Lo más jugoso del arranque de la semana desde el punto de vista cambiario sucedió luego del cierre de la rueda. La vicepresidenta le dedicó un largo pasaje de la carta que publicó en sus redes sociales al dólar. Luego de reconocer que el “principal problema” que enfrenta la Argentina es lidiar con la “economía bimonetaria”, realizó un llamado al que no le faltó dramatismo. “Es un tema que es de imposible solución sin un acuerdo que abarque al conjunto de los sectores políticos, económicos, mediáticos y sociales de la República Argentina”.
La frase de Cristina Kirchner transmite impotencia para hacer frente a las dificultades que enfrenta la Argentina por la disparada del tipo de cambio. Y lejos de minimizar el problema, como insiste el ministro de Economía, Martín Guzmán, lo expresó en toda su dimensión.
Será interesante seguir cómo reaccionan los mercados ante estas duras advertencias lanzadas por la actual vicepresidenta, que además dejó otras frases inquietantes. En especial, cuando dijo que hay “funcionarios que no funcionan”. En ese sentido, buscó despegarse de la gestión de Alberto Fernández: “Él es el único que toma las decisiones”.
Guzmán y el Presidente decidieron aumentar los controles sobre los dólares financieros para evitar supuestas maniobras especulativas que quieren llevar al Gobierno a devaluar. Según dejaron trascender el domingo, la suba de los tipos de cambio alternativos sólo perseguiría el objetivo de forzar un aumento del tipo de cambio oficial, que es uno de los pedidos principales del sector oleaginoso.
La vicepresidenta reconoció que el Gobierno observa la suba del dólar con impotencia. A tal punto que, según su visión, “es imposible” resolver cómo se puede manejar una economía bimonetaria sin un gran acuerdo económico y político
Ayer cayó levemente el dólar informal de $ 195 a $ 189, pero es difícil inferir que esa baja representa un punto de inflexión luego de varias semanas consecutivas al alza.
Cristina dejó en claro que el Gobierno no puede solo con el dólar. Y llegar a un acuerdo de esas características no parece algo factible al menos en el corto plazo. Incluso reconoció que no se trata de un problema ideológico, sino que radica en la decisión de los argentinos de ahorrar en moneda extranjera. Menciona también la posibilidad de que una parte de esa presión podría provenir de sectores “que buscan la extorsión”, ahí sí en línea con lo expresado pocas horas antes por el Presidente.
Esta carta parece expresar con mucha mayor crudeza cómo se observa desde el oficialismo la situación del dólar. Aunque el Gobierno no se mueve de su postura de evitar una devaluación, el Banco Central no deja de perder reservas. Y todo luce mucho más compleja por la enorme brecha cambiaria, que muestra una diferencia de 140% entre el oficial y el paralelo.
“Los dólares los compran tanto trabajadores para ahorrar o para hacer una diferencia que mejore el salario, como empresarios para pagar las importaciones necesarias para hacer funcionar su empresa, para ahorrar y también, bueno es decirlo, para fugar formando activos financieros en el exterior”, expresa en uno de sus párrafos. Es decir hay una mirada mucho más amplia sobre los motivos que llevan a la disparada del tipo de cambio y no es exclusivamente la presión de fondos especulativos.
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