El dato de recaudación tributaria, primer indicador de actividad y desempeño de la economía apenas finalizado el mes, es muy esperado por los analistas económicos, inquietos por la fragilidad de las finanzas públicas en un año muy afectado por la cuarentena preventiva del COVID-19 y que aún sigue vigente, porque debilitó al extremo la actividad productiva y comercial, y disparó necesidades de asistencia a los sectores más afectados, trabajadores y empresas.
De ahí que en términos globales resultó auspicioso que por segundo mes consecutivo el total de recursos tributarios aumentara en octubre en términos agregados más que la inflación, un 7,3%. Comprende la suma del cobro de impuestos por parte de la DGI, los derechos y cargos sobre el comercio exterior que percibe la Dirección Nacional de Aduanas y los aportes y contribuciones que recauda la Dirección de la Seguridad Social del conjunto de empleadores, más trabajadores independientes, como monotributistas, autónomos y de casas particulares.
Y si bien en comparación con septiembre la AFIP registró un aumento de 5,8%, casi el doble que el promedio de aumento de los precios, por la reactivación parcial de algunos sectores favorecidos por la flexibilización de la cuarentena, como en el rubro gastronómico, trabajadores de casas particulares y esparcimiento al aire libre, más pequeñas obras de construcción y reparaciones en la vivienda, en general, la recuperación de los recursos tributarios volvió a apoyarse en los efectos de las Reformas de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva, según destaca el Ministerio de Economía que por primera vez en décadas fue quien difundió la estadística de recaudación, y por tanto no acusaron una recuperación generalizada.
Justamente, entre los cambios ocurridos desde enero se destacan la creación del Impuesto País (30% sobre la cotización de compra de dólar ahorro) que aportó en octubre $8.527 millones, y desde mediados de septiembre el agregado del 35% a cuenta de Ganancias y Bienes Personales; el aumento de las retenciones sobre las exportaciones del complejo sojero, aunque no llegó a tener efecto en los ingresos del mes por las liquidaciones anticipadas; y el cobro de anticipos por los bienes declarados en el exterior, principalmente. Sin esos aportes que no estaban presentes un año atrás, la cuenta de la AFIP hubiese recortado la suba nominal de 43,9% a menos de 35%, un par de puntos menos que la inflación.
Destaca el informe oficial, que en el caso de los recursos aduaneros representaron poco más del 22% del total, la baja nominal del mes de 2,6% se sustentó en “la reducción de las alícuotas de derechos de las prestaciones de servicios, hidrocarburos, minería, determinados bienes e insumos industriales, complejo sojero y sector automotriz anunciada a comienzos de octubre”.
Una estimación de Iaraf (Instituto Argentino de Análisis Fiscal), pese a la recuperación parcial de los recursos tributarios en octubre, “en el acumulado desde enero la caída de la recaudación equivale a $586.355 millones”, concentrada en tres rubros: IVA neto $316.882 millones; Ganancias $180.334 millones; y Aportes y Contribuciones $177.744 millones, mientras que se registraron aumentos por sobre la inflación en Bienes Personales $134.509 millones e Internos Coparticipados $27.094 millones.
De la distribución de los $642.104 millones ingresados en octubre, según la clasificación presupuestaria, surge que mientras la Administración Nacional y las Contribuciones a la Seguridad Social aumentaron por debajo de la inflación de los pasados 12 meses: 36,1% en el primer caso y 32,8% en el segundo; el giro al conjunto de las provincias por coparticipación de impuestos, principalmente, y en menor medida Fonavi, suma fija Pacto Fiscal, y compensación Fiscal a la provincia de Buenos Aires superó en 58,1% al monto de un año antes; mientras que la partida no presupuestaria para el Fondo de Redistribución para actividades específicas se elevó 74,7 por ciento.
La Administración Central y la Anses recibieron 36,1% y 32,8% más que un año antes, mientras que las provincias percibieron 58,1% más
Una vez más, y en plena crisis sanitaria donde la mayor parte del peso fiscal recae sobre las finanzas de las nación, la administración central concentra el peso y la antipática tarea de recaudar, mientras que la mayoría del conjunto de las jurisdicciones en que se divide el país tienen la tarea más satisfactoria de gastar.
Aumento de las rentas de propiedad para el Tesoro
Así, nuevamente, las rentas de propiedad, como se definen las utilidades que percibe la Tesorería por ganancias del Banco Central, en octubre giró $30.000 millones; y de la Anses, principalmente, contribuyeron a evitar un mayor deterioro de las cuentas fiscales.
Según los datos de Hacienda de ejecución presupuestaria por parte de la Administración Central, al cierre de octubre había efectuado gastos por el 73,34% del total autorizado, sumó $5,58 billones, mientras que acumuló ingresos por el 76,92% presupuestado, unos $6,17 millones, y cerró con un déficit financiero de $827.777 millones.
Al cierre de octubre la Administración Central registraba un déficit de $827.777 millones, tras sumar $1,3 billones de rentas de propiedad del BCRA y Anses
Sin embargo, el rojo hubiese superado los $2 billones de no haber contado con rentas de propiedad por $1,37 billones, las cuales aumentaron en el acumulado del año en 186% en comparación con similar período de 2019. De ese total, $1,2 billones correspondieron a ganancias contables del Banco Central, las cuales fueron determinantes para lograr “la normalización financiera del Sector Público Nacional”, según explicaron en un comunicado los técnicos del Ministerio de Economía.
Por tanto, pese a que el ministro Martín Guzmán comunicara minutos antes del inicio de la primera jornada financiera de noviembre que “el Tesoro no le pedirá más adelantos transitorios al Banco Central”, de modo de transmitir una nueva idea de responsabilidad fiscal y monetaria, el economista Diego Giacomini le dijo a Infobae: “La realidad es otra: los adelantos transitorios sólo representaron el 31,3% de la emisión ´fiscal´ de dinero. El otro 68,7% de la emisión para el Tesoro se canalizó por ´Transferencias de Utilidades´ que surgen por ejemplo, a partir de devaluar el peso frente al dólar. O sea, cerrar una canilla y la más chica, no implica que dejará de salir agua. Entre enero y septiembre 2020 se emitió para el Tesoro un total de $1,7 billones de pesos”.
En perspectiva, los economistas de la consultora Lcg (Labourcapitalgrowth) sostienen: “La recuperación que se espera en la actividad para los últimos meses permitirá una mejora en el margen de impuestos con un importante peso relativo en la recaudación, como Ganancias e IVA, sin embargo, debido al derrumbe de los ingresos hasta agosto, cabe esperar que el año cierre con una caída en términos reales de alrededor de 7 por ciento”.
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