El Banco Central aprobará los nuevos pagos con QR con un sistema único para cuentas bancarias y billeteras electrónicas

El plan se denomina “Transferencias 3.0”, fue consensuado con las empresas del sector financiero y esperan que incremente los pagos digitales. Para los comerciantes, tendrá bajas comisiones y acreditación inmediata de los fondos en su cuenta, ya sea de un banco o de una fintech

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Los pagos con código QR podrán hacerse desde una cuenta de un banco, con CBU, o de una billetera digital, con CVU
Los pagos con código QR podrán hacerse desde una cuenta de un banco, con CBU, o de una billetera digital, con CVU

El Banco Central aprobará hoy en su habitual reunión de Directorio de los jueves la implementación del plan “Transferencias 3.0”, un nuevo mecanismo que incentiva los pagos con código QR en los comercios al mismo tiempo que las transferencias de dinero entre personas, obligando a interactuar entre bancos y fintech. Los comercios que acepten pagos QR tendrán un único código para recibir esos pagos que provendrán tanto de cuentas bancarias (con Clave Bancaria Uniforme, CBU) como de cuentas de billeteras electrónicas (con Clave Virtual Uniforme, CVU) de todas las empresas del mercado. Quienes provean a esos comercios el servicio para recibir pagos QR, a su vez, deberán asegurarse de que el mismo sea receptivo a todas las empresas del sistema.

Tal como adelantó Infobae el 15 de octubre pasado, con este plan de unificación de los pagos QR el Banco Central espera una explosión de los pagos digitales, tanto entre personas como de personas a comercios, cuentapropistas o profesionales. A la hora de pagar, el usuario podrá tomar su teléfono y abrir cualquier billetera sabiendo que el código QR del comercio es útil para recibir su pago. La gran cantidad de billeteras electrónicas, apps bancarias y otros servicios vinculados aparecida en las últimas semanas (y otras por llegar, como la billetera Modo que más de 20 bancos lanzarán antes de fin de año) obedece a esta nueva normativa conocida en el sector como “QR interoperable”, ya que establece la conexión de las cuentas de ambos mundos, el bancario y el fintech.

La medida viene siendo debatida desde hace meses a través de reuniones entre el Banco Central, representado por uno de sus directores, Carlos Hourbeigt, y por técnicos del área de Medios de Pago, y todos los representantes del sector privado: asociaciones bancarias, la Cámara Argentina de Fintech y un grupo de empresas clave que participan con distintos roles del negocio los pagos digitales, tales como Red Link, Prisma, Interbanking, Coelsa, First Data y Mercado Pago. Las emisoras de tarjetas de crédito y débito también participaron de las reuniones, aún cuando se prevé que la normativa no impacte sobre las operaciones con tarjetas. Todos los pagos regulados se realizan mediante transferencias de cuenta a cuenta, ya sea virtual o bancaria.

Tres puntos de la normativa serán claves para los comerciantes. Por tratarse de un pago por transferencia, la acreditación de los fondos será inmediata, un beneficio en comparación con los pagos con tarjeta de débito, que se acreditan en 48 horas, o de crédito, que lo hacen en por lo menos dos semanas. El segundo es que la comisión que pagarán está fijada en un 0,8% del importe de la compra, con un período bonificado de los 3 primeros meses que utilicen el servicio. El tercero es la “no reversibilidad”: una vez que la transferencia fue hecha, no puede ser revertida en ningún caso, al revés de lo que sucede con las operaciones con tarjetas, en las que el banco puede retirarle al comercio los fondos ya acreditados en su cuenta si sospecha fraudes o situaciones similares.

El comerciante recibirá la acreditación del pago en forma inmediata, a diferencia de los pagos con tarjeta de débito o crédito
El comerciante recibirá la acreditación del pago en forma inmediata, a diferencia de los pagos con tarjeta de débito o crédito

Esa comisión luego se deberá repartir entre el emisor (la billetera o el banco) y el adquirente (aquel que le vendió al comercio el servicio para recibir pagos electrónicos, tales como Prisma, First Data o Mercado Pago). Para ello, la normativa dividirá a los comercios según su tamaño: en el caso de un gran supermercado, por ejemplo, el 75% de esa comisión quedará para el emisor y el resto para el adquirente; en el caso de un cuentapropista o un kiosco, las proporciones se invertirán. De ese modo, se asegura que haya incentivo comercial para que las empresas salgan a buscar a quienes reciben pocos pagos y les ofrezcan el servicio.

La comodidad para los comerciantes que implica el QR interoperable, tiene una contrapartida: la presión fiscal. Si bien el 0,8% de comisión implica un costo bajo, a eso se suman las retenciones a cuenta de Ganancias, IVA e Ingresos Brutos. Entre el Banco Central y las empresas aspiran a lograr un solución superadora que ayude a que la carga tributaria no conspire contra este nuevo plan. Comenzaron a diseñar una propuesta para la AFIP y los organismos tributarios provinciales: a cambio de suprimir las retenciones a cuenta en cada operación, planean suministrar toda la información necesaria para mejorar la fiscalización y que esos tributos se paguen únicamente en su liquidación anual.

La carga tributaria de los nuevos medios de pago fue noticia ayer cuando se conoció que Mercado Pago comenzará a cobrar el 1,2% del “impuesto al cheque” en las transferencias que van desde una cuenta virtual a cualquier cuenta bancaria (a menos que ambas pertenezcan al mismo titular). La decisión no pasó inadvertida en el mundo de los medios de pago, en donde algunos advirtieron que la empresa tomó la decisión por voluntad propia adelantándose a que las autoridades se lo exijan, dado el volumen que han tomado esos pagos. Un ejemplo lo explica: si un consumidor paga desde su cuenta virtual a la de un supermercado chino, éste usa esos fondos para pagarle a una gran empresa de consumo masivo, quien a su vez también los transfiere a un proveedor. Si toda la cadena utiliza cuentas de Mercado Pago en lugar de cuentas bancarias, en ningún caso se paga el 1,2%. La operación es perfectamente legal pero, dicen en el sector, la empresa prefirió anticiparse.

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