Los Impuestos Internos que pesan sobre celulares y otros electrónicos pasarán del 7% al 17%, en general, y del 0% al 6,55% para los producidos en Tierra del Fuego si el proyecto de Ley de Presupuesto 2021 se aprueba tal como quedó redactado en el dictamen de comisión de la Cámara de Diputados. La suba de impuestos es resultado de un giro incluido en el proyecto que abandona el cronograma de reducción gradual decidido durante el Gobierno de Mauricio Macri y que hubiera eliminado esas imposiciones para 2024. La medida aumenta los costos de importar productos tecnológicos, tanto de consumo como los que se utilizan con fines productivos o educativos, al tiempo que protege a la producción de la provincia patagónica.
El artículo 111° del dictamen firmado la semana pasada en Diputados establece el cambio de la Ley de Impuestos Internos. “Están alcanzados con la tasa del diecisiete por ciento (17%) los bienes que se clasifican en las posiciones arancelarias de la Nomenclatura Común del Mercosur que se indican en la planilla anexa a este artículo”, dice el texto. El texto vigente establece esa alícuota en el 7%.
Mientras tanto, el nuevo texto establece que “cuando los referidos bienes sean fabricados por empresas beneficiarias del régimen de la ley 19.640 -N. de la R.: el régimen de promoción de Tierra del Fuego-, siempre que acrediten origen en el Área Aduanera Especial creada por esta última ley, la alícuota será equivalente al treinta y ocho coma cincuenta y tres por ciento (38,53%) de la alícuota general”, es decir, una alícuota del 6,55%. En la actualidad la alícuota para bienes producidos en Tierra del Fuego es cero.
Los bienes alcanzados por la alícuota son celulares, monitores, proyectores, ciertos aparatos de aire acondicionado, receptores de radiodifusión, dentro de una larga lista. Las computadoras y notebooks no están afectadas. Pero el principal impacto es sobre los teléfonos, que se han transformado en un bien esencial en todas las clases sociales y más aún en un contexto de pandemia.
“Lo que tenés es una gran contradicción, porque los Impuestos Internos tienen su origen en los bienes suntuarios y termina siendo un impuesto porque si. Se aplica a champagnes, embarcaciones y, en su momento, celulares porque eran una novedad para unos pocos. Hace rato ya que no es un bien suntuario, agravado porque hace poco el decreto 690 se llenó de considerandos que explican lo importante que es el acceso a esa tecnología cuando se declara un servicio público esencial a las telecomunicaciones”, dijo Enrique Carrier, consultor en materia de tecnología.
“¿Es fundamental o le vamos a poner un impuesto porque es un bien suntuario? Hay que sacar agua de las piedras para financiar el gasto y esto es algo que encontraron”, agregó. “Es tan negativo que hasta a la industri de Tierra del Fuego la perjudica más de lo que lo favorece. Porque hoy la verdad es que los importados no son competitivos. Y a su vez si vos le agregás un impuesto interno, encarecés el producto, lo que en el margen significa menos ventas. El único que se beneficia es el Estado porque recauda”, concluyó Carrier.
Para el economista Matías Surt, es una medida proteccionista que sólo va a redundar en precios más altos y beneficios para las empresas del régimen industrial fueguino.
“En primer lugar, que suben los impuestos tanto para los importados como a los producidos a Tierra del Fuego, pero la protección es con un diferencial que crece del 7 puntos a 10 puntos y medio, pero el año que viene la alícuota bajaba al 5,5%”, dijo el economista jefe de Invecq Consulting.
“Por un lado tenés un impacto directo en precios, porque sube para los importados y los electrónicos hechos en Tierra del Fuego por igual, pero lo principal que hace es aumentar la protección porque hace crecer ese diferencial”, agregó.
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