El plan Transferencias 3.0 que el Banco Central lanzó la semana pasada para impulsar los pagos con código QR arrancó con un paso en falso. En una carta dirigida al presidente del BCRA, Miguel Pesce, Visa International manifestó sus “preocupaciones importantes” y “múltiples inquietudes” sobre la nueva regulación, reclamando que el nuevo sistema “se aprovecha deslealmente” de su infraestructura de pagos.
Los duros términos de la nota, a la que accedió Infobae, resuenan aún más si se considera que la normativa del BCRA tuvo un proceso de varios meses de consultas previas y más de 20 reuniones vía Zoom con todas las empresas vinculadas a los medios de pago, incluyendo a los proveedores tecnológicos y también a las asociaciones que reúnen a bancos, fintech y tarjetas de crédito. “La norma cuenta con el amplio consenso de la industria, que participó en el proceso de desarrollo,” señaló el BCRA al presentarla en su comunicado del 29 de octubre. Tanto la Cámara Argentina de Fintech como Mercado Pago, actor principal del negocio, emitieron comunicados apoyando la medida. Los bancos, hasta ahora, guardaron silencio.
¿Cuál es el reclamo de Visa? El nuevo sistema no está basado en transacciones convencionales con tarjeta sino en pagos hechos con transferencias “cuenta a cuenta” en un esquema interoperable, en el que interactúan cuentas bancarias y billeteras electrónicas. Pese a ello, la tarjeta de débito es utilizada por el sistema para iniciar la transacción y validar su seguridad. Es decir: la transferencia que va de una cuenta a otra utiliza una red de Visa, aún cuando no se trate estrictamente de un pago con tarjeta de débito pero, a la vez, Visa no puede mantenerla bajo sus parámetros de seguridad. Además, no le reporta ganancia alguna: el 0,8% de comisión que paga el comerciante se reparte entre el banco o billetera del cliente y la empresa “adquirente” que le provee la terminal de venta al comercio.
La normativa Transferencias 3.0, que marca un avance rotundo para la reducción del uso de efectivo y la coexistencia entre bancos y fintech, prevé además que, a diferencia de las operaciones con tarjeta, los pagos QR vía transferencias sean “no reversibles”. Por ello, si el cliente desconoce la compra, ¿quién paga? La pregunta tiene dos sentidos: alguien tiene que devolverle el importe al cliente y alguien se cargará con la mala imagen por una transacción fallida.
La carta está firmada por Gabriela Rinaudo, country manager de Visa Argentina, y por Sylvia Constain, vicepresidenta de Relaciones con los Gobiernos para América Latina de Visa International, con base en Miami. En ella, se pide a Pesce “una reunión urgente” para exponer sus reclamos y se le deja una advertencia. “Con base en los efectos nocivos que pareciera tener esta regulación en la confianza de los consumidores de Visa en Argentina, y potencialmente por fuera de Argentina por las vulnerabilidades de seguridad que el sistema pareciera plantear, reiteramos la gran preocupación que esta regulación plantea”, señala la misiva.
Detrás de esta polémica subyace, además, la gran pelea en el mercado global de los medios de pago, que se divide en dos grandes mundos: las transferencias, ya sean entre bancos o fintech, apoyados con apps y lectores de código QR, de un lado; los pagos con tarjetas, apoyados en especial por la tecnología contactless, del lado opuesto. En este último caso, Visa apuesta a que un pago se concrete acercando ambos celulares, el del cliente que lleva cargada la tarjeta y el del comercio, que lleva cargada la terminal de pago POS. Por eso empezó a usar la denominación “credencial”, para incluir a las versiones virtuales; “tarjeta” se limita al formato plástico.
La falta de transparencia puede llevar al consumidor a tomar una decisión sin la información suficiente, en donde no sabe si la transacción es o no de Visa, aducen en la empresa
El documento enviado al presidente del BCRA ya está en el escritorio de muchos banqueros y resume los reclamos de Visa frente al nuevo sistema, que entrará en vigencia el próximo 7 de diciembre, en tres aspectos principales:
- “Uso de las credenciales de Visa / Propiedad intelectual de Visa”: según el plan Transferencias 3.0, el pago con transferencias en un comercio físico se inicia utilizando una tarjeta asociada a la cuenta desde la que se transfiere. Eso, según Visa, “atentaría seriamente contra los derechos de propiedad de las credenciales de Visa en el país, ordenando la utilización de las credenciales de Visa para instrumentar un mecanismo de pago que se aprovecha deslealmente de la infraestructura ya existente”.
- “Transparencia hacia el consumidor”: para Visa la norma tiene “otro punto importante de preocupación” en la falta de transparencia al momento de realizar una compra mediante transferencia inmediata, ya que "de la norma no surge que previo a efectuar una transacción, el consumidor recibirá suficiente información para tomar una decisión en su opción de pago.
“La falta de transparencia puede llevar al consumidor a tomar una decisión sin la información suficiente, en donde no sabe si la transacción es o no de Visa y por lo tanto si cuenta con las protecciones y beneficios que Visa conlleva”, puntualizó la carta.
- “Riesgos en seguridad para el Consumidor y el ecosistema”: el tercer reclamo en la carta al BCRA consiste en que los nuevos pagos usan la información de Visa “para direccionar en la red de transferencias inmediatas sin la seguridad integral de nuestra tecnología Chip EMV o tokenización, tecnologías en las cuales Visa viene invirtiendo en los últimos años para dotar de mayor seguridad a los consumidores y comercios”.
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