Los precios alternativos del dólar, los que se operan por fuera del cepo en el mercado paralelo, exhibieron una definida tendencia bajista, con la expectativa puesta en la licitación de deuda que el Ministerio de Economía realizará este martes destinada a absorber pesos del sistema financiero y quitarle presión al tipo de cambio.
El dólar libre restó nueve pesos (-4,7%), a $181 para la venta. La divisa informal llegó a a caer diez pesos en los primeros negocios, el retroceso nominal más amplio desde el pasado 18 de mayo, cuando también cedió diez pesos.
“Aparecen paquetes de USD 200.000 dólares a dos pesos debajo de la cotización del momento. Lo que no está claro es si se trata de manos amigas o no, pero las posturas vendedoras aparecieron dos o tras veces a lo largo de la jornada y lo han bajado”, explicó off the record un consultor financiero a Infobae.
En el mercado paralelo irrumpieron ofertas vendedoras que aplacaron cualquier reacción alcista del dólar blue
La referencia de “manos amigas” se relaciona a empresas que acceden a dólar formal o tienen amplio stock de divisas, para revenderlo en el paralelo -incluso no se descarta un aval oficial a esta operatoria-, y así presionar a la baja de las cotizaciones.
“Es probable que haya ventas aisladas y fuego amigo, ya lo hemos visto tantas veces, y más en un día como el de hoy, en el que está todo el mundo esperando lo que pase con la licitación. Además el BCRA salió a vender muchos dólares en el oficial. De alguna manera se intentan reflejar resultados positivos en los distintos mercados, y el blue es un de ellos”, comentó otro analista financiero que ejerció altos cargos en entidades de la City porteña.
La brecha cambiaria con el oficial mayorista, que mantuvo el gradual sesgo alcista con la tutela del Banco Central, llegó el viernes a casi 150%, para ceder ahora al 131 por ciento. La divisa interbancaria ascendió cuatro centavos este martes, a $78,30 pesos.
El monto operado en el segmento de contado (spot) sumó unos 255 millones de dólares. Fuentes privadas estimaron en unos USD 80 millones el saldo neto negativo del BCRA por sus intervenciones.
“La moneda estadounidense se mantuvo operando con tono demandado y con escasa respuesta del lado de la oferta genuina”, sintetizó Gustavo Quintana, agente de PR Corredores de Cambio.
En tanto, las paridades bursátiles de contado con liquidación y MEP se transaron al cierre a $163 y $153, con caídas de dos y cuatro pesos, respectivamente, atribuidas a las ventas de activos financieros de organismos públicos en el mercado local para forzar la baja de los tipos de cambio implícitos.
La atención de los agentes del mercado pasa por la colocación prevista para este martes de un nuevo bono dollar linked, exclusivo para fondos de inversión. Además, se colocarían Letras ajustadas por CER y otra Letra a tasa fija, ambas a diciembre. También un bono CER a 2021 y otro con tasa Badlar a 2021.
El Ministerio de Economía licitará Letras y Bonos en moneda local, con los que buscará captar unos $60.000 millones, y colocará el equivalente a USD 1.000 millones con un bono atado al tipo de cambio (dollar-linked), el cual es un instrumento que sirve como cobertura frente a la expectativa de devaluación.
Con la emisión de deuda atada al dólar, el Gobierno busca aspirar el excedente de pesos y reducir la presión cambiaria
“De esta manera, el Gobierno busca ‘rollear’ (renovar) vencimientos de corto plazo y secar una parte de la plaza en pesos que se amplió de manera creciente por la gran emisión monetaria”, apuntaron desde Research for Traders. “Creemos que el nuevo bono dollar linked sea altamente demandado por los inversores, en un contexto en el que la brecha cambiaria se mantiene por encima del 100%”, agregaron.
Desde el pasado 15 de septiembre, con el ajuste del control de cambios, las cotizaciones alternativas del dólar escalaron con fuerza y se diferenciaron del fundamento monetario al que se habían apegado desde que la administración de Mauricio Macri llevó al cepo a un límite de USD 200 mensual para individuos, el 28 de octubre del año pasado, después de las elecciones presidenciales.
Fruto de las dudas que despertó hace seis semanas la sustentabilidad del actual esquema cambiario, luego de que el Gobierno decidiera la aplicación de un impuesto del 35% a la venta de divisas para atesoramiento y consumos en el exterior -como adelanto de la percepción de Ganancias-, y la restricción del acceso de dólares para que las empresas paguen deuda en el exterior, se acentuó la tendencia declinante de los depósitos en moneda extranjera.
Desde el 15 de septiembre, las colocaciones en efectivo del sector privado disminuyeron en casi USD 2.400 millones o 13,6%, desde los 17.379 millones a los 15.023 millones de dólares, la cifra más baja desde el 20 de octubre de 2016.
“El Gobierno alentaría su esperanza de un apaciguamiento de la corrida cambiaria, basada en un eventual apoyo crediticio del FMI seguido por la monetización de parte del ‘swap’ con China”, indicó un informe de la consultora VatNet Research. Añadió que “sin embargo, dicha esperanza se deshilachó (...) por comentarios del FMI sobre la necesidad de un plan coherente y consensuado antes de pensar en desembolsos, y por las críticas rotundas de los principales grupos inversores a la política económica actual”.
Las reservas del Banco Central cayeron USD 239 millones este lunes y y quedaron en USD 40.260 millones, un mínimo desde el 25 de enero de 2017.
“Es importante que la dinámica actual cambie, ya que de continuar así seguirá castigando las reservas y mostrando señales negativas al mercado de cambios y al sistema financiero. A su vez, la salida de depósitos está parcialmente restringida por la cuarentena, ya que los bancos establecen un sistema de turnos que terminan suavizando los retiros. Y seguramente se mantenga así, ya que no hay incentivos para volver a la normalidad al servicio bancario para recuperar la flexibilidad anterior”, subrayó un reporte de Portfolio Personal Inversiones.
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