperación del nivel de actividad industrial se vio interrumpida en agosto, cuando la actividad se contrajo un - 5,2% de acuerdo al IPI-CEU, aunque septiembre mostró una nueva mejora.
Respecto a la recuperación industrial, la central empresaria señala que se mantiene “un comportamiento heterogéneo” entre sectores que explica que la actividad se mantenga “por debajo de los niveles pre pandemia”.
A partir de esto, los industriales explican que las medidas de aislamiento y las dificultades para recuperar el nivel de producción y ventas “imponen un desafío para la sostenibilidad de las empresas, más aún considerando el incremento de los costos asociados a los traslados de personal, testeos y adecuación a protocolos”.
Esta situación se vio reflejada en la caída en la cantidad de empresas que presentan declaraciones juradas de empleo en el SIPA del Ministerio de Trabajo en relación al mismo período de 2019..
Si bien con la reapertura de actividades se moderó la caída, en julio la misma fue del -3,9% interanual (-21.673 empresas). La industria mostró una evolución similar (-3,8%) que, comparada con la caída de abril, expresa una mejora considerable producto de la reapertura de fábricas y la progresiva normalización de la cadena de pagos.
Las suspensiones acordadas con los sindicatos continúan siendo la “principal herramienta de gestión del personal en un contexto de fuertes regulaciones en el mercado laboral”, explica el Informe de Indicadores laborales del Centro de Estudios de la UIA.
Si bien la tasa de suspensiones por trabajador disminuyó en septiembre (6,3%) y fue la más baja desde la irrupción de la pandemia en abril, se mantiene en un nivel históricamente elevado y alcanza al 18% de las empresas.
“La mayor parte de la caída interanual del empleo registrado privado se explica por la evolución de los asalariados privados. Si bien todas las modalidades redujeron su caída interanual en agosto, solo los asalariados públicos y monotributistas experimentaron un crecimiento respecto al año previo”, señala el informe.
Luego de explicar que las medidas como el ATP, el IFE y la reducción temporal de las contribuciones patronales “han sido fundamentales para mitigar el impacto negativo de las crisis” en el empleo, los industriales dicen que “su continuidad será fundamental para la salida de la crisis con las capacidades productivas en mejores condiciones”. El pedido llega luego de que el ministro de Desarrollo Productivo ratificara que ambas medidas dejarán de funcionar el 31 de diciembre de 2020.
Los datos de empleo se conocen en medio de que el Congreso de la Nación discute un proyecto de ley que modifica los plazos de prescripción de los créditos provenientes de la extinción del vínculo laboral y que ya cuenta con dictamen de la comisión de Trabajo y Previsión Social. De acuerdo con la iniciativa, los trabajadores tendrían más tiempo para reclamar de manera legal sobre desvinculaciones de las compañías para las que trabajaron.
A través de un comunicado, la UIA alertó que la extensión de los plazos de prescripción es “desacertada” no solo porque “perjudica la previsibilidad de las relaciones del trabajo”, sino porque “impacta directamente en los incentivos para la inversión y la generación de empleo”, en particular en un “contexto signado por la crisis sanitaria, social y económica que atraviesa el país”.
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