El 82% de los encuestados por el Centro de Opinión Pública (COPUB) de la Universidad de Belgrano aceptaría una oferta de trabajo para radicarse fuera del país, mientras que sólo el 16% descartaría la posibilidad, de acuerdo con el último sondeo realizado entre el 21 y el 23 de octubre. El 2% no tiene opinión formada al respecto.
La explicación, en parte, tiene que ver con que la mayoría de los argentinos encuestados (56%) se manifiesta pesimista acerca de las chances de recuperación económica del país para el 2021. Por el contrario, el 34% considera que puede recuperarse, y el 10% no ofrece certezas sobre el particular.
Además, el 65% entiende que el Gobierno no podrá controlar el valor del dólar, con lo que una devaluación podría implicar en términos de más inflación y recesión. Sólo el 22% cree que finalmente logrará mantenerlo en caja, mientras que el 13% duda sobre una u otra opción a la hora de ser consultado.
“La desconfianza y la incertidumbre acerca del futuro y de la capacidad para controlar el tipo de cambio, en su conjunto, describen una situación política y económica muy compleja. El porcentaje de personas que evaluaría dejar el país así lo atestigua”, analizó Orlando D’Adamo, director del COPUB.
La encuesta también indagó acerca de cómo viene gestionando el Gobierno la pandemia y de las expectativas que tiene la sociedad respecto de la vacuna. Sobre el primer punto, el 35% de las personas hace una evaluación positiva de cómo se manejó el Gobierno frente a la crisis sanitaria provocada por el COVID-19, pero son más los que creen que la gestión fue negativa (41%). Con relación al cumplimiento de las restricciones impuestas por el Gobierno, el 70% opinó que existe un elevado cansancio social.
Consultados sobre si creen que es posible que exista una vacuna contra el coronavirus antes de fin de año, el 23% respondió que se siente relativamente optimista y casi el 40% aceptaría estar en el grupo de las primeras personas en aplicarse la vacuna. En tanto, un 28% muestra reticencia a hacerlo.
“Los resultados indican que sigue muy baja la apreciación de la gestión del Gobierno en lo concerniente a la pandemia, a lo que se suma desconfianza e incertidumbre hacia el futuro y en la capacidad para controlar el valor del dólar. En su conjunto, describe una situación política, económica y sanitaria muy compleja. El porcentaje de personas que evaluaría dejar el país así lo atestigua”, dice el informe en sus consideraciones finales.
La pandemia y sus consecuencias en la economía generaron en la sociedad, especialmente en los jóvenes, una sensación parecida a la de 2001, cuando miles de argentinos dejaron el país en busca de nuevos horizontes y oportunidades. Si bien, en este caso, la crisis sanitaria golpea a todo el mundo, en la Argentina, como en tantos otros países emergentes, el impacto económico es muy superior. Además, el país se enfrentó con el virus en una situación de alta vulnerabilidad macroeconómica y social, por lo que lo que hizo el COVID fue agravar una crisis preexistente.
El nivel de desconfianza creció fuertemente en los últimos meses, la brecha cambiaria llegó a niveles récord pese a la baja del billete en el mercado libre de los últimos días y no se avizora hacia adelante un plan consistente para estabilizar la economía. También hace ruido el factor político, un factor adicional que suma incertidumbre.
Por todos estos motivos, sumados al hartazgo generalizado de la sociedad producto de la pandemia y la cuarentena -ya mucho más flexibilizada- es que muchos argentinos están al acecho en busca de cualquier oportunidad que les surja en el exterior. La presión impositiva también es otro factor que expulsa a los altos contribuyentes, muchos de los cuales se han mudado a Uruguay, los Estados Unidos y Europa.
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