En un mes dominado por la incertidumbre en el conjunto de las empresas y familias, que se manifiesta en sostenida suba de la cotización del dólar, que es la contracara de la persistente desvalorización del peso, y donde la actividad muestra sólo focos aislados de modesta recuperación respecto a los mínimos niveles de meses anteriores, el índice de confianza del consumidor que elabora el Centro de Investigación en Finanzas de la Universidad Di Tella, arrojó en octubre la segunda baja consecutiva.
Según la encuesta realizada entre en el curso de la primera mitad del corriente mes se observó un comportamiento heterogéneo: bajó 4,3% en el Gran Buenos Aires y 6,9% en el Interior del País, mientras que repuntó 5% en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en todos los casos respecto al mes anterior.
Destaca el informe de la casa de altos estudios: “Entre los componentes del ICC, el subíndice de Situación Personal disminuyó 9,4%, el de Situación Macroeconómica 7,8%, en tanto el de compra de Bienes Durables e Inmuebles subió 15%”, en comparación con los índices de septiembre.
La confianza de los consumidores cayó 0,9% en la franja de altos ingresos y 7,2% en la de menores recursos
En tanto que en el desagregado del índice de confianza por nivel de ingresos, el sondeo determinó una leve baja de 0,9% para los encuestados de las franjas más altas y de 7,2% para los del extremo inferior.
Claramente, el lento regreso a niveles de actividad fabril y comercial que permita la recuperación de los casi 4 millones de puestos de trabajo caídos en el primer trimestre en cuarentena y que no se revirtió el segundo, fue determinante del desánimo creciente entre los consumidores que detectó la casa de altos estudios.
Y si bien en el algunos casos se percibe una mejora de las condiciones presentes, tras el acuerdo que el equipo económico logró en agosto con los bonistas para el reperfilamiento de la deuda pública, se mantienen en un nivel muy bajo, apenas 29 puntos sobre un óptimo de 100, o de al menos superior a 50 puntos porcentuales, previo a las elecciones nacionales; y por el contrario, se observó un nuevo deterioro de las expectativas para los próximos meses: bajó 8,1% en el mes y 27,3 respecto de un año antes.
Una señal de alerta la emitió el Indec a través de los índices de precios mayoristas y de costo de los materiales de la construcción, en el primer caso con una suba de 3,7% en septiembre, casi un punto porcentual superior a la que midió para la inflación general, donde actúan como diques de contención los controles de precios y el congelamiento de tarifas; y de 5,6% en el segundo, a partir de la creciente demanda por parte de quienes tenían ahorros y aún pueden generar y los destinan para refacciones y obras menores.
Cuadro heterogéneo
El impacto de la cuarentena que comenzó preventiva del covid-19, en términos de influencia de la confianza de los consumidores tuvo un comportamiento singularmente dispar y diferenciado respecto de los residentes en la Ciudad de Buenos Aires.
La comparación de los índices del Centro de Investigación en Finanzas de la UTDT de octubre respecto de los de febrero, previo al decreto que dispuso el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, arrojó una mejora de 3,8% en CABA, probablemente influido por la reapertura gradual de los locales comerciales y el anuncio a comienzos del corriente mes de los shopping, en el resto del país acusó sendas caídas de 13,3% en el Gran Buenos Aires y 7,3% en el agregado del resto de las provincias.
La crisis sanitaria fue clave en el deterioro de la confianza de los consumidores, pero solo en el Gran Buenos Aires, que fue determinante del índice general, resultó mayor que la acumulada desde el inicio del actual gobierno
También se deduce del relevamiento privado del estado del humor de las familias que la crisis sanitaria explica parcialmente el fenómeno del deterioro de la confianza de los consumidores, porque sólo en el caso del Gran Buenos Aires la baja fue mayor en ese período que la observada en comparación con el momento en que asumió el actual gobierno, 6,3 por ciento.
Por el contrario, en el resto de las provincias la disminución del índice fue aún mayor, 9,4%. Y en el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el contrario, se detectó una suba notablemente menor, 1,8%, a 40,4 puntos, mientras que en el resto de los casos los índices resultaron menores a ese umbral.
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