En septiembre, el Indice del costo de la construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires aumentó un 2,9% en relación al mes anterior. Dentro de los rubros que componen el ICC, se destacó la suba del 5,6% del capítulo Materiales, cuyo alza duplicó el Indice de Precios al Consumidor del mes, ubicado en 2,8%.
Según las cifras informadas por el Indec, los materiales con mayores alzas fueron Ladrillos y otros productos cerámicos, con 11,7% de suba, Áridos (arena, piedras y tosca), con 9,1%; Aberturas metálicas y rejas, con 8,7%; Caños y accesorios de hierro, con 8,7%; Maderas en bruto y para techos y pisos, con 8,2%; Productos plásticos, con 7,7%; Cables y conductores de media y baja tensión, con 6,8% y Artículos sanitarios de loza, con 6%.
Otros rubros que también registraron aumentos pero niveles menores al promedio de 5,6% para el mes fueron Cemento, cal y yeso (3,4%), Pisos de alfombra (2,9%), Pinturas y afines (2,6%), Griferías y llaves de paso (2,3%), Productos aislantes (2,2%), Ascensores (1,6%) y Vidrios (0,2%).
Además de los materiales, el ICC de 2,9% se vio impactado también por otros dos segmentos, el de “Mano de obra”, que subió solo el 0,6%, y el de “Gastos generales”, que creció 3,3%. La mano de obra comprende el costo de albañilería y estructura, y la subcontratación de los trabajos de yesería, pintura, instalación sanitaria y contra incendio, instalación de gas e instalación eléctrica.
La diferencia en la suba de los materiales y los otros componentes del índice se extendió a lo largo de 2020. En lo que va del año, los materiales subieron un 33,6%, frente al 16% de los gastos generales y a apenas 8,3% de la mano de obra. La combinación de los tres rubros hizo que en los primeros nueve meses del año el ICC se elevara un 18,8%.
La suba de los materiales tiene relación con el impacto que tuvieron las restricciones de la pandemia y, al mismo tiempo, con la fuerte suba del dólar libre en las últimas semanas. Tras varios meses de inactividad casi total, entre agosto y septiembre se rehabilitó la construcción privada y se registró una fuerte demanda de materiales, que incluso generó desabastecimiento en algunos segmentos.
Tal como consignó Infobae, dos semanas atrás comenzaron a producirse faltantes y demoras en la entrega de algunos materiales. Según un relevamiento realizado por la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) entre empresas constructoras de todo el país, los productos más afectados fueron ladrillos huecos, chapa galvanizada, acero redondo y cemento.
“La expectativa de devaluación y la especulación con una suba de precios, los problemas de producción por la pandemia y los inconvenientes con el transporte son los principales factores que explican los problemas de abastecimiento”, manifestó el presidente de la Camarco, Iván Szczech.
En los corralones y las constructoras empezaron a escucharse acusaciones de que existía especulación ante una situación absolutamente inusual: una demanda suprimida por completo durante los meses de la pandemia que explotó en forma abrupta cuando se rehabilitó la actividad. La presidenta de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (Cicer), Eugenia Ctibor, aseguró se defendió de las acusaciones y señaló que “las fábricas no entregan menos de lo que tenían comprometido con los corralones, y en muchos casos se les están entregando todo lo que se produce. Pero vienen y te dicen ´dame todo lo que tengas´. No existe especulación por parte del sector, las plantas industriales no tienen los ladrillos guardados”.
La suba de los materiales tiene relación con el impacto que tuvieron las restricciones de la pandemia y, al mismo tiempo, con la fuerte suba del dólar libre en las últimas semanas
La fuerte suba del dólar libre impactó también en la demanda, ya que llevó a muchos a aprovechar la brecha cambiaria para acopiar materiales, porque vendiendo muchos menos dólares puede comprarse la misma cantidad que antes de la corrida. Eso llevó a mucha gente a aprovechar la inactividad de la pandemia para iniciar pequeñas refacciones en el hogar.
En la otra punta de la actividad, para muchas grandes constructoras la devaluación representa una oportunidad, ya que llevó el costo de construcción en dólares a los niveles más bajos en muchos años. Asimismo, el gobierno se apresta a lanzar una serie de medidas para que los dólares fuera del sistema financiero se vuelquen a la construcción, como una vía para impulsar la actividad y, a la vez, reducir la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar libre.
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