La tensión económica y financiera que aqueja a la Argentina tuvo mayor exposición en el alza rampante de los tipos de cambios alternativos, como el dólar libre y el contado con liqui, que treparon 45% en las últimas cinco semanas, para anotar nuevos máximos de 190 y 180 pesos, respectivamente.
Pero el escenario de extrema cautela también involucra a los activos bursátiles y la mirada de los fondos de inversión se enfoca en el recorrido de los flamantes títulos de deuda pública emitidos por el canje de deuda que concretó el Gobierno argentino.
Los nuevos bonos en dólares salieron a cotización a principios de septiembre. Y las seis emisiones con ley extranjera, que son las que se negocian en Wall Street, acumulan una pérdida de precios que promedia el 30% en menos de dos meses.
Las paridades van desde los 33 a los 42 dólares en el mercado secundario, tras un arranque en septiembre en torno a los 55 dólares- mientras que la tasa interna de retorno ya roza el 17% anual en dólares, cuando llegó a tocar el 11% el mes pasado, con el debut de estos papeles.
En el mismo sentido, el riesgo país que mide JP Morgan había tocado un reciente piso de 1.101 puntos el 10 de septiembre para la Argentina, cuando la entidad integró a la composición del índice las nuevas emisiones del canje. Este jueves el riesgo país argentino se acercó otra vez a los 1.500 puntos y antes del mediodía anotó 1.466 unidades, que reflejan un aumento del 365 enteros o 33% en solo cinco semanas.
“Los activos financieros no revierten la tendencia negativa que venimos observando hace ya varias semanas. Mientras tanto, la presión se mantiene en el mercado cambiario con una brecha creciente ya superando el 120%. Luego de dos ruedas agitadas, no hay dudas de que las medidas del Gobierno no fueron eficaces para reducir la volatilidad en los mercados”, indicó Portfolio Personal Inversiones. “La incertidumbre en este sentido se mantiene y no hay por el momento señales positivas que puedan generar un cambio en las expectativas pesimistas del mercado”, agregó.
Tras la reducción del parking para la operatoria de títulos, las paridades de los nuevos bonos siguieron cayendo y encontraron piso en un rango de 33 a 42 dólares
“Si bien las valuaciones de los bonos son bajas y están desarbitradas respecto al resto de los créditos emergentes con misma calificación, antes de observar un rebote van a ser necesarias señales políticas que incentiven a los inversores a volver a confiar en el país. Por el momento los rendimientos que exigen los inversores para asumir el riesgo argentino son cada vez mayores y ya superan los niveles del 16%”, agregó el reporte de Portfolio Personal.
Los analistas de Research for Traders también advirtieron que “los bonos en dólares no paran de caer en el exterior y siguen sin encontrar un piso, en medio del incremento de la aversión al riesgo generada por la suba de los tipos de cambio financieros que se está dando frente a la incertidumbre sobre la falta de un plan económico para reactivar la actividad, y ante medidas que no terminan de convencer al mercado”.
La prima de riesgo se ubica 34% por sobre los niveles alcanzados posteriormente al canje de deuda a principios del mes de septiembre
“A pocos meses de haberse levantado el default después que el Gobierno reestructurara la deuda emitida en dólares bajo ley local e internacional, los bonos muestran fuertes caídas desde su debut -de casi 30%- y ofrecen retornos de hasta 17%. Así, la curva se manifiesta con pendiente negativa y desplazándose al alza”, acotó Research for Traders.
Un análisis de Torino Economics señaló que las medidas de esta semana para facilitar los negocios de dólares en la Bolsa persiguieron “el fin de contrarrestar las turbulencias cambiarias e inyectar confianza a los mercados”. Añadió que el ministro de Economía, Martin Guzmán, “anunció la marcha atrás de algunas de las regulaciones adoptadas por el Banco Central el pasado 15 de septiembre, que desde entonces han generado un clima de desconfianza que se ha traducido en la caída de la cotización de los nuevos bonos emitidos luego del exitoso canje de deuda, así como de la ampliación de la brecha cambiaria”.
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